Pensó que sería muy bueno sustituir las chuches por algo más saludable, por ejemplo frutos secos. La verdad es que los orejones tenían una forma, color y sabor muy parecidos a las gominolas.
Como Carlota normalmente rechazaba los alimentos desconocidos, para presentarle los orejones de forma atractiva, Magdalena le contó a su hija uno de sus Cuentos Suculentos.
El día que "Orejones" conquistó a la más guapa de la clase
Érase una vez un niño que tenía las orejas muy grandes. Sus compañeros de clase se reían de él, pero realmente no le importaba demasiado. Su mamá le había explicado que las personas que se ríen de los defectos de los demás no son muy inteligentes. Nadie es perfecto.
Aquél día hacía un calor sofocante. Felipe salía al patio cuando un grupo de niños se le quedó mirando. Borja, el graciosillo, dijo:- ¡Uff! ¡Qué calor! Tú, "Orejones" ¿por qué no nos abanicas con tus orejas?Todos le rieron la gracia, pero Felipe pensó que era mejor no contestar, y se fue a jugar él solito, al otro lado del patio.
Después del recreo, en clase de Ciencias Naturales, la profesora Rosa explicaba a los alumnos:- Hoy vamos a hablar de las frutas de temporada, ¿alguien sabe decirme cuáles son las frutas que podemos encontrar en verano?- ¡Melocotón!- Muy bien, Ramón.- ¡Sandía!- Correcto, María.- ¡Cereza!- Perfecto, Teresa.- ¡Albaricoque! -dijo Roque-- Sí, por cierto niños, ¿sabéis cómo se llaman los albaricoques secos?
(Silencio en la sala)
- Se llaman orejones, explicó la profesora.Ja, jaaaa, jaaaa... La clase entera rompió a carcajadas y Felipe se sonrojó de repente.- No sé qué es lo que tiene tanta gracia. Seguramente no los habréis probado nunca y están riquísimos ¡Saben a gominolas!Mañana voy a traer como premio para los que mejor se porten una bolsita de orejones.
Al día siguiente los alumnos estaban en clase muy callados y obedientes, pues ansiaban ganar ese premio tan original que tenía el sabor de una "chuche".
Finalmente la maestra decidió repartir la bolsa de orejones para que todos los niños pudieran probarlos.
El éxito fue total y absoluto ¡estaban deliciosos!
Cuando llegó la hora del recreo, Felipe pasó por delante de Teresa y ella le dijo:-¡Qué bueno estás "Orejones"!
Orejones se sonrojó nuevamente, pero esta vez no se fue a jugar solito... ¡Se quedó con Teresa, que era la más guapa de la clase! ;)
Y colorín colorado, así fue como estos niños aprendieron a respetar a sus compañeros y descubrieron que los orejones eran unas exquisitas gominolas naturales.
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Después de contarle el cuento de "Orejones" a Carlota le entró mucha curiosidad por probarlos y efectivamente ¡le encantaron!
A veces se los comía solos y otras veces madre e hija preparaban juntas esta merienda tan rica y nutritiva:
YOGUR GRIEGO CON FRUTOS SECOSTrocear unos orejones, picar las nueces o avellanas. Mezclar los frutos secos con el yogur griego y ¡Disfrutar de una merienda deliciosa!
¿SABÍAS QUÉ?
El consumo diario de frutos secos disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares
Según el científico Joan Sabaté, las nueces son el fruto seco que mejor se complementa con la dieta mediterránea, al ser rico en ácidos grasos poliinsaturados u omega 3.
Comer regularmente frutos secos (30gr al día es la cantidad recomendada) disminuye drásticamente el riesgo de sufrir infarto de miocardio.
Los orejones, tienen mucha vitamina A y son una importante fuente de fibra. ¡Utilízalos contra el estreñimiento!
Recuerda que los frutos secos son muy recomendables, consumidos con moderación.
Inventa tus propios "toppings" naturales, añádelos a los yogures, helados o ensaladas. Diviértete preparándolos con tus hijos.
Cuéntales este cuento o haz tu propia versión.
Juega, igual que hacía Magdalena, a comerte los "orejones" de tus hijos (y viceversa ;)Y sobre todo enséñales a disfrutar de la comida saludable, porque los hábitos que adquieran ahora les acompañarán probablemente para toda la vida.