Cuando usted es el nuevo jefe en la oficina

La emoción del "puestazo" nuevo se apagó en el instante que tuvo al frente a su equipo. Es cierto el sueldo es bueno, el cambio viene bien y la línea de carrera parece estar en la vía correcta, pero lo que no había recordado es que su nueva jefatura lo enfrenta al reto de manejar todo un equipo. De pronto se siente inseguro, las miradas fijas en todos sus actos lo hacen pensar que no lo quieren allí, que ellos tienen sus métodos y no estarán dispuestos a adoptar ni valorar los suyos.Alto allí. Luz roja. Pensamiento erróneo. Ningún equipo le cerrara las puertas si sabe cómo acercarse, y mas bien, si se siente rechazado puede terminar por alejarlos a ellos.Lo primero que se aconseja es llegar con una actitud abierta y positiva. Convocar a una reunión de equipo y comunicar sus retos. Sostener reuniones con cada miembro por separado para generar un acercamiento personal y conocer las metas individuales y las cargas que cada uno tiene. El nuevo jefe debe averiguar cómo percibe cada uno su trabajo y cúal es su rol en la organización. "Deberán acordar los objetivos centrales e individuales de cada uno".El siguiente paso, es iniciar la misión de alinear al grupo y hacer un plan de equipo. El jefe tiene que tener claro que tiene que llegar a aprender, debe saber lo importante que es que el equipo tenga éxito, pues los logros del grupo van a ser los logros de él.Hay que destacar la importancia del que el nuevo jefe conozca la cultura de la organización, pues de otro modo se arriesga a ser mal interpretado por el equipo.Nunca es fácil ser el nuevo jefe, pero los empleados en general aprecian que los jefes muestren interés.Recomiendo tres preguntas claves a hacer a cada miembro del equipo, por parte del nuevo jefe.

• ¿Cúal es el reto principal que tiene tu posición?
• ¿Qué es lo que más te preocupa de ese reto?
• ¿Qué puedo hacer yo para ayudarte?

Lo que un jefe NUNCA debe hacer:

• Llegar a imponerse por el rango que tiene
• Imponer ideas o cambios sin conocer la organización
• Traer a su propia gente y hacer reuniones solo con ellos, generando bandos.
• Tener preferidos
• Trabajar encerrado
• Entrar con el pie en alto

Se recomienda colocar un buzón de sugerencias anónimas, como señal de apertura de ideas.