¿De qué va?
Un marinero (Robert Redford) que viaja en solitario a bordo del Virginia Jean, se despierta en medio del océano descubriendo que un contenedor que flota a la deriva se ha estrellado contra su barco, que queda gravemente dañado y que tarde o temprano acabará hundiéndose. Empieza en ese momento una lucha contra todo para evitar lo que parece que será una muerte segura.
La crítica
Las películas en la que toda la acción pasa en un sólo escenario y con pocos, o como en este caso, un único personaje en pantalla, son armas de doble filo, porque si lo que cuentas no es lo suficientemente atractivo para el espectador, puedes aburrirlo con rapidez. 'Cuando todo está perdido' no pierde el tiempo en explicarnos trivialidades sobre el personaje de Redford. No sabemos dónde va, ni a qué se dedica, ni por qué viaja solo... De hecho, ni tan siquiera sabemos su nombre.
La película empieza cuando Redford despierta descubriendo que algo ha impactado contra su barco y que todo se está inundando de agua. Al personaje le suponemos la suficiente experiencia como marinero porque afronta el problema con calma, incluso en momentos de más tensión, como cuando el barco se dirige hacia una tormenta que no va a hacer otra cosa que aumentar la gravedad del problema. Y no sólo será una tormenta lo que le dará quebraderos de cabeza al héroe (o víctima) del film, ya que poco a poco las esperanzas de sobrevivir se van reduciendo a medida que las opciones que tiene el personaje de solucionar sus problemas cada vez son menores.
Era fácil caer en una interpretación exagerada por parte de Robert Redford. En muchas ocasiones podría habernos ofrecido escenas en las que arrodillado en su barco podría haber alzado los brazos y mirando al cielo, gritar de la forma más dramática posible. Y a pesar de que hay un momento en que el personaje grita por su desesperación, lo hace de forma contenida.
El rostro curtido de Redford yesa contención le otorgan al personaje y a la película una veracidad extra, aunque en muchos momentos las escenas que vemos podrían ser hasta aburridas. Ver a Robert Redford achicando agua casi sin inmutarse no sería ejemplo de escena apasionante. Pero la virtud de J.C. Chandor, el director de la película, es la de mostrarnos esos momentos insustanciales igual de apasionantes que otros momentos mucho más agradecidos y trepidantes para el espectador, como los de la tormenta, en las que sí que vemos sufrir de verdad al protagonista.
A pesar de ese sufrimiento, el problema más importante de la película es que tal vez llega un momento en el que te da igual lo que pueda pasarle al personaje. Esa frialdad o entereza que demuestra Redford durante todo el metraje y que tan bien le sienta a la película acaba consiguiendo un efecto quizá no deseado.
'Cuando todo está perdido' es un film recomendable que los expertos en temas marítimos disfrutarán mucho más, pero que para los neófitos en el asunto supone un perfecto manual de cómo sobrevivir en alta mar. Así que cuando vayáis a verla prestad mucha atención a todo lo que hace Robert Redford por si un día vuestro barco naufraga en alta mar...
Información de más
- Para el rodaje se han utilizado tres barcos iguales, filmando escenas en alta mar, en un tanque y en un estudio.
- Robert Redford fue nominado a los Globos de Oro por su papel en el film.
- El actor ha comentado que para preparar su personaje pensó mucho en otro film interpretado por él mismo, 'Las aventuras de Jeremiah Johnson', en el que el personaje también debe elegir entre rendirse o seguir adelante.