Revista Diario

Cuidados del suelo pélvico ¡empezamos!

Por Belen
Como os comentaba hace unos días las molestias en el suelo pélvico habían aumentado, con el susto correspondiente por mi parte. La idea de un posible prolapso genital, que no es otra cosa que un descenso de las vísceras que están sujetas por la musculatura pélvica (vejiga, útero y recto), me tenía preocupada. Y me culpaba de la situación ya que no he sido madre antes de ayer, sino hace ya seis largos años. 
Pero con los cuidados del suelo pélvico sucede una cosa muy curiosa y es que ni se informa debidamente ni se actúa de manera eficaz. "Ejercicios de Kegel".... sí, ¿pero cuáles?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?...... y te entran dudas, y al final no los haces. "Masaje perineal", ¿en qué momento del embarazo?, ¿es siempre recomendable?, ¿cómo realizo el masaje?..... más preguntas sin respuestas. Y luego están los pesos: bolas chinas, conos vaginales.... ¿qué utilizar?, ¿cómo sé que estoy haciéndolo bien?, ¿hay otros pesos? Muchas preguntas se agolpan y por norma general no encuentran respuesta. 
El martes vino a mi casa Beatriz (ella era la visita esperada que anunciaba), una fisioterapeuta especializada en maternidad. Y a pesar de que yo he intentado cuidar mi suelo pélvico me dio una valiosa lección: he hecho muchas cosas mal. Y por ese motivo continúo así, con una musculatura hecha añicos. 
Tras conocer mi historia y mi vagina.... Determinó que tengo el útero ligeramente descendido, lo cual implica que puede arrastrar a otras vísceras. Esto explicaría las infecciones urinarias recurrentes que padezco desde hace más de un año. Es curioso que el urólogo haya llevado mi caso en su consulta y no se haya detenido en este punto. Además de eso mi tono muscular es 1 de 5, deplorable. 
Pero cuando el diagnóstico llega, también llega la solución, porque yo no pienso darme por vencida. Beatriz dice que es posible la recuperación, siempre y cuando sea constante en mis ejercicios. Para empezar os presento a mi nuevo "amigo", se llama Pelvix Concept. Está a medio camino entre las bolas chinas y los conos vaginales.
Cuidados del suelo pélvico ¡empezamos!
Como sabéis yo he estado tiempo usando conos, pero parece que éstos sólo trabajan la musculatura más superficial y no así la musculatura transversal, la que realmente importa. Por ese motivo a pesar de mi trabajo con ellos no acababa de mejorar. Sí me sirvieron y mejoré pero yo notaba que al poco tiempo perdía ese tono muscular adquirido. Según Beatriz el cono está "preparado" para caerse, como podéis ver en la siguiente imagen, el cono acaba en pico, y es fácil que se te salga de la vagina cuando lo llevas colocado. No ocurre lo mismo con el Pelvix Concept que el pico lo tiene en la parte superior para ayudar a su inserción.
Cuidados del suelo pélvico ¡empezamos!
Se puede apreciar que el Pelvix Concept, tiene un diámetro superior al del cono, similar a una bola china. Y su añadido son los pesos que se pueden colocar en su interior, y que se irán introduciendo progresivamente a medida que se controlen.
Cuidados del suelo pélvico ¡empezamos!
A mi nuevo amigo le acompañan unos sencillos ejercicios de Kegel (ligeros para comenzar) y unos abdominales hipopresivos. Unos Kegel hechos de manera correcta, sin implicar músculos abdominales. Y unos hipopresivos hechos despacio, con calma, tensando bien la musculatura correspondiente. Unas cuantas series diarias forman el plan de las próximas semanas para comenzar a adquirir el ansiado tono muscular. 
Yo ya me he puesto manos a la obra, pero no he querido dejar de lado la Unidad de Suelo Pélvico que os comenté en mi anterior post. He acudido a mi médico de cabecera y efectivamente, ¡existe y funciona! Pero te debe derivar un especialista, el urólogo o el ginecólogo. Así que tengo pendiente citarme con el ginecólogo para que valore si me puede -quiere- remitir. Aquí viene la parte más complicada.
Moraleja: si estás embarazada o acabas de iniciar tu postparto acude a un especialista en suelo pélvico, es muy importante tonificar esta importante zona que tanto puede afectarnos en nuestra vida futura. 
Os seguiré contando mis evoluciones.

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