Si algo puede salir, segurísimo que saldrá terriblemente mal. Que se queme, que se espechurre, que el relleno se desborde, que no pueda cubrirla... Mal que bien, hasta ahora había solventado las vicisitudes tartiles de alguna disimulada manera. Pero este sábado pasado, la hecatombe llegó y tuve que tirar mi primer bizcocho a la basura. Sin contemplaciones, entero, chimpún.
El pérfido bizcocho tenía pinta de estar hecho, me hacía ojitos desde el horno. Pero al sacarlo después del tiempo recomendado de cocción, enfriarlo, reposarlo y hablarle con mimo, el muy malvado resultó que no estaba hecho por dentro. Al intentar cortarlo en dos pisos, se espanzurró obscenamente y me miró con cara de chufla.
Aquello (que iba a ser una tarta de piña) estaba incomible y acabó en el cubo de la basura. Y yo, con un ataque de ohdiosmíoyahoraquéhago porque tenía que llevar postre para 25 personas. Sí.
Como ya había preparado el día anterior las flores de adorno, y la crema para rellenar la tarta, pensé que mejor era aprovecharlo y pergeñé unos cupcakes rápidos, de coco y cardamomo para que conjuntasen con lo que ya tenía hecho.
A lo loco, me dio tiempo en una mañana de tenerlos listos, tan monos que no parecen ni hechos por mí.
Cupcakes de coco y cardamomo Dificultad, así de primeras:fácil, fácil, no agobiarse. Sabor: exótico y tropical Tiempo: 1 hora, más o menos Receta de inspiración: para la ganaché, un poco cambiada, ésta de Le Fabuleux destin du chocolat. INGREDIENTESpara 24 - 27 cupcakes
180 g. de mantequilla ablandada a temperatura ambiente 200 g. de panela rallada o azúcar moreno 4 huevos 250 ml. de leche de coco 18 g. de impulsor (Royal) 350 g. de harina blanca 50 g. de coco seco rallado cardamomo en polvo, una miaja una pizca de sal GANACHÉ DE CHOCOLATE BLANCO, COCO Y CARDAMOMO: 2 tabletas de chocolate blanco (150 g.) troceado 100 ml. leche de coco 300 ml. de nata para montar 3 o 4 vainas de cardamomo RELLENO (opcional): piña cocida con azúcar y ron o cualquier fruta tropical picada fina y confitada
La leche de coco se puede conseguir enlatada en cualquier supermercado, es densa y a veces tiene tropezones, así que hay que revolverla bien antes de usarla. La panela es todo un descubrimiento: azúcar puro de zumo de caña, cristalizado en bloques y con un sabor que recuerda a la miel y el regaliz. Es muy sana y está disponible en la sección internacional de casi todos los súpers.
Para rellenar los cupcakes usé un puré de piña que tenía ya hecho para la infausta tarta: piña cortada muy menuda, cocida al fuego con un caramelo hecho de ron (cualquier licor vale) y azúcar moreno, hasta que esté blandita. También serviría puré de mango, fruta de la pasión, o cualquier cosa exótica que se os ocurra y que penséis que pega. O nada.
Si no tenéis leche de coco, podéis usar leche normal con un chorrito de ron y vainilla, pero entonces es mejor que uséis más coco seco y un poco más de mantequilla (la leche de coco es grasa y por eso la receta lleva menos de los 225 g. de mantequilla que suelo usar)
PREPARACIÓN GANACHÉ: Hay que hacerla antes, para que esté bien fría y se pueda montar. Simplemente, medir la nata y la leche de coco, echarlas juntas en un cazo, añadir las semillas de cardamomo y calentar hasta hervir. Las semillas de cardamomo son lo que está dentro de la vaina verde: bolitas negras enteras que infusionarán dentro de la nata.
En un bol, tenemos que tener el chocolate blanco ya troceado finamente. Colocamos un colador encima, y vertemos encima la nata en cuanto rompa a hervir. Apartamos el colador con las semillas de cardamomo, y revolvemos suavemente la mezcla para que el chocolate se funda con el líquido. Cuando la mezcla sea homogénea, la dejamos templar y luego, tapada con film o en un tupper la guardamos en la nevera hasta que esté bien fría. PREPARACIÓN BIZCOCHO: Tamizar la harina en un cuenco junto con el impulsor y la sal. Añadir a esto el coco rallado y el cardamomo en polvo, un poco nada más porque da mucho sabor. Precalentar el horno a 180 grados y preparar los moldes de magdalenas poniendo una cápsula de papel en cada hueco.
Batir la mantequilla hasta conseguir una pomada. Aparte, rallar la panela si es el azúcar que vais a usar. Es un poco trabajoso pero vale la pena.
Añadir el azúcar a la mantequilla y batir hasta que la mezcla se esponje, unos 5 minutos. Agregar los huevos uno a uno batiendo bien después de cada incorporación.
Añadir la tercera parte de los ingredientes secos, batir, la mitad de la leche, batir, otra tercera parte de secos, batir, el resto de la leche, batir y terminar con lo que queda de secos.
Recordad que lo más importante es batir muy bien la mantequilla con el azúcar, para crear burbujas de aire. A partir de ese momento, hay que batir poco, lo justo para que se mezclen los ingredientes.
Llenar con la masa las cápsulas de papel, hasta la mitad o 2/3 más o menos. Yo puse más y me quedaron los cupcakes demasiado reventones...
Introducir el molde en el horno y cocer durante 15-20 minutos, hasta que un palillo pinchado en el bizcocho salga seco. Sólo sacar, dejar entibiar un par de minutos, sacar los cupcakes del molde y colocarlos sobre una rejilla para que se enfríen completamente.
Si queréis rellenarlos, cuando estén fríos ( a la de unos 20 minutos) hacer agujeros con un descorazonamanzanas (qué bonita palabra) hundiéndolo hasta la mitad y dándole vueltas, para sacar un poco de bizcocho. También vale hundir la punta de cuchillo fino y sacar un cono de la masa en la parte central. Luego, meter en el agujerico lo que os dé la gana.
ENSAMBLAJE TÉCNICO: Sacar la ganaché de la nevera. Estará líquida, no pasa nada. Montarla igual que lo haríais con nata líquida y echarla con una manga pastelera o a cucharadas sobre los cupcakes ya fríos.
Los podéis dejar tal cual, o introducirlos boca abajo en una taza grande llena de coco para rebozarlos, o hacer estas flores de piña tan monistas que veis en la foto.
Para engatusar a las 25 personas del evento, también hice galletas de arándanos, y tabletas de chocolate para el cumpleañero. Un sindiós. Pero ésas y otras cosas, como el ataque de las flores de piña gigantes, son para otro día.
Ahora para compensar este episodio de cuquismo tan impropio de mi persona, tengo que estar una semana a chorizo y garbanzos.
¡¡Y acordaos de leer el primer número de Sugartremens!!