Revista Arte

¿CUANTO VALE UNA PERSONA? por Manu Medina

Por Manuelmedina @manuelmedina66

¿CUANTO VALE UNA PERSONA? por Manu MedinaEs notorio que en el mundo del arte los condicionamientos sociales nos determinan y nos hacen creer que hay algo que nos gusta o nos disgusta porque tenemos en la recamara de nuestras vivencias algo con que valorar o simplemente comparar. Estar abierto a nuevas experiencias, a nuevas vivencias nos lleva primero a ponerlo en cuestión, y luego dependiendo de la actitud a la aceptación o al rechazo del mismo. Pues bien aquí os presento una formula realizada por Victor Küppers - licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Doctor en Humanidades-

v = (c+h) x a

Para comenzar explicaremos que es la C? Conocimiento, ¿qué es la H? Habilidad. Para todo en la vida hacen falta conocimientos, para poner una cerveza tras la barra de un bar hace falta conocimientos, para trabajar como financiero hace falta conocimientos y para ser presidente del parlamento hace falta tener conocimientos.

Luego viene la H,  para todo en la vida la habilidad, la experiencia cuenta, ¡y mucho! Las habilidades para la Vida son comportamientos aprendidos que las personas usamos para enfrentar situaciones problemáticas o no de la vida diaria. ... Un elevado nivel de desarrollo en Habilidades para la vida facilita a la persona: Tener éxito en los distintos procesos de su vida, y en nuestro particular en el desarrollo de la creación y el arte. Mejorar su credibilidad, respeto, reconocimiento, etc.

Y por último viene la actitud, ¿qué es lo importante de la fórmula?, lo importante de la fórmula es que la C (conocimientos) suma, la H (habilidades) suma,  pero la A (actitud) multiplica la diferencia entre un actor famoso y un actor con discapacidad intelectual, no está ni en la C (conocimientos), ni en la H (habilidades), está en la A (actitud). Tu eres un gran interprete porque tu actitud es de apertura y de entrega a los proyectos en los que te sumerges. Lo que eres, no es porque tengas muchos conocimientos, tu no eres una persona grandísima porque tengas mucha experiencia, tu eres una persona grandísima por tu manera de ser, por tu postura ante el trabajo, por tus ganas de enfrentarte a desafíos, por tu sueños, por lo que amas.

A ti nadie te aprecia por lo que sabes o los títulos que tienes, nadie te aprecia por los años que llevas trabajando, o por tus habilidades, a ti te aprecian por tu manera de ser, por como te enfrentas a las adversidades, por la capacidad de Resiliencia que tienen muchas personas con discapacidad, por la manera que tienen de convertir el veneno en medicina, y por el contrario todas las personas que cosifican su manera de hacer, por aquello que poseen, por aquello que venden y no son, por quedarse en una rama del árbol y no ver el árbol entero,  que representan ser, cuando lo que son, son meros transmisores de lo que otros fueron, etc. Por todo esto y por más, estas personas tienen una forma de ser de mierda.

Todos los directores y directoras de cualquier compañía que desprendan esperanza, sueños, posibilidades, autoconocimientos, relaciones de ayuda con otras personas, estas a mi juicio son fantásticas, y por lo tanto tiene una manera de ser fantástica, y todas estas compañías que tienen una actitud y palabras de desaliento, de desesperanza, de resentimientos, de los que critican sin ofrecer posibilidades, etc. estos, pues estos son personas de …. Pues eso. 

Yo he escuchado barbaridades sobre el teatro inclusivo “esa cosa rara que tu haces “ “eso de inclusivo es un arte menor” “ ”¿ y las personas discapacitadas saben hacer teatro?” “eso son tonterías” etc. 

Ante estos juicios de valor a ti lector te hago una pregunta, piensa en los jefes, directores, que has tenido, ¿con cual te quedarías?. 

Yo no digo que la C y la H no sean importantes, no hay nada peor que un inútil motivado. Claro que el conocimiento es importante, pero yo no elijo sólo a las personas con las que trabajo por sus conocimientos y habilidades, los elijo también por su manera de ser. 

En el plano personal es mucho más fácil. Nosotros ¿como elegimos a los amigos? ¿Por sus conocimientos, por sus habilidades o por su actitud?. Nadie elige a sus amigos por su currículum, lo elegimos por la manera de ser. 

Si le preguntáramos a nuestro hijos ¿qué tal tu madre? Y este respondiera “no, la verdad es que mi mami es fantástica” bien pues cuéntanos, “ pues 14 años de experiencia en su sector”. Seguro que esta no seria la respuesta más acertada ya que nuestros hijos no nos califican por los conocimientos o las habilidades que tenga la madre. Estos nos definen por nuestra manera de ser.

De esta misma manera es como en el mundo de las relaciones humanas nos definimos unos a otros. Nos acercamos o alejamos de alguien por la actitud que tenga ante la vida, y cuando nos dejamos llevar por las definiciones Habilidad o Conocimiento, lo que estamos haciendo es cosificar a la persona, reducirla a unos resultados, olvidando por completo la manera de ser, es decir la actitud ante la vida.

El conocimiento y la habilidad suman, pero la actitud multiplica.

Victor Küppers


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