Es muy importante cumplir con los controles médicos infantiles recomendados, de no hacerlo, se multiplica por dos el riesgo de que los niños terminen hospitalizados, así se concluye en un estudio del centro de investigación para la salud Kaiser Permanente (Estados Unidos). Para llegar a esta conclusión, los especialistas analizaron los datos de más de 20.000 niños inscritos en Group Health Cooperative, una organización sin ánimo de lucro que actualmente ofrece cobertura y atención médica a unas 700.000 personas.
Los niños que sufrían determinadas enfermedades crónicas, como puede ser una enfermedad cardíaca o el asma, tenían hasta el triple de probabilidades de terminar siendo hospitalizados si no realizaban los controles pediátricos rutinarios, el riesgo se elevada al doble en el caso de otras enfermedades. Los controles rutinarios se deben atender y otorgarles más importancia, que los niños en ese momento se encuentren bien no quiere decir que no se deba acudir a estos controles, ya que gracias a ellos se pueden detectar problemas de salud que aparecerían posteriormente. Se debe cumplir escrupulosamente la cartilla de vacunación, así como otros controles preventivos que se realizan en la medicina pediátrica, de este modo se reduce el riesgo de hospitalización y se mejora la calidad de vida.
Pero volviendo al estudio, se analizaron los datos de un grupo de 20.065 niños inscritos en Group Health Cooperative en un periodo comprendido entre los años 1.999 y 2006, se realizó un seguimiento desde el nacimiento y hasta que cumplieron los 42 meses de edad o hasta que fueron ingresados por primera vez en el hospital. El Grupo de Salud mencionado, recomienda que se realicen 9 visitas o controles rutinarios desde el nacimiento y hasta que cumplen los 3’5 años de edad.
Los investigadores determinaron que el 76% de los niños asistieron al menos unas 7 veces a estas visitas. Hay que apuntar que se trata de visitas gratuitas y que en el caso de que se hubiera tenido que pagar (ya sabemos que el sistema sanitario estadounidense es diferente al nuestro), posiblemente la asistencia habría sido menor.
En general, el 4% de los niños que participaron en la investigación y el 9% de los niños con enfermedades crónicas fueron hospitalizados, las razones más comunes para ello fueron sufrir una neumonía o un ataque de asma. Dependiendo del número de visitas perdida, el riesgo se incrementaba, así, los que no acudieron a más del 50% de visitas rutinarias, tenían de 1’4 veces más probabilidades de ser hospitalizados en comparación con el resto de niños que realizaron la mayoría de controles médicos. Los pequeños que sufrían enfermedades crónicas y que no acudieron a estas visitas médicas, tenían una probabilidad de ser hospitalizados entre 1’9 y 3’2 veces. Los investigadores apuntan que el estudio no es una prueba que determine la relación entre no acudir a las visitas rutinarias y el riesgo de hospitalización, pero sí muestra que existe una asociación importante entre ambos factores.
Según leemos en el artículo de Kaiser Permanente, otros estudios anteriores sí han determinado la relación citada, otros en cambio no. La verdad, es de sentido común, si acudimos a las visitas rutinarias, es mucho más fácil que se pueden detectar determinados problemas de salud que se estén gestando, aunque algunos estudios determinen que no existe relación, creemos que el sistema preventivo de las visitas forzosamente reduce el riesgo de hospitalización. Nuestro consejo por tanto es, acudir a las visitas periódicas que se realizan al pediatra, que el niño se encuentre en perfecto estado de salud no debe impedir que se siga el procedimiento, toda prevención para garantizar la salud es poca.
Foto| Gregg Cerenzio
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Cumplir los controles médicos infantiles recomendados