"Un pueblo desgraciado hace los grandes artistas." Alfred de Musset
De Diego García Moreno había visto sus cortos documentales conocidos como: la trilogía de Colombia elemental - La arepa, el trompo y la corbata- además de su trabajo en Francia con Las Castañuelas de Notre Dame, documentales que tuve (imos) oportunidad de ver en una clase de otro gran documentalista - ya fallecido- como Jacques Marshall; a pesar de ésto, sólo hasta el día en que se presentó en la Cinemateca Distrital, como parte de los invitados de la Cumbre Mundial Arte Cultura y Paz, me enteré que estos documentales eran de este cineasta antioqueño, tan prolífico en su vida como su propias obras. García Moreno, que estudió en la Escuela Nacional de Cinematografía Louis Lumiére de París(1), también es uno de los creadores de ALADOS -la asociación de documentalistas colombianos- y otro de los realizadores que se han acercado a la realidad del país, no sólo a través de temas típicos sino a través del arte, como lo hace con este retrato de la artista Beatriz Gonzalez.
Esta fue la tercera y última película que observamos en la Cinemateca Distrital, películas que hicieron parte de la Cumbre Mundial Arte Cultura y Paz, además de los conversatorios de sus directores o productores, que ofrecieron una visión general de cómo llegar a la paz por medio del arte y del audiovisual, como lo hicieron estos personajes.
El documental inicia con uno de los autorretratos de González que perfectamente puede dar el nombre a este trabajo, uno, sobre un fondo oscuro, colores brillantes y una posición de llanto que contrastan con las imágenes reales de esta activa y crítica mujer que puso en su obra la situación política de Colombia, con cierta ironía, la cual se fue mermando después de la toma del palacio de justicia - sus muertos y violencia-, donde la actitud de González, la risa de ésta, se hizo menos evidente.El director antioqueño, hace un retrato bastante intimo de esta artista, no tanto por presupuesto, sino por la misma lejanía o rechazo de Beatriz González, por las cámaras y lo relacionado a esta situación - como explicó en el conversatorio el director-, pero también es un retrato del país, porque esta artista es un resumen o en su obra resumió, lo que se vivió políticamente en los años setentas y ochentas.El documental va a asumir una de las últimas intervenciones artísticas - una de las más grandes- de esta mujer como elemento narrativo, para poder acercarnos a sus ideas, pensamientos, críticas y ante todo, su percepción del arte como un modelo de asumir la paz o por lo menos la tranquilidad de ciertos episodios, y ésto se refleja en la obra que hizo en el Cementerio Central (Bogotá), donde colocó lápidas (falsas) con una imagen repetida (seriegrafía) de su autoría - obra que aún se puede apreciar en dicho lugar-, que no sólo habla sobre la violencia sino que la repetición parece ser el punto focal, para que la gente se entere de lo que sucede en el país, como explica la misma González.Con cámara en mano, planos cercanos y de forma respetuosa Garcóa Moreno, va "robando" esa rutina de la artista, y la va convirtiendo en este documental, que parece ser la voz de muchas personas, que ven en el arte, cultura o el cine, un cambio, una ruptura para llegar a la paz. Igualmente, es un audiovisual ligado a la memoria, y mejor aún, una invitación a no olvidar, que parece ser el gran problema de este pueblo colombiano, que en este caso...no se dice en la película, pero sí es un sentir general. Zoom in: García Moreno y la artista viven en el mismo edificio, y eso facilitó el trabjo tanto del uno como del otro, ya que un principio a Gonzalez le intimidó demasiado el proyecto, cámaras y demás.Montaje Paralelo: Artes PlásticasWeb: http://diegogarciamoreno.blogspot.com/(1) http://www.proimagenescolombia.com/secciones/cine_colombiano/perfiles/perfil_persona.php?id_perfil=3638