Cuidándonos (II)

Como hemos comentado, este post vamos a dedicarlo a describir aspectos que son importantes para poder llegar a desarrollar una buena autoestima. Algunos de ellos son:

• Autoafirmación: en la medida que una persona se conoce, se acepta, se quiere y se valora, es capaz de comunicar de forma clara, explicita y segura cuáles son sus necesidades, deseos, emociones y sentimientos a otras personas.
• Afecto, atención, cariño, comprensión, y compasión hacia uno mismo. En muchas ocasiones, somos capaces de ser compresivos y compasivos de manera más intensa con nuestro entorno que con nosotros mismos, con lo que nos convertimos en jueces excesivamente estrictos.
• Atención y cuidado de las propias necesidades físicas, mentales psíquicas y espirituales.
• Asunción de la responsabilidad de nuestra propia vida y nuestro bienestar, sin esperar a que los demás resuelvan nuestros problemas y nos proporcionen la felicidad que ansiamos. Este punto se considera de vital importancia. A menudo, nos vemos a nosotros mismos esperando a que alguien nos haga sentir bien y expresamos quejas sobre nuestra autoestima adjudicando la responsabilidad a personas de nuestro entorno cercano. Es cierto que ellos colaboran en este desarrollo, pero el punto principal del proceso somos nosotros mismos, por lo que debemos tomar el control sobre ello. 
• Autoaceptación tolerante, compasiva de todo aquello que hemos averiguado acerca de nosotros; tanto lo positivo como las propias limitaciones, puntos débiles, defectos, errores y fracasos. Autoaceptarse no significa que no se aspire a modificar cosas sino simplemente que no nos descalifiquemos ni nos castiguemos por ello.
• Autoconocimiento: tener conciencia acerca de nosotros mismos, de nuestras necesidades y deseos, de nuestros sentimientos y emociones: de nuestras creencias, valores y principios, nuestros deberes, de la forma en que nos comportamos con los demás, qué nos perjudica y nos limita, de nuestras cualidades, habilidades y defectos.
• Aprecio autentico y verdadero por uno mismo como persona que es digna de respeto, valoración y cuidado.

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de plantearse la autoestima es el hecho de a quién se pretende gustar, si a uno mismo u a otras personas. En ocasiones la escasa autovaloración que tiene una persona es debida a unos progenitores o educadores que le han exigido mucho, que le han fijado unas metas muy elevadas que no ha sido capaz de conseguir y por tanto no ha podido alcanzar la aprobación de dichas personas.  El planteamiento ha de ser la de gustarnos a nosotros mismos, ignorando la opinión de esas personas que, por sus altas expectativas respecto a nosotros, nos resultan claramente perjudiciales.

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