Revista Deportes

Cúmulo de despropósitos

Por Malagatoro

presidentes

“Nos hemos llevado una gran alegría al ver la buena labor desarrollada por los Alumnos de la Escuela de Presidentes de la UNED. Han estado muy bien y los felicitamos sinceramente a ellos y a su profesor, el que fuera mejor presidente de España, José Luis Fernández Torres.”


“Cúmulo de despropósitos”. Por Malagueto.

“La labor de las escuelas taurinas es muy loable, siempre que se realice medianamente bien. Después de ver las dos becerradas celebradas este fin de semana en La Malagueta, nos quedan muchas dudas sobre lo que se hace en la Escuela Taurina de Málaga y de Jerez, entre otras muchas. Si en otras ciudades se cometen fallos garrafales, que carguen con las consecuencias, pero la de Málaga nos duele como aficionado y contribuyente. Se están empleando fondos en dar enseñanza a chicos sin ningún futuro en el toreo. Dinero que se podría emplear en otros menesteres más provechosos.
Después de siete años, los rectores de la Escuela Taurina de Málaga (el nombre es más largo, pero abreviamos), sólo han sacado a un torero como matador, Saúl Jiménez Fortes. Pero no todo el mérito es de la Escuela. Este chico ha aprendido mucho de sus padres, que de no ser por ellos, estaría ahora como están tantos aprendices de dicha escuela. Totalmente olvidados. Hace falta una renovación de inmediato. Ya se sabe hasta donde han llegado estos señores. No dan más de sí.  Otro alumno con mucha proyección, Fernando Rey, si no se lo lleva el maestro Joselito al Centro de Alto Rendimiento de Guadalajara, estaría hoy en el ostracismo.

Caso similar al anterior es José Antonio Lavado. Apuntaba buenas maneras hace dos años y ahora es de una vulgaridad insoportable. No comprendemos que un chico que tenía tan buenas maneras, ahora sea un desastre. En vez de progresar ha ido a menos y hace unos días en Antequera y ayer en La Malagueta, demostró encontrarse entre los peores de los doce actuantes. Con el agravante de tocarle el mejor becerro de los doce que salieron por chiqueros. Por ahí se dice que el entorno del chaval  lo está maleando. Puede ser. ¿Pero los profesores de su escuela no hacen nada? ¿Es que no se dan cuenta de su deterioro artístico? Pues si unos supuestos profesionales no saben captar este problema, es que no sirven para regir una escuela taurina.
No se comprende que a un alumno se le olvide pedir permiso a la presidencia para comenzar su faena de muleta. Vale, los nervios o la responsabilidad. Pero, ¿dónde estaban sus mentores para recordárselo?  ¿Por qué hace el paseíllo Lavado sin llevar el capote de paseo como es reglamentario? Señor Cámara, es su responsabilidad estar atento en estos detalles. No es la primera vez que ocurre esto, pues parece ser que al señorito Lavado le pesa mucho llevar el capote en el paseíllo.
En cuanto a la Escuela de Jerez, su profesor Antonio Lozano, debería cuidar más lo que lleva a los certámenes. Miguel Andrades estuvo bastante mal el año pasado en Benamocarra y, este año lo repite en Málaga, y está aún peor. No sabe el ABC del toreo, que es lo mínimo que se aprende en un parvulario y el chico lo desconoce. Si no tenía nada mejor, no asista al certamen señor Lozano.
Hay muchos más casos. Hace unos días se presenta a un chico de Lucena, Casado, que el año anterior dió un petardazo en Benamocarra y como premio lo ponen en Antequera. Este muchacho es obeso, grandote, con cierta minusvalía en las piernas y con los pies planos. Bastante torpe de movimientos, que un avispado crítico taurino del diario SUR, lo confundía con temple... Un desastre de hombre para ser torero y siguen gastando tiempo y dinero en no sé qué. Su profesor debería decirle que no vale para esto. Que hay muchas profesiones y que no debe perder su juventud en querer ser torero.
No todo va a ser malo. Nos hemos llevado una gran alegría al ver la buena labor desarrollada por los Alumnos de la Escuela de Presidentes de la UNED. Han estado muy bien y los felicitamos sinceramente a ellos y a su profesor, el que fuera mejor presidente de España, José Luis Fernández Torres. Nos gustaría ver pronto a estos alumnos presidiendo festejos mayores, pues son los primeros profesionales del ramo y es lo que estaba haciendo falta en la fiesta. Auténticos profesionales y no enchufados amigos del político de turno, que no saben donde tienen la cara en tauromaquia. O como ese politiquillo de tres al cuarto que presidía un festejo en la Malagueta y ni se había leído el Reglamento Taurino Andaluz. Hoy, como premio, su partido lo coloca de asesor en la Diputación con un gran sueldo y sin hacer nada. ¡¡¡ Viva la crisis !!!”


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