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Cuento. El engaño

Publicado el 08 diciembre 2012 por Angeles
Trabajo en la recepción de un lujoso centro de estética. Aunque en vez de “trabajo” debería decir “vivo”, porque siempre estoy aquí. Pero lo malo no es pasarme la vida entre estas paredes, lo malo es que aquí nadie aprecia mi potencial.Bueno, me valoran por mi belleza, claro, y por eso estoy aquí, porque causo buena impresión a la clientela. Pero eso es todo. No saben nada de mí. Nadie. Saben que estoy ahí, siempre en mi puesto, pero no tienen ni idea de mis cualidades, de las posibilidades que se ocultan bajo mi porte esbelto y elegante. Por supuesto soy consciente de que podría estar en sitios peores, en condiciones peores. Al fin y al cabo este lugar es agradable y aquí tengo una función que cumplir, aunque sea de un rango muy inferior a mi categoría. Además es una forma fácil de ganarme el sustento y en ese sentido no tengo ninguna queja. Pero el tener cubiertas las necesidades físicas no lo es todo. Y siento que todo lo que tengo que ofrecer, todo lo que podría dar al mundo, se está desperdiciando lastimosamente. Cuando estaba en mi país de origen soñaba con otro tipo de vida, acorde con mi valía, con lo que llevo dentro, y me ilusioné mucho cuando supe que me traerían aquí. Creí que aquí  encontraría esa vida que soñaba, que aquí las personas sabrían apreciar  mis cualidades y sacar partido de ellas. Pero me trajeron engañada, como a mis compañeras de viaje.Yo siempre me vi a mí misma en un gran laboratorio, colaborando con los científicos, aportando mi granito de arena a sus investigaciones y descubrimientos de nuevos fármacos. Qué maravilloso tiene que ser ayudar a las personas, contribuir a su bienestar, a mejorar su salud y sus condiciones de vida. Qué maravilloso compartir los dones que la naturaleza nos ha otorgado y sentirse útil así.Pero cada día que paso aquí mis sueños se alejan un poco más. Y llegará un momento en que me verán mustia y ajada y ya no me querrán ni para esto. Simplemente me sustituiran por otra, que probablemente no tendrá las propiedades que tengo yo, pero será hermosa y saludable, y al parecer eso es lo único que importa.Porque aquí no necesitan más que una simple planta ornamental,  mientras que yo soy mucho más que eso: yo soy una exótica y valiosa planta medicinal, y en mis hojas está la solución a un gran problema médico. Pero nadie se ha dado cuenta.
Cuento. El engaño 

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