Tánger, 2014. expatriadaxcojones.blogspot.com
No hay nadie en la calle. Tánger parece una ciudad fantasma. Todo está cerrado. La gente está en casa. Hoy es un día para estar con la familia.
Sólo trabajan los matarifes, que se encargan de matar los corderos de la manera establecida y los taxistas, que los llevan de una casa a la siguiente. Si no sabes de qué va todo este rollo y te los cruzaspor casualidad te cagas de miedo. Hombres manchados de sangre y con grandes cuchillos. Es como una película de terror.
Normalmente se sacrifica un cordero pero también puede ser una vaca, una cabra o una oveja: Se coloca al animal mirando a la Meca y se pronuncia la frase: Bismillah. Allah. Allahu Akbar. Que en árabe significa: “En el nombre de Allah. Allah es el más grande”. Y se le corta el cuello. Debe hacerse de un modo concreto para que el animal sufra lo menos posible. Si se hace bien no tarda más de entre diez y veinte segundos en morir. Después se saca la piel y se corta en trozos. La carne se separa en tercios. Una es para la persona que obsequia el animal, la otra se reparte entre sus parientes y el último trozo es para los necesitados. Independientemente de su religión, raza o nacionalidad.
La festividad dura entre dos o tres días. El primero se come una especie de estofado hecho con los intestinos, el corazón y las tripas. El año pasado nos invitaron a casa de una familia marroquí. Apenas lo probé. Una cucharada para no quedar mal con los anfitriones y apunto estuve de echar la pota allí mismo.La carne se deja reposar al aire libre y al día siguiente se hacen los pinchitos. Están buenísimos. Esto sí me gusta. Y mucho. El último día se prepara un Cous Cous con la cabeza del animal. Previamente se le queman los cuernos y los pelos.
Nosotros lo celebramos con unos amigos. Estuvo muy bien. Nos lo pasamos genial pero a parte de la fiesta yo le añadí alcohol. Mucho. Demasiado. Sólo diré una cosa: acabé vomitando desde el coche justo enfrente de la fachada del Instituto Español. Hoy mi cabeza está igual que la del animal. Echa humo por todas partes.