Cuando te decepcionan tus amigos

UNO tiene la idea de que los amigos son las personas que te ayudaran, motivaran y se alegraran contigo en tus triunfos; te corregirán pero se mantendrán en tus errores y lloraran contigo en tus tristezas. Pero las cosas no son así. Este mundo se ha vuelto cada vez más egoísta. Irónicamente, pese al acercamiento que nos traen las redes sociales cibernéticas; se produce un alejamiento entre las personas. Bien cierto dice la Biblia que en “los postreros días los hombres serán egoístas…”  La sociedad ha sido condicionada para la búsqueda del éxito material a costa de las relaciones personales. Se ve a la otra persona como un medio. Como una forma de conseguir lo que se desea. ¡Vainas así las ensenan las novelas, los IN – reallitys de la TV! Un colega me sentencio algo que he confirmado: “amigo, la gente quiere tu bien; pero no tu mejoría”. Entendí con eso de que los que se dicen ser tus hermanos de iglesia, colegas de trabajo y compañeros de partido (no en todos los casos, pero si en la mayoría) se alegran de que estés bien mientras eso no afecte el que ellos estén mejor. Nuestro egoísmo incontrolado no concibe que otro sea mejor o este mejor. Es por eso que vemos en la iglesia “hermanos” le dan a la “piadosa lengua viperina” contra jóvenes y otros hermanos que viven la religión de una forma más real y feliz que ellos; en el trabajo, y cito de ejemplo pues es mi área, vemos profesores o profesoras que averiguan la vida de un compañero o compañera que se está destacando. Esos son los colegas son los que no salen de la oficina del director de centro o del distrito, para averiguar y llevar “informes” sobre alguno de sus colegas. Y pasando a cualquier otro trabajo, son los colegas que no salen de tu Facebook para ver lo que publicaste y llevar el chisme a tu jefe. Siendo mediocres, les repulsa el que un colega aspire a mayores puestos en el sistema. ¡Les carcome que otro este en una situación que ellos entienden es mejor que la que viven! En el partido, si uno de los compañeros sobresale, nuestro celo cuasi idolátrico por la imagen del líder de nuestra preferencia, nos lleva a cortar el camino a ese compañero o compañera. Y, seamos sinceros, no lo hacemos por cuidar la imagen del líder; sino por temor a que ese compañero o nos quite nuestro puesto lambonisticamente ganado o que llegue a opacar la imagen del líder que lambonisticamente idolatrado.
¡Y la cosa se vuelve más hedionda cuando quienes lo hacen se decían ser tus amigos! Aunque esa etiqueta es muy especial para darse a todos. Cuando esos dizque amigos te dan la espalda, porque dejaste el camino de la iglesia, porque tienes un pensar propio y ver las cosas diferente; porque aunque eres del partido, no necesariamente tienes que estar 100% de acuerdo con las tonterías que algunos hacen; recibimos un golpe en nuestras emociones. Esa ley del hielo es una forma de someternos y que volvamos al carril nuevamente; sin atrevernos a ir contra la mayoría. Cuando por decisión propia abandone la iglesia, muchos… la mayoría de los que se decían mis amigos y dizque me admiraban, me abandonaron. Sentí la presión y frialdad que recibe cualquier salido de la iglesia por esos que se decían hermanos y servidores de Cristo. En mi trabajo he sido mordido por la hipocresía de quienes se hacen llamar colegas pero solo hasta que ven una mejoría por mi trabajo para sobresalir.
Pero, gracias a Dios, también sobresalieron los verdaderos intereses. Pocos amigos de la iglesia que pese a mi decisión no se avergüenzan en saludarme. Colegas de trabajo que me han mostrado un sincero afecto y admiración y quienes me apoyan en algunas ideas. Cuando los amigos te abandonan es bueno por el hecho de que revela la sinceridad de los mismos y da oportunidad para que los verdaderos también se muestren.
Debemos dejar el egoísmo y concentrarnos más en la felicidad de quienes nos rodean y su bienestar. Si en FB tiene contactos, salúdelos. Y conste que dije “contactos” no amigos. Pues eso de amigos virtuales es una mentira. Claro, eso no cierra a que usted pueda llevar esa relación cibernética al plano real. Tengo amistades reales que nacieron de un contacto en FB. Me he puesto a la tarea de felicitar a mis contactos de FB, de los cuales a muchos no he tratado en persona. Pero si los tengo de contactos o ellos me agregaron, por lo menos siento que debo tratarlos con atención. Respetarlos con sus pensares y actuares. Buscar cosas comunes para la armonía, pero manteniendo nuestras individualidad. Yo tengo la semilla del egoísmo como todo ser humano; pero cada día aprendo en la clase de “para ser feliz deja de tomarte tan en serio”. ¡Es bueno que se piense!