Revista Diario

Cuida tu busto durante el embarazo

Por Zulema @MamaEsBloguera

Uno de los primeros síntomas de embarazo, son las molestias en los pechos de la mujer. Debido a los cambios hormonales, el mayor flujo sanguíneo y la preparación de las glándulas mamarias, se sienten los pechos hinchados, con hormigueo o doloridos. Las hormonas femeninas provocan la sensación de tensión y el aumento del volumen.

Los pechos comienzan a crecer a partir del primes mes y continúan haciéndolo durante todo el embarazo, suele aumentarse una o dos tallas de sostén, sentirse mayor sensibilidad al tacto e incluso son frecuentes las apariciones de estrías.

Todos estos cambios se deben a la preparación de los pechos de la futura mamá para la lactancia.


El busto hay que cuidarlo para evitar daños en la piel o en la forma


Además de la incomodidad que representan estos síntomas, muchas mujeres temen por los daños en la piel y las consecuencias como la aparición de estrías o que el busto se descuelgue una vez que todo vuelva a la normalidad.

Es cierto que en ocasiones quedan secuelas tras el embarazo y/o lactancia en el busto de la mujer, la piel puede perder su elasticidad y volverse flácida cuando los pechos pierden volumen tras el embarazo. El pecho de la mujer no tiene músculo y se sostienen únicamente por la piel, es conveniente practicar un buen cuidado de ella, antes, durante y después de la gestación.


¿Cómo cuidar el busto durante el embarazo?


Con objeto de paliar los molestos síntomas en los pechos así como evitar la piel debilitada del busto, se recomienda:

– Adquirir un sostén adecuado

Es importante que la ropa interior, en este caso el sostén, sea acorde al momento en el que se encuentra la mujer. Conviene aumentar la talla según el volumen que se haya ganado para que el sujetador se ajuste al pecho sin oprimirlo.

Se recomiendan los sujetadores de algodón, con tirantes anchos para una mayor sujeción y sin aros o costuras que puedan irritar el pecho. Cuanto más sujeto esté el busto, menos se sentirá el dolor, sobre todo al realizar actividades cotidianas como limpiar o hacer algún tipo de ejercicio.

– Ducharse con agua tibia

Se recomienda evitar el agua muy caliente en el busto, debido a su mayor sensibilidad durante el embarazo. Al final de la ducha, se puede aplicar agua fría a la vez que se realiza un pequeño masaje para fortalecer la piel.

– Hidratación

La hidratación del busto durante el embarazo es fundamental. Se debe aplicar una crema hidratante al menos 2 veces al día, mediante movimientos circulares y masajeando la zona. Además se recomienda el uso de algún aceite natural (como el aceite de almendras). Todo ello mantendrá la elasticidad de la piel para evitar la aparición de estrías.

– Ejercicios de fortalecimiento del busto

Algunos ejercicios específicos pueden ayudar a fortalecer los músculos del busto para que lleven mejor el aumento de su peso y evitar la flacidez. Entre ellos están:

1) El cascanueces: palma contra palma, con los codos a la altura de los hombros, presionar e inhalar. Mantener el aire 3 segundos y exhalar mientras relajo los brazos. Hacer series de 10 ejercicios.

2) Juntar los codos: levantar ambos brazos formando un ángulo recto a ambos lado del cuerpo, respirar y juntar los brazos y palmas de las manos delante de la cara, cuando se suelta el aire volver a abrir los brazos a ambos lados.


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