Tras la " prueba de toque" del fin de semana pasado ya tenemos un poco más claro a qué vamos a los diez mil del Soplao: a pasarlas canutas. En una ruta equivalente a la mitad de lo que nos vamos a encontrar el 21 de Mayo (unos 87 kilómetros y 2400 metros de desnivel) acabamos tocados, así que tocará afinar al máximo el día de la prueba y despejar todas las incógnitas de la ecuación para intentar la machada.
Por eso celebramos la semana pasada el "cónclave del Soplao" Chema, Jose Pablo y yo en una taberna de Madrid. Para tomar nota de la experiencia del profe Chema en esta prueba tan dura (va a por su quinto Soplao consecutivo) y poder contaros algunos consejos para los diez mil del Soplao.
Consejo uno: planifica el perfil de la ruta
A los diez mil del Soplao van muchos bikers y no todos son "profesionales". Hay mucho aficionado que viene a descubrir cómo es una prueba de este calibre y que no la lleva preparada como se merece. Es habitual ver corredores que salen a un ritmo muy superior al que deberían llevar si lo que buscan es llegar a la meta de Cabezón de la Sal.
El primer consejo que nos dio Chema fue precisamente evitar "fliparnos" al principio. Hizo especial hincapié en el primer tercio de la prueba, el que llega hasta Ruente (kilómetro 56). Toda esta parte es un rompepiernas y es fácil caer en la tentación de mantener un ritmo elevado porque la excitación de la competición, el ritmo de los demás y el apoyo del público animan a ello. Las subidas no son de las más largas de la prueba, pero el continuo subir y bajar, sumado al elevado número de participantes que hay en esta fase de la prueba la convierten en una trampa que puede dejarte tocado para el resto del recorrido.
Es aconsejable llevar el perfil de la prueba impreso y accesible durante el recorrido para saber en todo momento dónde te encuentras y si puedes apretar un poco (o reservar, claro).
Para Chema, estas primeras subidas pueden dejarte más tocado que las que suben hasta el alto del Moral (kilómetro 73) o Fuentes (kilómetro 103). Ojo: estas últimas son subidas muy largas y con elevada pendiente en algunos tramos. Lo que nos quiso transmitir es que estas dos subidas permiten mantener una cadencia cómoda (según el ritmo de cada uno) para atacarlas con garantías.
Del Negreo casi ni hablamos: si has podido llegar hasta Renedo de Cabuérniga (donde, por cierto, tenemos el alojamiento JP y yo) hay que intentarlo. Para desgracia de cualquier biker, el Negreo es el puerto que tiene peor fama de todo el Soplao 😀
Consejo dos: la ropa para los diez mil del Soplao
El tiempo es muy cambiante en Cantabria en esa época del año. Es recomendable llevar ropa de todo tipo hasta el alojamiento y tomar la decisión según se vaya acercando el momento de la salida. El consejo que os doy según mi experiencia en las pruebas largas en las que he participado: intentad evitar pantalones/mallas largas de invierno. En una prueba de este calibre es condenarse. Lo ideal es llevar un culotte corto tipo BIB (con tirantes) que tenga una buena badana y, si hace frío, recurrir a perneras. Los culottes largos de invierno los llevaría sólo si están muy definidas las malas condiciones meteorológicas.
Para la parte de arriba seguiría el mismo patrón: un maillot cómodo de entretiempo que se pueda complementar con unos manguitos si cae la temperatura. Aparte de eso, por supuesto, una chaqueta que podamos quitarnos y echar a la mochila. Es importante que lleven bolsillos para guardar la comida y el material. Por lo demás, es aconsejable llevar un chubasquero "plegable" que quepa en un bolsillo de la chaqueta o maillot. Lo agradeceremos en alguna que otra bajada.
Otro truco de veterano es llevar una bandana o sotocasco finito para evitar que el sudor nos gotee por la cara y nos proteja del frío o de los rayos solares.
Sobra decir que el día de la prueba no hay que estrenar nada. Los experimentos, en casa y con gaseosa. Hay que ir con ropa que sepamos que no nos va a destrozar el culo, los pies, las axilas, los pezones... Acordaos también del truco de la vaselina para las zonas de roce.
Consejo tres: la alimentación
Antes de la prueba:
Dos o tres días antes es recomendable empezar a meter abundantes hidratos de carbono en nuestras comidas para ir llenando los depósitos de glucógeno . Éstos son principalmente las pastas, el arroz, el pan, los cerales, las frutas, miel, azúcar, patatas... Dentro de los hidratos hay un grupo que interesa especialmente: los complejos, ya que liberan la energía más lentamente. Son principalmente los cereales, pastas y arroces.
Es muy importante beber agua en abundancia los días anteriores y controlar el color del pis para ver si nos estamos hidratando bien. Debe tener un color claro, casi transparente.
No dejéis el desayuno de la prueba para el final. Es aconsejable hacerlo con dos horas de antelación por lo menos. Tampoco os pongáis a innovar: alimentos ricos en hidratos que sepáis que no os van a sentar mal.
Durante la prueba:
La prueba está bastante bien organizada y hay avituallamientos cada 30 kilómetros aproximadamente. En ellos es importante comer algo ligero y beber siempre. Entre uno y otro habría que ir haciendo pequeñas ingestas, cada 45 minutos más o menos. Lo habitual es fruta, frutos secos, geles o barritas, pero hay alternativas. Llevar cosas que se puedan comer fácilmente sobre la bici y que se puedan llevar muy a mano.
Beber durante la prueba no debería suponer un problema. Con un par de bidones grandes debería ser suficiente para llegar de un avituallamiento a otro, pero si eres de los que bebe como si no hubiese un mañana considera llevar la mochila de hidratación.
Después de la prueba:
Aquí no os voy a dar consejos. Me quedo con el chuletón de Tudanca que nos ha prometido Chema 😀
Consejo cuatro: la bici
Importantísimo llegar con todo bien revisado y ajustado, sobra decirlo.
Por lo visto, durante la prueba hay zonas en las que las bicis se llenan de barro y los propios vecinos te ayudan a limpiarlas sacando a la calle sus mangueras. Aquí sería aconsejable engrasar un poco la transmisión para intentar que sufra lo menos posible. Pero no os llevéis el bote de 3en1 al Soplao: usad sobrecitos monodosis de aceite de oliva. De ese que se usa para las ensaladas. Ocupan poco espacio y pueden salvarnos en estos casos (este truco sí que es bueno, ¡eh!).
Siempre es mejor llevar el peso sobre la bici que sobre nuestras espaldas. Los que me conocen saben que odio llevar mochila, aunque creo que en una aventura como esta no me va a quedar mucha opción. En el cónclave estuvimos debatiendo sobre si era recomendable hacer uso del portabultos con una pequeña alforja (tipo topeak mtx
) y llevar ahí todos los repuestos y ropa que vayamos a necesitar, evitando cargar nuestra espalda con ese peso. El agua irá en los bidones, como he comentado antes.Bueno, pues espero que estos cuatro consejos para los diez mil del Soplao (aunque han sido unos cuantos más) os sirvan de ayuda para vuestras pruebas de larga distancia. Ya me contaréis lo svuestros para que vayamos ampliando esta lista.