Revista Cine

Cuando todo está perdido (All Is Lost), Estados Unidos 2013

Publicado el 05 febrero 2014 por Cineinvisible @cineinvisib

Dos de las aventuras cinematográficas más excitantes del año pasado (Gravity y Cuando todo está perdido), tenían como protagonistas a dos individuos, en grave peligro y aislados del resto de la humanidad, lo que les impide contar con la ayuda de nadie. El cine actual refleja la realidad y, en 2013, parece que le pesimismo se ha acrecentado. AI5Si el año anterior, en Argo, la situación era igual de complicada, al menos se podía recurrir a alguien (por  supuesto, no un político) pero ahora ya ni siquiera existe nadie que conozca el terreno o que nos pueda echar una mano. Sandra Bullock, en pleno espacio sideral, o Robert Redford, literalmente con el agua al cuello, representan, en unas excelentes metáforas, al ciudadano medio en una situación de aguda crisis (al fin y al cabo, en la actual crisis financiera).AI6Situación que, en ambos casos, ha sido creado por una explotación abusiva de los recursos o una falta total de respeto por el medio ambiente (basura espacial o contenedores que atraviesan miles de kilómetros contra toda lógica comercial). Estas películas consiguen que los espectadores, inconscientemente, nos sintamos de inmediato identificados.AI4Por eso no es de extrañar que, sin salirse de su tema preferido, J.C. Chandor, el director que mejor había hablado de la crisis económica en su versión ficción, con su sublime Margin Call (en documental, nada supera el excelente Inside Job), continúe hablando de los mismo. Bueno, en realidad, todo lo contrario porque, si en su primer y anterior filme se basaba totalmente en la palabra, esta película sólo contiene un par de interjecciones y una palabra (rotunda y necesaria).AI2Un único actor le ha bastado al director para dejarnos con la boca abierta. Robert Redford, con su casi 80 añitos, está que se sale de la pantalla. Impecable, en plena forma, retenido, expresivo e inspirado en una historia que relata un naufragio en el Océano Índico, a bordo de un pequeño velero.AI7En este mes de febrero, el protagonista muestra un amor sin límites a la vida. La necesidad imperiosa, visceral y tan humana de seguir, siempre y contra todo y todos, luchando. Si Gravity me gustó, reconozco que Cuando todo está perdido me cautivo desde el principio hasta el final. No sólo por la proeza técnica de un rodaje que se adivina complicado (por cierto, en los Estudios Baja de México, lugar de rodaje de un clásico, Titanic) sino por la inteligencia de su guión, la riqueza de las situaciones y por conseguir, ante todo, tenerme una hora y media hipnotizado ante un actor, tan sumergido en su papel, como hacía tiempo que no se veía en la pantalla.


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