Antes me di cuenta de que mi blog tiene la edad de Alejandro ( bueno, en realidad tiene 2 meses más que él) y que me parece una
coincidencia bonita. Los que me conocen saben lo que pasa con mi hermano: Yo le llevo nada más y nada menos que veinte añazos. Como no paso mucho tiempo con él por aquello de la distancia y como de seguro el no sabrá muchas cosas de mi cuando crezca he decidido que qué mejor cosa que dedicarle el blog...así cuando crezca ya tiene que leer, además de enterar de cosas de la Ari actual que de seguro ( si no
se acaba el mundo en el 2.012, que yo con eso estoy preocupada...y os lo juro) ya no existirán dentro de quince o veinte años. No me puedo olvidar tampoco de mis primos Jose y Javi, que me aman y me adoran con locura. Como supongo que dentro de mucho tiempo
internet seguirá existiendo y ellos ya sabrán leer bien pues venga, que lean, así se enteran de quien fuí y quien, eso espero, seguiré siendo.
El futuro
Además de todo esto, que ha sido desde un principo la
verdadera intención oculta, también seguiré escribiendo aquí por aquello del
ejercicio de constancia y satisfacción. Veréis, yo
soy buena gente...pero a veces tengo una
pereza supersónica que traspasa mis instintos más arraigados...como el de escribir, por ejemplo. Por eso creo que es bueno que sea constante con esto del bló. Me aclara las cosas, me da constancia y, para que ocultarlo, satisfacciones. No permitiré que se muera de inanición.
Pues bueno, solo eso. Que hoy es 17 de Noviembre y que el
blog de Ari está de cumpleaños. Que
muchísimas gracias a todos los que pierden sanamente aquí su tiempo y que se lo dedico a los
enanos de mi familia. Y
a todos vosotros, claro, que también
aguantáis mis cosillas. Muchas gracias a todos los fieles, que se que los hay.