Hace unos meses probé en un restaurante la carrot cake y me gustó tanto su sabor que fue directamente a mi lista de "cosas que tengo que preparar en casa". La textura del bizcocho y el sabor de la canela junto con las otras especias me encantó...
Pero como siempre, preparar una tarta para dos lo veo un poquito exagerado... Primero, por que no sé reducir las recetas a los moldes más pequeños (o la hago entera o por la mitad, no sé más jaja). Y, segundo, por que sé que acabaría haciendo la versión en grande con la excusa de que nos la comeríamos poco a poco... (si la habéis probado, esto no se lo cree nadie jajaja).
Así que como no encontraba el momento para prepararla, el día que me di cuenta que tenía bastantes zanahorias en la nevera fue la excusa perfecta para preparar unos cupcakes de zanahorias que, como son más pequeños, pues parece que comes menos ¿verdad?
El sabor quedó muy parecido a la tarta que había probado, así que es otro de los cupcakes que, no sé si por suerte o por desgracia, me han encantado. Lo bueno de esta receta es que como la base es estilo bizcocho, llenan bastante, con uno te quedas la mar de a gusto y el sentimiento de culpabilidad ahora que muchos empiezan con la operación biquini, no es tan grande jaja.
El toque que creo que no debe faltar si preparáis estos cupcakes es el sésamo garrapiñado o cualquier otro fruto seco semejante, por que cuando pillas los trocitos del sabor del garrapiñado con las especias y el frosting es, simplemente, divino.
Para hacerlos me inspiré en la receta de Rodolfo, el pajarillo de For the cakes con alguna que otra variación, ya lo sabéis... jeje y como se acerca la Pascua y yo soy un despiste para acordarme de las fechas, esta vez me adelanté y os la felicito ya con estos simpáticos conejitos.
Al final os dejo la idea de como los hice por que si tenéis peques, seguro que podéis pasar una tarde divertida preparándolos ;) Y si os gustan las tarjetitas de "Happy Easter" os las podéis descargar en el blog de Junelily.
Ingredientes para la base (10 unidades)
- 100 gr. de zanahorias
- 1 huevo grande
- 75 gr. de azúcar moreno
- 100 gr. de harina integral
- 75 gr. de nueces picadas
- 75 ml. de aceite de girasol
- 1 cucharada pequeña de levadura
- 1 cucharada pequeña de canela molida
- 1/2 cucharada pequeña de jengibre molido
- 1 pizca de clavo molido
Ingredientes para el frosting
- 200 gr. de queso mascarpone
- 75 gr. de mantequilla sin sal
- 50 gr. de azúcar glass
- Un puñado de sésamo garrapiñado
Ralla las zanahorias muy finas (yo las dejé más como a tiras por que me gusta que se noten un poco) y tamiza la harina junto con la levadura y las especias. Reserva todo.
Pon a precalentar el horno a 175ºC y engrasa los moldes o prepara las cápsulas.
Bate el azúcar y el aceite unos minutos, añade el huevo y sigue batiendo hasta que esté bien incorporado. Si hicieras el doble de masa, como en otras recetas, no añadas el siguiente huevo hasta que esté bien mezclado con la masa.
Añade poco a poco la harina, la levadura y las especias que habías tamizado antes para que no se creen grumos.
Sigue con las zanahorias y, por último, las nueces picadas.
Una vez que esté todo bien mezclado reparte la masa entre los moldes sin sobrepasar las 3/4 partes y mételos en el horno unos 20 minutos.
Una vez hechos, déjalos reposar unos 5 minutos en la bandeja y luego ponlos sobre una rejilla para que acaben de enfriarse.
Para preparar el frosting. solo tienes que batir con una batidora (si lo haces a mano, como lo hice yo esta vez, no queda tan bien...) el queso mascarpone junto con la mantequilla y el azúcar glass hasta que te quede una mezcla suave y cremosa.
Decóralos con la ayuda de una manga pastelera o una espátula y pon un poquito de sésamo garrapiñado por encima.
Si queréis prepararlos con los peques, podéis acabar haciendo unos simpáticos conejitos. La idea la cogí del blog 30 Handmade Days, aunque en vez de imprimir las plantillas hice yo misma las orejas, que es más divertido jeje. Solo necesitaréis: un folio blanco, otro rosa (u otro color que os guste), un palillo para cada cupcake y tres bolitas de azúcar: dos negras y una rosa.
Dibujáis unas orejitas en el folio blanco y las recortáis...
En el folio de color dibujáis el centro de las orejas, que sean un poco más pequeños que éstas para que se vea el borde blanco...
Y lo pegáis con un poquito de celo o pegamento. Por detrás le ponéis un palillo con un poco de celo para que se aguante y ya tenéis listas las orejas :). Ya solo queda añadirles las bolitas de azúcar para los ojos y la nariz...