Lo que vamos a ver a continuación es efectivo en anuncios en periódicos, revistas, carteles, vallas publicitarias, etcétera. La mejor forma de explicarlo es mediante un ejemplo:
Nos ponemos en situación, somos una empresa de champús y queremos anunciarnos en una página de una revista. Nuestra idea es que en la imagen salga una chica que sostiene el producto en su mano, bien visible.
¿Cuál es el factor clave del anuncio? Muy simple, la mirada de la chica:
- Si la chica está mirando al frente, es decir, nos está mirando a nosotros los lectores, nuestro cerebro va a focalizar su atención en esa mirada y en la chica en general, siendo ella el elemento principal del anuncio y haciendo que nuestro producto pase desapercibido.
- En cambio, si la chica tiene claramente su mirada puesta en el producto que está sosteniendo, la consecuencia es que cuando nosotros veamos el anuncio, por propio instinto vamos a ir a mirar a lo que la chica está mirando, es decir, vamos a mirar directamente al producto, convirtiéndose en este caso en el actor principal del anuncio, que es nuestro objetivo.
Por ello, a la hora de elaborar un anuncio hay que cuidar hasta el más mínimo detalle, y algo tan simple como una mirada puede ser clave en el éxito final.
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