Revista Cultura y Ocio

Cuestión de dignidad

Publicado el 21 marzo 2014 por Benjamín Recacha García @brecacha
21/03/2014 · 12:17 AM Ir a los Comentarios

Cuestión de dignidad

Desde hace ya algunas semanas cientos de personas caminan hacia Madrid, procedentes de diversos puntos de España, para converger en la gran manifestación que este próximo sábado, 22 de marzo, partirá a las 17 horas desde la estación de Atocha hacia la plaza Colón. A buena parte de esas personas poco les queda más que la propia dignidad, así que por defenderla, y la de millones de ciudadanos como ellos, como nosotros, han decidido formar parte de las bautizadas (como no podría ser de otra manera) ‘Marchas de la dignidad’.

Es gente que se empeña en demostrar que son más que fríos números, de ésos que alimentan las espeluznantes estadísticas sobre paro, desahucios, morosidad bancaria, pobreza energética y la otra, la de toda la vida. Estadísticas que no interesan a quienes han provocado su pernicioso incremento, mucho más entusiasmados con las otras, las que llaman macroeconómicas: datos sobre “competitividad”, exportaciones, las estupendas cuentas de resultados de las grandes empresas y entidades bancarias, la prima de riesgo, la recuperación de la Bolsa… Es decir, estadísticas que a los que defienden su dignidad les importan un carajo.

En su camino hacia la capital encuentran la solidaridad de personas como ellos, que les ofrecen comida y cobijo y les dan ánimos para seguir adelante, viéndose representados en su lucha. Una lucha por una sociedad más justa, más humana, en que las personas sean lo primero. Una sociedad donde cada individuo tenga garantizada una existencia digna. Es decir, trabajo, techo y unos servicios públicos de calidad y de acceso universal.

¿Demagogia? ¿Utopía? No veo por qué. Si en este país y en otros se ha conseguido salvar el gigantesco agujero económico provocado por la especulación salvaje, y se ha hecho con dinero público, no veo por qué no se puede exigir a los gobiernos que salven a las personas. Que alguien me explique por qué lo primero es indiscutible y lo segundo, en cambio, demagogia o populismo. ¿En qué momento hemos dejado de pensar con una lógica humana para pasar a hacerlo desde un punto de vista financiero? Las personas son simples números y los bancos y quienes orbitan alrededor suyo son entes indefensos que hay que proteger. ¿?

La dignidad de esas personas que caminan hacia Madrid es la misma que demuestran a diario organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que acaba de celebrar su quinto aniversario más viva que nunca, llevando la esperanza a miles de personas que lo habían perdido todo y que ahora, por lo menos, han recuperado las ganas de luchar. O las familias y colectivos que mantienen encendida la llama de la justicia sobre los crímenes del franquismo, muchos de ellos ancianos que no desfallecen en la búsqueda de sus familiares represaliados y en la exigencia de responsabilidades, aunque tengan que ir a Argentina a hacerlo porque en España ni siquiera los tribunales atienden a los requerimientos que llegan incluso desde la ONU (pensar que se avinieran a hacerlo los herederos del régimen sí que es una utopía).

Es esa misma dignidad la que demuestra Ca-minando fronteras, ONG que trabaja para recordarnos que esas personas que intentan llegar a nuestro país por los medios que sea, aunque les cueste la vida, ya que en su tierra de origen no hay ni futuro ni presente, son tan dignas como cualquiera de nosotros, así que no es admisible pretender tapar como un desgraciado accidente la muerte de 15 de ellas, y menos si existen pruebas tan consistentes de que han sido asesinadas. El extenso informe que ha elaborado lo deja bien claro. Hacerse el ciego y el sordo no va a cambiar la realidad. Pero bueno, eran negros, pobres y venían a robar, así que tampoco vamos a exagerar las cosas.

Hoy no quiero hablar de los indignos. Esos ya tienen presencia en los medios, toda la que quieren y más, a diario. Todos sabemos quiénes son, siempre trajeados para suplir con apariencia la ausencia de dignidad. Escuchamos cada día las mentiras que escupen por sus bocas mezquinas, con las que pretenden confundirnos, hacernos dudar del bando en el que estamos. Yo lo tengo muy claro: mi dignidad acompaña a la de quienes caminan con la cabeza bien alta para gritar una vez más que merecemos justicia.

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Etiquetado con Ca-minando fronteras, construir una nueva sociedad, crímenes del franquismo, dignidad, indignos, justicia social, manifestación, Marchas de la dignidad, muerte de inmigrantes en Ceuta, pah, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, represión franquista, víctimas del franquismo

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