Cuando cuidamos a nuestros hijos pequeños solemos dar mucha importancia a la alimentación, base del crecimiento y la salud, a su bienestar general, procurándoles un buen ambiente de tranquilidad, juegos y estímulos… Pero también tenemos que pensar en eso que nunca va a pasar: caídas, golpes, quemaduras, accidentes… Pero, ¿hasta qué punto le damos la importancia que tiene? Todos, y aquí incluyo a abuelos, canguros, tíos, vecinos.. deberíamos tener unas nociones básicas de primeros auxilios.
Quiero compartir hoy con vosotros mi experiencia tras asistir a un taller de primeros auxilios pediátricos organizado por Susana Santamaría, de Camalaqué, en Ohana, en Alcalá de Henares. Son unas pautas básicas pero os animo a que hagáis un taller o un curso más completo. Al final del post os dejo enlaces. Hoy sólo me centro en atragantamientos; en una segunda parte os hablaré de quemaduras y golpes.
Atragantamientos
La mayoría de los atragantamientos en bebés y en niños no son graves pero pueden producirse situaciones delicadas porque los bebés están aprendiendo a beber y comer del mismo modo que los niños, a masticar y a controlar lo que comen.
¿Qué se puede hacer si ese trocito de comida o lo que sea queda atascada?
1. TOS: En la mayoría de casos, la tos por sí misma sirve para expulsar el cuerpo extraño; hay que animarle a que tosa y que libere la obstrucción por sus propios medios. Si es un bebé, intentar con nos imite haciendo que tosemos. En este punto, hay que evitar aún las palmadas en la espalda porque agravarían la obstrucción.
2. LLAMAR AL 112: Hay que actuar si la obstrucción pasa de leve a grave, la sensación de ahogo va a más y empieza a ser incapaz de emitir ruidos. En este punto, como es lógico, hay que estar llamando ya al 112, nos darán las instrucciones precisas para actuar.
3. PALMADAS EN LA ESPALDA Y COMPRESIONES ABDOMINALES: Primero hay examinar la boca para extraer restos de comida que hayan quedado. Y luego efectuar cinco golpes firmes en la espalda, entre los omóplatos.
Si es un niño pequeño, nos sentamos y lo apoyamos un poco en nuestra pierna; si es un bebé, sostenemos su cuerpo con nuestro brazo con el que apoyaremos su tronco a partir del mentón.
Hay que alternar estas palmadas en la espalda con compresiones abdominales, cinco en casa caso como norma general, si el elemento extraño no sale. O lo que es lo mismo, la maniobra de Heimlich.
En el caso de niños y adultos, se abraza por detrás al individuo y se presiona con una mano cerrada y la otra apoyada en ésta sobre el abdomen y hacia el centro del estómago, justo por encima del ombligo y bajo las costillas.
En el caso de bebés, se les apoya en una superficie rígida, boca arriba y se les practican cinco compresiones en el centro del tórax. En esta ilustración de la Universidad Galileo, de Guatemala, se explica muy bien el proceso que hay que seguir con los menores de dos años:
4. COMPRESIONES TORÁXICAS: En este punto, la persona no respira y ya no tiene pulso. El 112 nos dará las instrucciones precisas para efectuar las compresiones toráxicas o reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegue ayuda.
Para efectuar estas compresiones, se coloca a la persona en una superficie rígida. Se realizan colocando la base de una mano en el centro del tórax entre ambas tetillas y la otra mano encima con los dedos entrelazados. Con los codos completamente extendidos se inician las compresiones empujando fuerte y rápido.
Ensayando compresiones torácicas en el taller de Calamaque
Como os decía, Cruz Roja organiza cursos de primeros auxilios, aquí os dejo el enlace para matricularse al de nivel básico. Además en su web dispone de una guía de prevención de accidentes en el hogar que está muy bien, aquí os dejo el enlace.