La subasta se realizará el 30 de septiembre y entregará seis licencias para operar la frecuencia de 700 MHz, algunas de cobertura regional y otras de cobertura nacional, precisó en una nota el regulador Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
El organismo espera recaudar al menos unos 7.700 millones de reales (unos 3.300 millones de dólares al cambio actual), la suma de los precios mínimos que exige para cada una de las concesiones, consignó de su lado la prensa brasileña.
Las cuatro empresas ya operan en Brasil y las tres primeras dominan el mercado: Vivo, de la española Telefónica, es la líder, seguida de TIM, filial de la italiana Telecom Italia. Claro, del grupo mexicano América Móvil, también está entre los mayores actores del sector. Las tres ya operan también con tecnología 4G tras una licitación de 2012.
El tercer actor del mercado sin embargo es la brasileña Oi, que desistió de participar en la licitación alegando que dará prioridad a otros proyectos de inversión, ya que "la frecuencia licitada sólo podrá ser usada plenamente en 2019", según precisó la empresa en una nota al mercado.
Actualmente en Brasil la telefonía de cuarta generación opera en la frecuencia de 2,5 MHz.
La frecuencia ofrecida en esta nueva licitación permite que las comunicaciones sean más rápidas y que alcancen mayores distancias con menos equipamientos, destacó Anatel.
"Será posible llevar telefonía móvil de cuarta generación e internet de banda ancha de alta capacidad incluso a áreas rurales a un costo operacional más bajo", destacó la agencia brasileña.
Anatel dijo sin embargo que las empresas ganadoras de la licitación deberán correr con los gastos de "medidas necesarias para la superación de eventuales interferencias perjudiciales en relación a la TV Digital (que utiliza una frecuencia próxima) o la redistribución de los canales de TV".
En la subasta del 30 de septiembre se esperaba que participara algún grupo extranjero sin actuación en Brasil, pero eso finalmente no se concretó.