Cuentos de verano IV - Escuela de verano para escritores (Julio)

¡Y de nuevo por aquí con otro de los cuentos de uno de mis alumnos de la escuela! Hoy conocemos a Alex, un joven valenciano que ganó con su texto el reto 4. El reto 4 consistía en escribir una pequeña historia de terror basada en unas pequeñas pautas que dí. Me encantó cómo Alex logró transmitirme todo ese miedo y suspense... ¡Se nota que le va la novela policíaca! ;D Tenéis que leerlo porque el final no os lo vais a esperar. 
ALEJANDRO M. - GANADOR DEL RETO 4

Hola a todos/as. Mi nombre es Alejandro y estudié Comunicación Audiovisual en Valencia y un Máster en Postproducción Digital en Gandía (Valencia). Actualmente trabajo como becario en el departamento de una empresa. 

Leo desde que tengo uso de memoria y siempre recordaré mi décimo cumpleaños como aquel en el que mi pasión por la novela de fantasía se disparó: me regalaron el primer libro de Harry Potter. Desde entonces leo mucha novela fantástica y policíaca. 

Tras leer Harry Potter, Finis Mundi y sobretodo la trilogía de Los guardianes del tiempo (de Marianne Curley) sentí la imperiosa necesidad de sentarme a escribir. En foros y webs conocí a mucha gente pero al hacerme "mayor" tuve una serie de obligaciones que me impidieron seguir escribiendo. 

Ahora mismo escribo para los demás y no para mí. Desde hace poco empecé a colaborar redactando artículos para una web de videojuegos y reseñas para una web sobre literatura. 

¿Qué me gustaría escribir? Romántica, Fantasía y Policíaca/Negra.

Mi intención es abrir un blog a finales de este año. También tengo un proyecto en marcha con la web de literatura con la que estoy colaborando. Os mantendré informados vía Twitter.

De momento podéis ver:

- Mi Trabajo Final de Grado (un cortometraje basado en el prólogo de 'Los Elegidos' de Marianne Curley).  

- Entrevista que grabé y edité para una primera novela de una autora valenciana. ‪    
- Entrevista en mi trabajo a Cristina Macía, traductora de Canción de Hielo y Fuego en España.

Y podéis leerme en:

- La jungla de las letras. 

- El Botón Select.
- Mi Trabajo de Fin de Máster sobre la adaptación de ‘Las ventajas de ser un marginado’.  
CUENTO 4
Llego tarde. Siempre llego tarde. ¡Pobre Ana! Debo dar gracias por tenerla siempre a mi lado. Muchas veces pienso que no la merezco. Demasiadas discusiones y horas sin hablarnos estando sentados a menos de diez centímetros de distancia… Y es por mí. Y es siempre por mí. Porque siempre llego tarde. Llego tarde a nuestros momentos especiales sentados en el sofá, a ese instante en el que nuestras miradas se cruzan… E incluso a nuestras caricias bajo las sábanas. 

Sin embargo nunca pensé que llegaría tarde a “nuestro peor momento”. Casi sin darme cuenta estaba en el portal de Ana. Todavía imaginaba lo infeliz que sería mi vida sin ella.  No esperaba que la puerta estuviese abierta. Tampoco me importó. Mi Ana siempre había sido muy despistada o incluso… No, no era posible. ¿Pero y si lo era? ¿Me había preparado ella una sorpresa? Evidentemente, por ser el “mejor novio del año” no era. 

Entro a la casa. Miro a través de la puerta del primer dormitorio. Nada. Compruebo si la luz de la cocina estaba encendida. No hay luz. Sigo andando, con el corazón encogido esperando a Ana. Esperando a su sorpresa. Segunda habitación. Solo el silencio. Tercera habitación. ¡Sorpresa!
Siento que alguien me agarra por los tobillos y empieza a arrastrarme hacia el sótano. En un primer momento creo que es Ana. Pero ni ella tiene tanta fuerza ni yo tenía tantas ganas de ser sorprendido. Intento alcanzar a la persona que me arrastra utilizando mis manos pero es inútil. Sabe lo que hace. No ha sido casualidad. No hay sorpresa. Él o ella no son parte de una novatada. He vuelto a llegar tarde, y esta vez ha sido en nuestro peor momento.
El agresor es un hombre. Lleva un pasamontañas que no me impide ver su nuez. ¿Dónde estás Ana? Pienso que si yo estoy bajando unas escaleras a golpe de nuca… No quiero ni pensarlo. Empiezo a plantearme volver a llegar pronto. Para no perderme sus “te quiero” ni sus “gracias por hacerme sonreír”. Ahora yo no sonrío. Hemos llegado al sótano. Ha llegado al sótano. Yo soy un saco en su maldita ecuación mental. Y lo peor es que no se qué va a hacer conmigo. No puedo defenderme. Aunque a veces la mejor defensa es un buen ataque.
Pongo mi mente en marcha. Tengo apenas cinco segundos antes de que vuelva a centrar toda su atención en mi (está preparando sus herramientas de trabajo: cuchillos, cloroformo…).  Su distracción me permite levantarme de un brinco y empezar a correr hacia él. Con la cabeza por delante. Sin miedo a nada. Y veo la expresión de horror en su cara. Llamémoslo terror. Creyéndome vencedor no cesé hasta estar a cinco centímetros de él. Me detuve porque el dedo índice del intruso estaba levantado. Señalaba algo justo detrás de mí.
Y me giré. Y la vi a ella. A mi Ana. Pero no era ella; era un monstruo. Y empezó a correr hacia mí. Y mató al “pobre hombre” sin necesidad de utilizar nada más que su cuerpo y sus recién adquiridas habilidades. Y yo tuve el mismo terror que antes había hecho sentir. O que ella había hecho sentir. 
Siempre llego tarde para mi Ana. Pero cuando ella empezó a devorarme no sentí dolor. Sentí que había llegado pronto para ella. Mis intestinos formaron un irónico corazón que me hizo perder el conocimiento. 
¡Esto ha sido todo por hoy! ¿Qué os ha parecido conocer a Alex? Es un chico fenomenal y su texto me encantó. Recuerda que si tú también quieres participar en una segunda edición de la escuela de verano, puedes rellenar el siguiente formulario para que te avise si lo vuelvo a organizar en Agosto.
Alicia

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