Revista Cultura y Ocio

Cuando se vacían las playas de Eduardo Iglesias por Laky

Publicado el 28 junio 2012 por Hermidaeditores
Hoy os dejamos una reseña hecha por Laky.

miércoles, 27 de junio de 2012

"Cuando se vacíen las playas" - Eduardo Iglesias

Cuando se vacían las playas de Eduardo Iglesias por Laky
Últimamente me da la impresión de que no soy yo quién decide qué voy a leer sino que mi blog decide por mí. ¿Os pasa a vosotros lo mismo? Esta lectura es un claro ejemplo de ello. Cuando vi que Deigar del blog Espiral de letrasorganizaba una nueva lectura conjunta (con sorteo incluido de ejemplares) estuve dudando si apuntarme o no; más bien me inclinaba hacia el no dada la cantidad de lecturas en las que participo pero, al final, el blog decidió por mí. Cuando ya estaba casi terminando el plazo para apuntarse, recibí un correo de la editorial ofreciéndome el libro; así que, ¿qué iba a hacer? Si Mahoma no va a la montaña, será la montaña la que irá a Mahoma y es lo que había ocurrido en este caso: parece que mi destino era leer el libro y participar en una nueva lectura conjunta (la séptima? La octava de este mes?).Cuando se publique esta reseña yo estaré fuera (es una entrada programada), así que no sé si mis impresiones coincidirán o no con los demás participantes. A la vuelta compararé.

Eduardo Iglesias

Eduardo Iglesias (San Sebastián, 1952) es uno de los escritores más singulares de la narrativa española contemporánea. Desde sus inicios como novelista en Estados Unidos (Fábulas morales, Moria Press, New York, 1989), sus libros han surgido de la fusión entre los territorios vividos y los personajes inventados. “Animador de mapas”, como ha sido definido, Eduardo Iglesias reflejó su Nueva York de los 80 y 90 en las Aventuras de MangaRanglan (Libertarias Prodhufi, 1992) y la Castilla de las carreteras en Por las rutas los viajeros (Alfaguara, 1996) y Tormenta Seca(Punto de Lectura, 2001). Escritor de la frontera, con personajes en búsqueda permanente, consigue transmitir al lector una doble sensación: que en cualquier momento se puede cambiar de vida, y que ciertos lugares nos gobiernan o nos liberan. Su novela Tarifa (El Tercer Nombre, 2004) muestra hastá qué punto los destinos de unos cuantos personajes están unidos a los parajes del Estrecho de Gibraltar, y constituye un retrato veraz de ese umbral entre África y Europa, entre lo perdido y lo urgente, donde necesitan volver de vez en cuando quienes siguen leyendo literatura.
Cuando se vacían las playas de Eduardo Iglesias por LakyLa información ha sido sacada de la página web oficial del autor: http://eduardo-iglesias.com/biografia/

Datos técnicos

Título: Cuando se vacían las playas
Autor: Eduardo Iglesias
Editorial: Hermida Editores
Edición: tamaño grande, tapa blanda con solapas
Editado en el año 2012
Págs: 120
Precio: 16,95 €. Disponible también en ebook

Argumento

Nos encontramos en el año 2036. El detective J. Solo recibe la misión de encontrar a una mujer que ha desaparecido. Su nombre es Lara Márquez y sólo dispone de una fotografía para encontrarla. No parece un caso especialmente complicado pero las sensaciones que la búsqueda va a causar en J. Solo le van a complicar, y mucho, la vida.EL detective debe dejar la Ciudad amurallada en la que reside para trasladarse a la Ciudad del siglo XX. En una zona de monte, erigirá su tienda de campaña, muy cerquita de otra: la de la mujer desaparecida. Vigilándola con prismático y entrando en su tienda cada vez que puede para leer unos textos que la mujer está escribiendo, J. Solo va a obsesionarse con Lara y plantearse qué está haciendo con su vida.

Impresiones

“Cuando se vacían las playas” es un libro curioso. Raro, entendido en el sentido de diferente, no habitual. Es una mezcla de varias cosas y es difícil catalogarlo en ningún género concreto. En primer lugar, pensamos que estamos ante una novela detectivesca; al fin y al cabo, J. Solo, el protagonista de la misma es detective y tiene la misión de encontrar a una persona desaparecida. Pero hasta ahí llega la parte detectivesca porque lo cierto es que no va a haber ninguna investigación ya que encuentra a la mujer sin ningún esfuerzo casi en las primeras páginas. No es, por lo tanto, una novela detectivesca ni una novela negra, así que no busquéis eso porque no lo encontraréis.La acción se sitúa en un futuro no muy lejano: el año 2036. No han pasado demasiados años pero el mundo no es, ni mucho menos, como ahora lo conocemos. El Estado es más intervencionista que nunca e influye de forma casi total en la vida de los ciudadanos. En aras a su deber de cuidarlos, se aplica la máxima “prevención antes que redención” y la autoridad limita de forma extraordinaria las libertades de los ciudadanos, de tal manera que el Estado se ha transformado en un Estado policial en el que incluso se ha llegado a prohibir fumar, para salvaguardas la salud de los ciudadanos. El máximo exponente es “La ciudad amurallada”, donde J. Solo vive. Frente a esta ciudad, nos encontramos con “La ciudad del siglo XX” donde campan a sus anchas todos los vicios que viven en nuestras sociedades actuales. Quizás no sea tan formalmente perfecta como la aséptica ciudad amurallada pero allí la gente es libre y muchos ciudadanos de la primera tienen la necesidad de huir a la segunda.Desde este punto de vista, podríamos encuadrar la novela dentro del género de la ciencia ficción y, apurando más, entre las distopías. No he leído mucho de este género; de hecho, creo que la única distopía que he leído es la trilogía “Los juegos del hambre” pero si comparo una con otra, me parece que el futuro que se describe en “Cuando se vacían las playas” es mucho más posible, más real. Al fin y al cabo, si exageramos un poco algunas de las características del Estado actual, sobre todo en algunos países, nos encontraríamos, casi, con una sociedad como la que se describe en la novela.EL protagonista absoluto es J. Solo, un detective solitario, inconformista y gran lector (en un mundo en el que no se favorece la lectura, probablemente porque hace pensar y eso no interesa al Estado). La acción va de su mano, narrada en primera persona por él. Este recurso literario normalmente me lleva a identificarme mucho con el personaje, pero no ha sido así en este caso. Probablemente porque no llegamos a saber demasiadas cosas de él. Sí que sabemos cómo es ahora y cómo se siente, pero nada sabemos de su pasado, de las vivencias que ha tenido y que le han llevado a la situación en la que ahora se encuentra. He echado en falta un poco más de profundización en la historia del personaje; no tanto en su psique –que está muy bien conseguida- sino en sus historias anteriores.También he echado en falta mayor profundización en los escenarios. Me costó bastante hacerme con la historia porque no acababa de ver cómo era el mundo que nos describía. Me hice un lío entre las dos ciudades y el parque temático que se describe en la novela y no llegué a saber el porqué la sociedad había llegado a ser así. Y es una pena porque me parece lo más interesante de la novela. Me ha gustado mucho la idea de base y hubiese preferido que la novela se hubiese alargado un poco más y el autor nos hubiese contado más cosas de las dos sociedades.El tema del personaje y de la escenificación es lo único a lo que le puedo poner peros. Porque lo demás, me ha gustado mucho. Especialmente la prosa de Eduardo Iglesias. No había leído nada suyo; de hecho, ni le conocía antes de que Deigar nos presentase este libro, y me ha parecido un autor a tener muy en cuenta. Con una prosa cuidadísima, bella y elegante, muy intimista, dura y descarnada. Cierto que no es un libro para devorar, sino que es de transcurrir lento; pero, a pesar de lo cuidada que es la escritura de Eduardo, al mismo tiempo su lectura no tiene ninguna complicación.La novela tiene mucho de crítica social. Un mundo ¿feliz? futuro en el que el Estado, en su afán de cuidar a sus ciudadanos incluso en sus esferas más personales, ha reducido sus derechos y libertades a la mínima expresión. ¿Es eso lo que queremos? ¿Qué nos cuiden y nos manipulen? ¿O preferimos ser libres a pesar de que utilicemos nuestra libertad para hacernos daño?

Conclusión final

“Cuando se vacían las playas” es un libro difícil de catalogar y difícil de reseñar por lo que lo mejor es que lo leáis para formaros vuestra propia opinión. Es, ante todo, un libro original, que hace pensar. Y que dada su corta extensión se lee en dos sentadas. ¿Os vais a animar a leerlo? 
Fuente: http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com.es/2012/06/cuando-se-vacien-las-playas-eduardo.html?showComment=1340895818655#c6567985979165790591
Hermida Editores

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