Tanto si te gusta estar bronceada como si no, pasamos muchas horas fuera de casa y la radiación solar es cada vez más intensa. Por eso es fundamental tomar una serie de precauciones que protejan nuestra piel para que luzca bonita y saludable.
- Para reforzar tu "escudo protector" debes alimentar tu piel con ácidos grasos omega 3 y 6. Forman parte del manto que protege la piel, mantienen el agua en su interior y calman las irritaciones producidas por los rayos solares. Los encontrarás en los pescados azules y los frutos secos.
- Toma antioxidantes, porque evitan la formación de radicales libres que debilitan las fibras de colágeno y elastina. Los más conocidos son la vitaminas A (betacarotenos), C,E y también los minerales, como el selenio, el zinc, la coenzima Q10, etc. Los puedes encontrar en las frutas y verduras de colores intensos.
- Debes hidratar el cuerpo a fondo para compensar el agua que se pierde con el sudor y la evaporación por efecto del calor. Asegúrate de beber mínimo 1.5 litros diarios para que tu piel se mantenga joven y flexible.
- Exfolia el cuerpo por lo menos una vez por semana si tienes la piel fina y seca y dos veces si es gruesa y grasa. Así conseguirás que la crema que te apliques se absorba mejor.
- Tras la ducha, usa siempre una loción corporal, mejor si es reafirmante, ya que al estimular la formación de colágeno hará que tu piel resista mejor los rayos del sol.
- Si quieres broncearte más rápido, dos semanas antes de tomar el sol, usa una crema activadora del bronceado, no la confundas con una autobronceadora. Son cremas con fórmulas nuevas que activan la melanina para obtener un bronceado duradero. Aplícalas después de la hidratación y antes del fotoprotector.
- Usa siempre el fotoprotector adecuado a tu tono de piel, aunque te quedes en la ciudad, porque incluso te protege de la polución y frena la aparición de las manchas y las arrugas. Piensa que cuando damos un paseo o estamos en una terraza, el suelo y los edificios reflejan la radiación de forma similar a la arena de la playa.
- Si te has sometido a tratamientos, como peeling químico o tratamientos despigmentantes o incluso estas tomando algún medicamento que es fotosensibilizante ( antidepresivos, antiinflamatorios, antihistamínicos, entre otros), hasta incluso si has tenido algún episodio de alergia al sol, debes escoger una protección SPF 50+, para estar totalmente protegida.
- Otra precaución extra son las cápsulas solares, son un buen complemento, mejoran la sensibilidad de la piel frente al sol, refuerzan las defensas cutáneas frente a los radicales libres o la inflamación producida por los rayos infrarrojos, acelerando la formación de melanina y favoreciendo al igual que las cremas un bronceado más rápido y más seguro. Se deben tomar un mes antes y durante toda la exposición al sol.