Una investigación conjunta del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos y del Centro Superior de Investigación en Salud Pública, acaba de dar a conocer el mapa de la microbiota bacteriana (conjunto de bacterias) presente en la leche materna. Gracias a este trabajo podemos saber cuántos tipos de bacterias contiene la leche materna, según el mapa realizado mediante la técnica de secuenciación masiva de ADN, son algo más de 700 especies. A partir de los resultados de esta investigación, se pueden conocer qué variables influyen en la riqueza microbiana de la leche materna, recordemos que este alimento tiene un papel muy importante en la formación de la flora bacteriana del bebé.
Como decíamos, los investigadores encontraron más de 700 especies bacterianas en una muestra de calostro, mucho más de lo que se suponía en un principio, también se han recogido muestras de leche en diferentes momentos de la lactancia, tras el parto y durante los 6 primeros meses. A raíz de los resultados obtenidos se desprende que en el calostro, los géneros bacterianos con más presencia son las bacterias Weissella, Leuconostoc, Staphylococcus, Streptococcus y Lactococcus. En cambio, las bacterias presentes en el fluído que se desarrolla entre el primer y sexto mes de lactancia son típicas de la cavidad bucal, como por ejemplo la Veillonella, Leptotrichia o Prevotella. No se sabe si estas bacterias colonizan la boca del bebé o si por el contrario, las bacterias entran en la leche materna cambiando su composición.
Según el estudio que hemos conocido aquí, la leche materna de las mujeres que han ganado más kilos de los adecuado durante el embarazo, contiene menos variedad de especies de bacterias, como sabemos estas bacterias determinan cómo será la flora bacteriana del bebé. Parece ser que el tipo de parto también influye en el mapa de la microbiota bacteriana, existen diferencias claras entre la leche procedente de una madre que ha sido sometida a una cesárea y la leche de una madre que ha tenido un parto natural, pero además, existen diferencias entre las cesáreas programadas y las cesáreas no programadas, en este último grupo la leche de las madres se asemeja mucho a la leche de las que han tenido un parto vaginal.
Por tanto, parece evidente que el estado hormonal de las madres antes del parto juega un papel importante en la composición de la leche. Los investigadores apuntan que la carencia de señales de estrés fisiológico y señales hormonales propias del trabajo de parto, son factores que influyen en la diversidad bacteriana presente en la leche materna. El siguiente paso en la investigación es determinar si estas bacterias tiene un papel metabólico y contribuyen a ayudar al lactante al proceso de digestión de la leche, o contribuyen a distinguir entre microorganismos beneficiosos o extraños y peligrosos, lo que indicaría un papel de carácter inmunitario.
Cada nueva investigación realizada sobre la leche materna desvela nuevas propiedades y características de este alimento, éstas permitirán desarrollar estrategias de alimentación para mejorar el sistema inmunitario y la salud de los bebés. Los investigadores apuntan que si las bacterias descubiertas tienen un papel importante en el desarrollo del sistema inmune, se podrían adicionar por ejemplo a las leches de continuación o de fórmula, para reducir el riesgo de que los niños sufran enfermedades autoinmunes, alergias, etc. Posiblemente no tardaremos mucho en conocer el resultado de las nuevas investigaciones que ahora se plantean a raíz de los resultados obtenidos, podéis conocer más detalles a través de este artículo de la revista científica American Journal of Clinical Nutrition.
Foto | NiDerLander
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¿Cuántos tipos de bacterias contiene la leche materna?