Para que los niños pequeños puedan llevar su merienda o sus aperitivos saludables sin riesgo a que se puedan caer al suelo, nada mejor que utilizar un cuenco infantil para snacks como el que nos presenta la marca estadounidense Boon.
Se trata de un cuenco con una tapa que sólo se abre cuando se realiza presión con la mano, al sacar la pieza de fruta se cierra de forma hermética evitando que se produzca un derrame, la caída de los snacks o la entrada de la suciedad y el polvo ambiental. Las asas facilitan que los niños puedan transportar la comida con facilidad y sin riesgo a que se les resbale.
Todas las piezas del bol están fabricadas con materiales plásticos de gran calidad, muy resistentes a los golpes y libres de elementos químicos o materiales que puedan afectar a la salud, como por ejemplo los ftalatos, el bisfenol A o el PVC. La limpieza del bol infantil para snacks es sencilla, basta con desmontarlo e introducir las piezas por separado en el lavavajillas, aunque también se puede lavar a mano.
Es un cuenco indicado para bebés a partir de nueve meses, sólo está disponible en los colores que veis en la fotografía y su relación calidad/precio es bastante buena. Si os interesa, podéis adquirirlo en tiendas de bebés por un precio que ronda los 9 euros, para más información os recomendamos acceder a la página oficial de Boon.
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Cuenco infantil para snacks