¿Cuánto tiempo te quedarás conmigo? ¿Preparo café o preparo mi vida?
Antes que nada, que no dependa de otro la respuesta.
Mejor, tómate un café contigo.
Libérate de experiencias no tan felices.
Aprende de lo que has vivido.
Piensa si lo que elijes como pareja responde a lo que realmente es importante para ti .
Entiende que nadie en este mundo debería llegar a tu vida para completarla.
Primero, quiere a la única persona que estará contigo toda tu vida, tú mismo.
Tú eres un ser completo.
Estas son un poco las premisas del . De alguna manera, sin importar el orden en el que fueron expuestas, revisar esos aspectos significa hacer un espacio en nuestra vida y prepararnos para vivir un amor más sano , más genuino, tal vez más intenso y por qué no más verdadero.
¿Será verdad eso de que creamos el amor?
Veamos, cada uno de nosotros a lo largo de nuestra vida, hemos ido incorporando vivencias y creencias (sociales, familiares y espirituales) que son, en cierto modo, el tamiz de todas nuestras relaciones. En base a estas creencias (conscientes e inconscientes) hemos ido condicionando nuestras elecciones y somos responsables, que no culpables, de nuestras relaciones con los demás y, por ende, del amor que hemos creado en nuestra vida.
Por ejemplo, si pensamos que no valemos lo suficiente, no seremos merecedores de un amor sano; si pensamos que sólo nos querrán por lo que tenemos, así será. Lo que pensamos, sucede y atrae. Por ello, es importante revisar qué creemos con respecto al amor.
Por ejemplo, Arthur C. Clark, famoso autor de novelas de ciencia-ficción, decía que gran parte de las personas llegan a enamorarse de parejas que no existen; que más bien se enamoran de sus proyecciones, de sus sueños, ilusiones y necesidades propias. Es decir, no hay una relación de igual a igual, sino más bien una idealización, una relación basada en las expectativas que uno deposita y proyecta en el otro.
Asimismo, están quienes buscan que el otro llegue por fin para compensar una carencia propia: "Necesito que alguien me mime, me respete". No podemos permitir que nuestra autoestima esté sostenida en una valoración ajena (por mucho enamoramiento que haya). Además, del mismo modo podría darse vuelta arbitrariamente la cuestión: "Si no me trata bien, si no me respeta, ¿entonces no valgo?".
El amor maduro, según el reconocido psicoanalista alemán Erich Fromm, es aquel donde existe una unión en la cual cada uno preserva, cuida y respeta la propia integridad e individualidad. Pero como hemos visto, esto no siempre se cumple. De hecho, muchas personas buscan tener pareja , sin tener claro qué es realmente lo imprescindible para ellos en una pareja, qué es lo superfluo o qué tipo de relación quieren. Resulta más fácil perseguir "conocer a alguien", sin haberse conocido a sí mismos o quedarse sentado esperando a que sencillamente llegue, sin haber sorteado sus miedos, sin haber cuestionado sus creencias o sin haberse tomado -nunca- un café a solas.
Quizá por ello, te hayas visto t ropezar con la misma piedra varias veces o sientas que no has escogido bien. Pero si lo piensas bien, es posible que hayas dejado que el destino decidiera por ti y te trajera a "la persona". Pero esto no funciona así. De hecho, si de repente te quedaras en el paro, ¿verdad que no te quedarías pasivo e inmóvil esperando a que milagrosamente un día alguien te ofrezca un trabajo? Pues lo mismo ocurre con el amor. No esperes a abrir la puerta y que aparezca lo que realmente quieres si no has trabajado por tu parte.
Lo bueno es que si quieres, puedes cambiarlo.Tal y como mencionábamos al inicio, el primer paso para todo es entendernos como seres completos. En este sentido, el coaching para el amor se centra primero en que establezcas una relación sana contigo mismo: respetarte, valorarte, cuidarte y ser nuestra primera persona especial. Cuando ya alineamos la base, ya podemos pensar en la persona que deseamos a nuestro lado, decidir qué queremos, soltar las creencias que nos limitan, gestionar las dudas o miedos y ponernos en acción.
Cuando damos el paso y nos animamos a gestionar nuestras creencias limitantes y a enfrentar y resolver nuestras dudas y miedos, estamos en condiciones de pensar y decidir sobre qué tipo de persona deseamos a nuestro lado.