Javier Medina Loera
Lago de Chapala.Salvo raras excepciones, el mundo entero ha descuidado la protección del medio ambiente natural, de suerte que algunos científicos que siguen las incidencias del cambio climático, no le dan a este mundo una existencia mayor de 30 años, ya que el calentamiento global ha puesto en serio peligro la vida sobre la Tierra.
Ciertamente, no han faltado esfuerzos, sobre todo en los últimos años, para la preservación de los bosques, del aire, del suelo y del agua, pero lamentablemente estos esfuerzos han sido tan escasos que resultan insuficientes para proteger el medio ambiente natural, tanto en los suelos como en los mares, los lagos y los ríos.
En estas circunstancias, llegó el momento de que cada uno de nosotros, los seres humanos, pongamos nuestro granito de arena para cuidar el medio ambiente y construir el mundo del futuro, el de nuestros hijos y nietos, un mundo de limpieza, de salud y armonía entre las cosas naturales.
¿Qué hacer? En primer lugar evitar cualquier cosa que vaya en contra del medio ambiente como son los incendios forestales, tirar basura en cualquier parte, contaminar las aguas con residuos tóxicos, usar materiales no degradables y agredir a los animales (compañeros de la vida), entre otras.
Desde hace años hay gente consciente de estas necesidades , pero insisto, no es suficiente. Recuerdo que en mi luna de miel, hace 40 años, caminábamos mi esposa y yo por la orilla de Lake Tajo, en Nevada, y de pronto me dice Judith: “Una viejita nos viene siguiendo desde hace rato”. Volteo y veo que la viejecita venía recogiendo en una bolsa todas las colillas de cigarro que iba tirando, porque entonces yo fumaba “de trenecito”, uno tras otro. Nos detuvimos, le ofrecí disculpas a la señora, y no sólo dejé de tirar colillas, sino que me hice el propósito de no fumar jamás.
En México tenemos hoy ejemplos de pueblos enteros que respetan con escrúpulo el medio natural. Recuerdo entre otros El Teúl de González Ortega, Zac. (casi todos los pueblos de Zacatecas, incluyendo su capital, son limpios y ordenados. La mayoría de la gente es pobre, pero limpia). En El Teúl es prácticamente imposible encontrar en la calle una colilla de cigarro, un palillo de paleta, una envoltura de dulce, cualquier desperdicio, porque la gente cuida el aseo de su pueblo, incluso más que el de su propia casa.
Esto es hacer patria: si hemos de cambiar el futuro del país y del mundo, hemos de empezar por nosotros mismos. Zacatecas nos manda el mensaje de que esto no sólo es cuestión de gente, sino de políticas de Estado. En Jalisco es lo que hace falta, una política estatal en favor del orden y la limpieza, empezando por el Río Santiago, el bosque de La Primavera, Chapala, el aire de Guadalajara y tantas otras contaminaciones que amenazan la existencia.
Espero no predicar en el desierto.
Artìculo publicado por la revista Portada de Mèxico en su ediciòn de septiembre de 2019.