La cultura China forma un mundo aparte, de fuerte aislamiento. Tan sólo en las épocas prehistóricas, en especial el Neolítico, podemos señalar algún contacto entre mundos tan distantes. La cerámica con espirales pintadas de la cultura china de Yang-Chao, en el III milenio, se parece a la del Sur de Rusia y del Danubio en la misma época. Ha sido traída del Oeste, quizás por los primeros chinos, agricultores y ganaderos que llegan de las comarcas del Turquestán, donde estuvieron en contacto con caucásicos e indogermanos y con otros grupos mogoles, los uraloaltaicos y turcos.
Historia primitiva de la Cultura China
La emigración de la cultura china debe ponerse en relación con los movimientos de pueblos en el III milenio, uno de los cuales llevó a los tocarios (indoeuropeos) hasta el Turquestán oriental. La emigración debió ser rápida, y los chinos conservaron relatos míticos de sus orígenes y de su llegada al territorio por el desierto de Gobi. A mediados del III milenio llegaron a la región del Hoang-ho, bajo el mando del patriarca Yao. Después se forman las dinastías Hia y Chang o Yin, durante las cuales ocuparon una fértil zona entre el Hoang-ho y el Yang-Tse-Kiang. Restos de poblaciones primitivas y elementos mogoles de la rama tibetobirmana y siamesa, que ocupaban el país, siguieron resistiendo en algunos núcleos meridionales a la absorción china.
La dinastía Chu
En 1122 a. C. se inicia la dinastía Chu, que es plenamente histórica. Dinastía débil que tuvo que defenderse de los bárbaros y que dejó desarrollar el feudalismo. Durante la misma brillan en la cultura China dos grandes pensadores: Lao-Tseu, que nació en 604, fundador de un sistema filosófico-religioso, el taoismo, y Confucio (551-479), que fundó un sistema de moral que fomentó el culto de los antepasados y llegó a ser una verdadera religión de Estado, sobre todo después de la elaboración realizada por Meng-tsu (Mencio) (372-289).
Escultura de luchadores de la Dinastia Chu
Dinastía Tsin
Una de las familias feudales, la Tsin, sucede, en 265 a. C., a la dinastía Chu. Los bárbaros del Norte, los hunos, que presionan en la frontera del Gobi, son vencidos y el reino rival de los Tsu son destruidos (221). Cheng se erige emperador de la cultura China y este país toma nombre de su dinastía (país de los Tsin o Sin). Cheng destruyó el feudalismo y mandó quemar los libros de Confucio, aunque sin conseguir acabar con su doctrina; también luchó contra los poderosos hunos —que habían unificado los territorios desde el Ural al Pacífico-, apoyando a los yue-chi, afines pero rivales de aquéllos. Hizo completar la gran muralla, para defender la frontera septentrional, y por el Sur extendió el Imperio hasta Assam.
Tumba del emperador Che
Dinastía Han
Dinastia Han, escultura de un caballo
El hijo de Cheng es asesinado y el jefe Lieng-Pang establece la dinastía de los Han (202 a. C.-220 d. C.). Wu-Ti (144-7 a. C.) centraliza el país y logra realizar una gran expansión hasta la Bactriana, Corea, Tibet y Tonquin. Organizó la ruta, por tierra y por mar, a Occidente.
Más tarde, los hunos se someten temporalmente. En los primeros años de nuestra Era, con Kuang-wu-ti, sube al trono una rama oriental de la dinastía. Notable es la larga actuación del general Pang-chao bajo los reinados de Ming-ti y Ho-ti. Con mercenarios bárbaros venció a los hunos, e incluso a los yue-chi, con que Kanishka había invadido el Turquestán, y que ahora se declararon súbditos del Imperio. Estos contactos sirven para introducir el budismo en la cultura China, que en el siglo IV alcanza Corea. Pang-chao intenta relacionarse con los romanos para atacar a los enemigos comunes: los partos.
Por el Turquestán se exportaba la seda a Occidente y, al hacerse difícil esta ruta, los romanos utilizaron la marítima por Taprobana (Ceilán) hasta Sinae (Cantón). Con el Bajo Imperio se volvió a la ruta terrestre, siendo el mercado principal el de Issedon Serica (Khotán); por ella se introdujo más tarde (época de Justiniano) el gusano de seda en Occidente. Los tocarios, que estaban en contacto con los sasánidas, introdujeron en Oriente el maniqueísmo y el nestorianismo.
División y decadencia del Imperio
Tras una revolución de campesinos del Nordeste (los llamados gorros rojos), la dinastía Han es depuesta y se entroniza la Wei. Pero surgieron otros jefes, dividiéndose el país, hasta la dinastía de los Tsin occidentales o Si-Tsin. Estos no pudieron impedir que los bárbaros se infiltraran en el Imperio. Lien-Tsong, el Atila de Oriente, se apodera de Loyang, capital del Imperio (311) y mata al emperador. Huyendo del peligro huno, Yuen traslada la capital a Nankín, manteniéndose su dinastía, de los Tsin orientales, hasta el año 420.