¿Cuidamos nuestra reputación ‘online’? Pues deberíamos…

Hoy día es inexcusable para los profesionales sanitarios estar en Internet. Esto es así, nos guste o no… no lo elegimos nosotros, lo eligen los ciudadanos y si tenemos una actitud negativa o de resistencia ante ese cambio, simplemente desapareceremos del mercado.

Posiblemente esto no sea tan así ahora, pero el cambio está en marcha y no podemos ignorarlo. Estos cambios son vertiginosos y si no empezamos a cuidar nuestra reputación en la red desde ya, no podemos pretender hacerlo deprisa y corriendo cuando nos demos cuenta (seguramente tarde) de lo necesario que es.

Cada vez es más frecuente que las personas busquen información sobre un profesional en Internet antes de acudir a su consulta. Tampoco será raro que busquen “al mejor especialista” en redes sociales… será el boca a boca de toda la vida, pero con el efecto amplificador de Internet.

Ser conscientes de esto, aceptarlo y empezar a trabajar en mejorar nuestra reputación en la red nos proporcionará mayores oportunidades como profesionales.

Sí, de acuerdo, no será lo único… si eres un “patata” de profesional, dará igual lo que te curres tu reputación ‘online‘… ¿o no? ¿Alguien dice PowerBalance?

No digo que haya que volverse loco con esto. Por supuesto, es muy importante ser un buen profesional antes que nada. Hay que preocuparse por el contacto humano (tan importante en nuestra profesión) antes que por el virtual… pero esto no quiere decir que debamos dejarlo de lado completamente.

A este respecto, podemos leer un interesante artículo de JMIR que nos muestra qué datos buscan las personas sobre los profesionales y cómo se correlacionan con su puesto en las clasificaciones: experiencia, certificados, formación, reclamaciones por mala práctica, malas opiniones de otros ciudadanos…

Gestionar nuestra reputación no sólo consiste en regodearse en lo positivo (más fácil para nuestro ego) sino en cómo manejamos y aprendemos de lo negativo (que también lo habrá)… aprender de los errores, lo llaman algunos

Por ejemplo, a mi alguien que sólo ‘retuitea‘ lo bueno que se dice de él e intenta desautorizar o “borrar del mapa” lo negativo no me parece que lo esté haciendo bien, la verdad. ¿Qué opináis vosotros?