Era Navidad y una pequeña estrella brillante de nuestro cielo inmenso, miraba con entusiasmo hacía la Tierra curioseando.
Miraba, buscaba e intentaba comprender, porqué en aquella época del año, todo se llenaba de luces y grandes árboles decorados.
Porqué se sentía un ambiente de especial alegría y calidez, a pesar del frío a pesar de que todo estaba helado.
A veces, las tupidas nubes de lluvia o nieve, le tapaban la vista, cubrían el cielo estrellado.
Como podía, intentaba colarse entre ellas, para poder seguir viendo todo lo que ocurría allí abajo.
Las demás estrellas, no entendían muy bien, porqué tanta curiosidad en algo tan lejano.
Pero el interés de la pequeña estrella crecía aún más, cuanto más le decían lo contrario.
Una noche se fijó especialmente en un árbol, que no tenía estrella en su copa, apenas tenía adornos, y solo un par de luces que aún no se habían apagado.
Quiso entonces la estrella bajar y posarse en la copa de aquel árbol, quizás así podría descubrir de cerca, todo lo que tanto había buscado.
Pudo observar a una familia en otra habitación, sentada en torno a una mesa, comiendo, cantando, riendo y charlando.
Pero siguió sin entender, que tenían de especial aquellos días del año.
Se levantó de la mesa un niño y se acercó al árbol, con los ojos como platos. Había descubierto a la estrella en la copa y corrió a avisar a todo el mundo gritando.
La estrella intentó disimular como pudo, se quedó quieta, pero su brillo no pudo apagarlo.
Todos reunidos alrededor del árbol, se preguntaban cómo había pasado.
De donde había salido aquella estrella brillante, nadie sabía quién la había comprado, y mucho menos quién la había puesto allí, encima de su humilde árbol.
Pero llegó desde la otra habitación un señor muy mayor, de un bastón apoyado, que les dijo a los presentes.
"Esa estrella es la magia de la Navidad, que brilla porque por fin toda la familia juntos estamos"
La estrella entonces comprendió, que era lo que allí estaba pasando.
Se quedó hasta que todo el mundo se fue a dormir, y entonces volvió al cielo donde las demás la estaban esperando.
Las demás estrellas curiosas, le preguntaron qué había descubierto allí abajo.
Y la pequeña estrella orgullosa, les dijo:
"No hay mejor motivo de celebración que tener a quien quieres a tu lado".