El vídeo se puede hacer un poco largo al principio, y sobre todo triste, pues en las imágenes podemos ver a un niño que intenta superar una prueba física y se le resiste. Debe saltar un plinto piramidal con una altura considerable, y además delante de un gran público, parece ser una demostración o algún festival al que asisten los padres de los niños.
El pequeño intenta una y otra vez conseguir su objetivo, saltar como el resto de sus compañeros ese enorme obstáculo, la profesora le anima a seguir intentándolo, y el niño, aún con los ojos llenos de lágrimas sigue cogiendo carrerilla e intentando dar el salto con éxito.
Llega un momento en el que los compañeros que están sentados, viendo la frustración del niño se levantan y forman un círculo en torno a él para animarle, darle confianza y fuerza para que lo intente una vez más y para que consiga su reto. No podemos entender lo que dicen, pero seguro que todo lo posible para que el pequeño se sienta bien y con valor para sorprender a todos los que le están viendo.
Cuando los compañeros te apoyan es más fácil conseguir un objetivo, así que después de recibir el apoyo de sus compañeros, el niño realiza el salto perfecto y como es de esperar, el público rompe en un cálido aplauso y la profesora felicita al niño mostrándole su satisfacción y mucho afecto.
No hay duda de que la educación que proporcionan en esta escuela infantil no sólo tiene el fin de dotar a los niños de inteligencia y conocimientos, sino también de los valores que la sociedad nunca debería perder.
Es curioso que viviendo en una sociedad cada vez más fría, este tipo de vídeos sean los que más gustan, los que más se ven, los que más emocionan. Este vídeo se ha visto cerca de 17 millones de veces desde el pasado 21 de febrero, y seguro que aún se verá muchas veces más. ¿Es la propia sociedad la que nos impide ser nosotros mismos cuando somos adultos?
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Cuando los compañeros te apoyan es más fácil conseguir un objetivo
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