Hoy he visitado mi primer templo hindú. Una maravilla a las afueras de Kuala Lumpur que se encuentra metido dentro de una cueva. Son las cuevas de Batu donde, me contaba ayer una amiga, se celebra todos los años el festival Thaipusam del que me enseñó fotos y debe ser algo curioso de ver, pero que ya fue en enero.
Se calcula que el 8% de la población de Malasia es de origen indio, aunque yo he visto tantos estos días en Penang y en Kuala Lumpur que me atrevería a decir que puede que sean más. Y casi el 85% de estos sigue la religión hinduista.
Las cuevas están situadas justo al lado de la parada del tren llamada Batu Caves (cuesta 25 céntimos ir desde la estación KL Sentral y medio euros volver, no me preguntéis el por qué de este cambio de precio) y se tarda una media hora desde la ciudad.
El templo está situado en unas maravillosas cuevas de piedra caliza y me hizo recordar que también los asturianos tenemos a nuestro principan símbolo religioso, la Santina, dentro de una cueva. Es gracioso que hay monos por todos lados, que no paran un segundo y también hay algún gallo, ya cerca del templo, cantando. Para llegar al interior de la cueva, hay que subir 272 escaleras, por lo que se ve un poco de Kuala Lumpur desde lo alto de estas.
Espero que disfrutéis de las fotos.
Cuevas de Batu desde abajo y estatua de Murugan, a quien se le ha dedicado este templo.
A subir las 272 escaleras
Los monos que corretean por la zona
Más monos
Ya llegando
La cueva de caliza
Templo en la cueva
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure