Javier Rico
Hace algo más de diez años nos propusimos ampliar y mejorar nuestro horizonte profesional. En mi caso, la comunicación ambiental era, es y será mi pasión. Hasta entonces la había ejercido a través de diferentes medios de comunicación, sobre todo escritos y por internet. Como, por nuestra experiencia en asociaciones de familias del alumnado y consejos escolares, notábamos que la educación ambiental seguía siendo la gran asignatura pendiente en los centros escolares, decidimos comunicarla cara a cara, principalmente a los escolares. Y en este viaje las aves nos iban a echar una mano –mejor, unas alas– imprescindibles. Sin ellas no hubiera sido posible este viaje migratorio que justo hoy cumple diez años, y al que se han venido ya más de 9.000 escolares de la Comunidad de Madrid.
Como podéis rastrear y ver en nuestro histórico de artículos, el 12 de diciembre de 2012 realizamos la primera ruta de Aver Aves. Sí, justo hoy se cumplen diez años de aquella cita. Estábamos muy nerviosas: “¿y si no les gusta?”, “¿y si no sabemos explicarlo?, los peques son muy exigentes”, “¿y si no vemos muchas aves?”, “¿y si ante un grupo tan numeroso y bullicioso se nos espantan rápido?”. ¡Cuánto hemos aprendido desde entonces! De los peques y de las aves. Es una combinación tan perfecta, infancia y avifauna, que a poco que pongas de tu parte surge la magia, la confianza, la ilusión, la emoción, las ganas por aprender más y más, sobre las aves y sobre el entorno que las acoge.
Hoy hemos vuelto al escenario de aquella primera ruta, el parque de El Retiro. Pero hay más, lo hemos hecho con el mismo colegio, el CEIP Nuestra Señora de la Almudena, con el mismo curso (quinto de primaria) y con la misma profe (Carina) con quien estuvimos aquel 12 del 12 del 12. Lógicamente, hoy no estaban los catorce peques de 2012, que ahora tendrán 22 años, pero sí los veintitrés del presente curso 2022/2023. Y ha vuelto a ser mágico, con una integración perfecta entre la lluvia otoñal y el manto de hojas en el suelo que enaltecía aún más las observaciones de mirlos, urracas, palomas torcaces y pitos ibéricos.
Lejos de las frases del nerviosismo inicial de diciembre de 2012 que hemos reflejado, hoy hemos vuelto a escuchar otras cada vez más habituales en nuestras rutas, y que suenan a gloria: “yo no quiero que se acabe la ruta profe, me está gustando mucho”, “¿y cuándo nos podríamos apuntar a otra?”, “pues ni me estoy enterando que llueve de lo bien que me lo estoy pasando”… Es cierto que la lluvia ha hecho que reduzcamos en algo el trayecto, pero claro, aún así hemos identificado catorce especies de aves que ni por asomo pensaban que estaban tan cerca de su cole.
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" aria-describedby="caption-attachment-3158" data-orig-size="2000,1500" sizes="(max-width: 2000px) 100vw, 2000px" aperture="aperture" />Ese sigue siendo el principal aliciente de nuestras aulas en los parques, que al lado de sus casas y centros escolares descubren cosas sorprendentes. “Seguro que habéis sobornado a este pájaro carpintero para que aparezca y se esté tanto tiempo parado ahí, para que le veamos”, decía jocosa una alumna ante los pitos ibéricos que hemos visto hoy: uno posado en el tronco de un álamo blanco y una pareja picoteando y comiendo en una pradera. Además, comprobaban cómo el resto de personas que pasaban a su lado ni se percataban de la presencia de estos pájaros carpinteros. “Como nosotros hasta ahora Javier”, reconocía otro alumno.
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" aria-describedby="caption-attachment-3159" data-orig-size="1600,1200" sizes="(max-width: 1600px) 100vw, 1600px" aperture="aperture" />Es así, casi les sorprende más ver un pito ibérico o un carbonero común al lado del cole que irse a Monfragüe o Doñana a ver cigüeñas negras o linces, respectivamente, porque a estos sitios van a buscar y encontrar estas especies, cosa que no suelen hacer en las zonas verdes urbanas que tienen más cerca. Y lo mismo vale para los árboles, que antes de empezar las rutas son eso, árboles, o arbustos, pero luego son álamos, plátanos de sombra, adelfas, majuelos, cedros, acacias, olmos, Ginkgo biloba, escaramujos o pinos piñoneros. Y en cada uno de estos interactúan aves e invertebrados de muy diferente manera.
Diez años ya junto a María Luisa Pinedo, la cofundadora de Aver Aves, pieza indispensable e insustituible de este engranaje. Diez años abriendo esas aulas en los parques, en decenas de ellos, con decenas de centros escolares –además de grupos de familias y amistades los fines de semana– y con más de 9.000 alumnas y alumnos. Y estamos con las mismas ganas que al principio. Ganas que se renuevan curso a curso gracias al apoyo de muchas personas. Perdonad, no podemos citar a todas las que os lo merecéis, pero en representación de ellas nombramos a las/los profes Elena, Carina, Carmen y Javier; la fotógrafa que nos hizo el primer portafolio para darnos a conocer, Ana; las amigas que nos apoyaron con su micromecenazgo, Celia y Mónica; la autora de nuestro logo, Encarna; y las/los monitores Yaguine, Rubén, Candela, Walfrido y Ainhoa.
También queremos dar las gracias a las personas que mes a mes nos leéis por aquí, e incluso a partir de aquí os animáis a veniros con Aver Aves o a recomendar nuestras actividades en un cole o en un instituto. Todo suma en el camino hacia una educación ambiental integradora, transversal y continua, en contacto directo con la realidad que nos rodea, sea la mala de los residuos y la contaminación o la buena de la biodiversidad que aguanta tanto impacto y que incluso nos protege de él. Como escribió una peque del CEIP San Roque en un dibujo inspirado por nuestra ruta: “ver los pájaros me relaja”. Sigamos así: viendo aves y relajándonos.
Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.
¡No esperes más y vente con Aver Aves!