Revista Comunicación

Cuando un cerrajero se convierte en un amigo

Publicado el 09 febrero 2019 por Cristianmonroy

Nadie está a salvo de no tener que llamar a un cerrajero a lo largo de su vida, empezando porque aunque se tenga la mayor de las cautelas, una cerradura con el paso del tiempo comienza a mostrar deficiencias.

Además, existen otros contextos bastante frecuentes donde la participación de este tipo de profesionales se hace imprescindible.

Cuando un cerrajero se convierte en un amigo

4 situaciones comunes donde interviene un cerrajero

Una cerradura cualquiera es un elemento que por sí mismo es capaz de salir en muchas películas a pesar de tratarse de algo inanimado, básicamente porque es el principal actor para dar acceso a una vivienda.

El problema radica en que a veces permite entrar a quien en principio debe prohibir la entrada y en ocasiones obstaculiza el acceso a quien realmente lo tiene. Y es aquí donde la figura de un buen cerrajero se hace crucial, no solo por ser quien tiene la solución, sino porque además la presenta en un tiempo récord.

A continuación veremos cuatro contextos donde la intervención de esta figura se hace crucial.

Pérdida u olvido de las llaves del hogar

Las prisas son la causa principal para que una persona olvide las llaves de su domicilio en el interior de su casa. Esto supone que tenga que recurrir a algún familiar con una copia (detalle que muchos también pasan por alto) o romper una ventana y entrar por ésta en caso de que el inquilino viva en una casa.

La mejor solución, antes que recurrir a estampar una piedra contra los cristales, está en la de llamar a un cerrajero de confianza, uno de esos que es capaz de abrir las cerraduras sin tener que romper la puerta o la misma cerradura y que además se presente en el lugar indicado en un plazo no superior a los 15 minutos, independientemente de la hora a la que se le haya llamado.

Mister Smithlock, por ejemplo, cuenta con una red de cerrajeros con presencia en toda España que están disponibles las 24 horas todos los días y pueden solucionar cualquier problema posible.

Apertura de cajas fuertes

Hay que pensar que una caja fuerte está pensada para que el acceso sea lo más complicado posible. Un acceso que incluso puede llegar a ser complicado hasta para el mismo usuario, ya que cuenta con unos mecanismos muy sensibles que hacen que se puedan atrancar, sobre todo si la manipulación no es la más apropiada.

En estos casos, también hay que llamar a un cerrajero, ya que lo más normal es que el cliente quede bastante lejos de poder abrir un elemento hecho para no ser abierto por cualquiera.

Reparación de puertas automáticas de garaje

Bien sea en una comunidad de vecinos o en una zona de más tráfico de vehículos como un centro comercial o un lugar de trabajo, las puertas automáticas para los vehículos pretenden facilitar un uso más cómodo a los conductores a fin de facilitarles el acceso más instantáneo y sin tener que bajar del vehículo.

Ocurre que esa misma ventaja, con el paso de los años, se puede convertir en un problema puntual que sólo puede ser resuelto por un cerrajero. Y es que después de mucho uso, lo más normal es que los mecanismos que se encargan de abrir la puerta comiencen a deteriorarse hasta que llegue el día que no respondan a las peticiones de aquellas personas que quieren sacar su vehículo del parking.

Acceso de intrusos en el hogar

La peor de todas. Y en este caso el problema, más que la cerradura, es la pérdida de pertenencias que los ladrones hayan podido hacer en la vivienda.

Precisamente por ese motivo es por el que hay que tener cuidado con la instalación de la cerradura. Si está es vieja, lo más probable es que los intrusos estén familiarizados, por lo que el acceso no les será muy complicado…

Dificultar el acceso a los ladrones

Hay que ponérselo difícil a los delincuentes profesionales y la mejor forma es, además de instalar más seguras medidas de seguridad, instalar una cerradura de última generación o incluso una cerradura electrónica, sobre todo si lo que se tiene que salvaguardar es más susceptible a ser sustraído, como lo que se puede encontrar en un negocio o en una empresa.

Existen varios tipos de cerraduras electrónicas que, además de proteger con mayor seguridad, llegan a ser más prácticas para el usuario, pues en algunos casos permiten que tengan que olvidarse de no tener que llevar nunca más llaves en los bolsillos.

A continuación se mostrarán algunos de los modelos de cerraduras electrónicas más eficaces que se pueden encontrar.

Cerradura de huella digital

Este tipo de cerradura quizás sea más apropiado para empresas y negocios. El funcionamiento principal de este tipo de seguridad es que únicamente ofrece el acceso a aquellas personas que previamente han guardado sus huellas dactilares en la base de datos.

Es posible que todavía existan algunas suspicacias acerca de este tipo de cerraduras, ya que es posible pensar que su adquisición e instalación pueden ser caras, cuando no es así, o porque también pueden presentar problemas y no abrir la puerta.

La tecnología de hoy cada vez es más eficiente y no hay motivos para pensar que una cerradura digital pronto comience a dar problemas. El prisma es resistente a todo tipo de golpes y ralladuras y las baterías tienen un ciclo de vida de hasta 3 años.

Cerradura de contraseña

Está es más común. El funcionamiento de esta también es muy simple. Simplemente se ha de introducir una contraseña que puede ser modificada tantas veces como se desee. Eso sí, se recomienda que esta contraseña sea lo más compleja posible pero que a su vez sea de fácil memorización para el huésped.

Con un diseño que en mucho casos resulta atractivo y combinable con la puerta, las cerraduras de contraseña también cuentan con una batería cuya duración ronda los dos años. aunque también es más apropiada para empresas, puede ser instalada sin problemas en cualquier vivienda.

Cerradura de llave

Más que cerradura de llave, lo correcto sería decir cerradura combinada con llave. Son cerraduras electrónicas de contraseña a las que además de introducir el password pertinente y posteriormente introducir la llave.

La tecnología vuelve a quedar del servicio del cliente, a quien cada vez le proporciona mayores sistemas de seguridad.

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