Han pasado meses desde mi última aparición por el blog. Confieso que he estado a puntito de cerrarlo en diversas ocasiones. Y si no de cerrarlo, de dejarlo morir, sin más. Pero cuando creas algo, por pequeño que sea, cuesta dar carpetazo y llegar a pensar que nunca existió. Quizá estaba perdiendo la motivación que me empujó a comenzarlo y sin motivación, sin entusiasmo, no hay nada.
Quizá también me aburrí de leer blogs vacíos e insípidos y me planteé si el mío era uno de ellos. La obligación de crear contenido semanal por norma acaba generando posts que se limitan a reunir información de otros blogs y mostrarla. No es lo que me gusta y no es lo que yo quería.
Probablemente lo mejor de estos meses haya sido eso: descubrir qué es lo que no quiero ser. Y tenerlo claro, y mucho.
A ello se unió algún que otro giro de la vida, que últimamente es como una noria que gira en un sentido un día, y en el otro mañana. Y yo siempre me he mareado en las norias.
He dicho adiós a algunos proyectos porque a veces, los cambios son necesarios, por arriesgados que parezcan. Y por miedo que nos den.
Y he dado la bienvenida a nuevas metas.
He seguido con mis bodas, que tanto me gustan. Pero más aún la gente que me encuentro detrás. Compañeros grandes que hacen de este trabajo algo más grande aún y novios cercanos que me emocionan y hacen que este trabajo sea tan tan especial.
Ha nacido El día menos uno (instagram: @eldiamenosuno ; Facebook: el día menos uno), un proyecto que llevaba en mi cabeza mucho tiempo.
Una mañana me levanté aburrida de lamentarme de lo que pasaba a mi alrededor, de pensar que siempre era tarde para todo, de angustiarme porque pude hacer algo y no lo hice. Nos pasamos la vida pensando en un “ayer” ficticio al que quisiéramos volver para cambiar las cosas. Decía Machado que “hoy es siempre todavía”, porque estamos vivos, porque estamos a tiempo de todo. Hoy es ayer, y hoy es el día menos uno.
Razones personales me condujeron nuevamente a un cambio en mi vida y mis intereses se transformaron. Y así estoy hoy, tratando de reinventar mil costumbres adquiridas a lo largo de mis 38 años. Pero esto es una lenta transición, el camino es largo. (Laura, gracias por guiarme, por ser mi libro y mi luz)
Y en ese camino me crucé de nuevo con Mercedes. Ahora que lo pienso, siempre hemos estado cruzadas de alguna manera. Con muchas visiones compartidas, y motivadas por la convicción de que hay otra forma de ver las cosas, creamos id[entidad] (instagram: @estudioidentidad), un proyecto que nace con el objetivo de mostrar esa diferencia que hace que una persona se distinga de los demás. Y digo mostrar, porque encontrarla para nosotras es sencillo; todo el mundo tiene algo que le hace especial. Solamente hay que tener ojos grandes para poder verlo con claridad.
foto Mercedes Blanco para Estudio Identidad
Y todo esto para decir que aquí estoy de nuevo. Y que volveré siempre que tenga algo que contar, porque como dice Emilio Duró, no hay nada peor que un tonto motivado. A veces, es mejor callar.
Hoy solamente vengo a asomarme para decir hola.
foto Mercedes Blanco para Estudio Identidadpatricia