Cuidar la salud mental durante el embarazo y tras el parto

Una investigación llevada a cabo por expertos del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College London, en colaboración con expertos de la Universidad de Oxford y la Universidad de Cardiff, pone de manifiesto que es muy importante cuidar la salud mental durante el embarazo y tras el parto a fin de promover el buen estado de salud físico y mental en los padres y el bebé.

En los países desarrollados una de las complicaciones más comunes durante el embarazo son las enfermedades mentales, afectan a un 10% de las mujeres embarazadas y si no se tratan, pueden derivar en problemas como el parto prematuro, el bajo peso al nacer o problemas psicológicos en los niños en un futuro. Según un estudio desarrollado en el Reino Unido, el coste económico que provoca este tipo de trastornos a largo plazo a la sociedad es de unos 8 millones de libras, en países con economías más deprimidas la carga puede ser mucho mayor. La razón es que en estos países es más fácil que la población tenga problemas para encontrar trabajo y la falta de ingresos incide directamente en la salud y en la nutrición de la familia.
Los niños de países con ingresos bajos y medios tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales derivadas de la salud mental de los padres cuando estaban en el interior del vientre materno, los expertos consideran que sería necesario llevar a cabo estrategias innovadoras para poder abordar este problema. En la investigación se han analizado todas las enfermedades mentales que se pueden producir durante el embarazo y tras el parto, con qué frecuencia se producen, cuáles son sus causas, cuáles son los riesgos para la madre y para el bebé, qué tratamientos son los más eficaces y cómo se pueden prevenir estos trastornos. Hay que decir que los autores del estudio apuntan que existen lagunas en la comprensión de algunas enfermedades y que sería necesario realizar más investigaciones.

Parece ser que muchas investigaciones se han centrado en la depresión postparto, esta es una de las razones por las que se sabe menos de otras enfermedades mentales, algo que se debería subsanar. El trabajo se ha desarrollado en diferentes etapas, uno resume la evidencia de los factores de riesgo de las enfermedades mentales no psicóticas como por ejemplo la ansiedad, la depresión, los trastornos de alimentación, el estrés postraumático, etc. Aunque son enfermedades que se pueden considerar comunes, los expertos consideran que no se les ha prestado suficiente atención sobre el impacto que causan en madres y bebés. Por otro lado, todavía existe incertidumbre sobre si estas enfermedades se deben tratar con medicamentos y los riesgos que estos fármacos pueden provocar en los fetos.

Al respecto podemos citar un estudio realizado en Estados Unidos en el que se concluía que se incrementaba en el doble el riesgo de tener un niño autista si se tomaban antidepresivos en el embarazo. Ante un posible riesgo de estas características, se opta por no tratar la depresión. Pero los investigadores de este nuevo estudio apuntan que no tratar la enfermedad deriva en problemas para la madre y para el bebé, esto es como estar entre la espada y la pared. Este es sólo un ejemplo pero hay muchos más, además hay que citar que encontramos estudios a favor y estudios en contra, como este realizado en el Centro Asher para el Estudio y Tratamiento de los Desórdenes Depresivos de la Universidad Northwestern. En él se concluía que el consumo de antidepresivos durante el embarazo no representa ningún peligro para la madre o para su hijo.

Ante esta incertidumbre, los autores proporcionan las claves para sopesar los riesgos y beneficios de los diferentes tratamientos, sean intervenciones psicológicas o tratamientos con fármacos. Según leemos aquí, los expertos explican que problemas como la ansiedad o la depresión postnatal pueden ser tratados eficazmente y se corren menos riesgos. Si estas enfermedades no son tratadas, los riesgos serían mayores tanto para la madre como para el bebé. Los expertos quieren que el manual que han elaborado para sopesar pros y contras ayude a especialistas médicos y mujeres a tomar decisiones informadas sobre el abanico de posibles tratamientos que se podrían seguir durante el embarazo o tras el parto.

En la investigación se han analizado problemas como el trastorno bipolar, la esquizofrenia y cómo el parto puede ser un desencadenante de los trastornos del estado de ánimo graves, como la psicosis o la depresión severa, sobre todo en mujeres con antecedentes. En estos casos se recomienda que las mujeres con este tipo de problemas sean asesoradas sobre los riesgos y los cuidados necesarios durante el embarazo y después del parto, ante un posible riesgo de recaída.

En otro apartado los autores del estudio han resumido las evidencias que muestran la asociación entre trastornos mentales de los padres y el riesgo de bajo peso al nacer, tener un bebé prematuro o que los niños sufran trastornos psicológicos en un futuro. En este sentido, aunque se conocen las consecuencias, las razones del vínculo entre las enfermedades y los problemas que pueden sufrir los bebés no están claros. A esto hay que añadir que la depresión de un padre también podría afectar al futuro bebé.

Es evidente que es muy importante cuidar la salud mental durante el embarazo y tras el parto, pero no se deberían sopesar riesgos, se debería poder hallar la solución a cada problema y eliminar completamente el riesgo. El estudio es extenso y complejo, trata muchas cuestiones interesantes, sin embargo, parece un manual que baraja probabilidades en vez de dar soluciones 100% eficaces. Podéis conocer todos los detalles de este trabajo a través del artículo publicado en The Lancet.

Foto | Kit4na

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