"Creer que la Tierra es plana requiere no solo una conspiración mundial para falsificar décadas de exploración espacial, sino también la negación total de muchas ramas de la ciencia y la evidencia de nuestros sentidos. Requiere la invención de nuevas fuerzas y leyes de la naturaleza sin pruebas, e implícitamente se basa en las acciones de un ser o seres parecidos a la deidad." Daniel Loxton.
Estar de ocioso por internet a veces es productivo. Después de todo, las actividades intelectuales más valoradas surgen de la ociosidad (es decir, de tener el tiempo para dedicar al estudio y el conocimiento) ¿no? Entonces, ¿qué me dirían si les cuento que he estado perdiendo algunas horas de mi existencia visitando páginas que promueven abiertamente (y se supone que sin bromear) la "hipótesis" de la Tierra plana? Creo que no suena a utilizar mi tiempo libre en algo de provecho. De hecho, incluso entre el movimiento escéptico habemos (sí, me incluyo, a pesar de esta entrada) quienes pensamos que dedicar más tiempo del que ya se ha dedicado a falsos palpables como el terraplanismo, es un desperdicio de tiempo. Mejor dedicarnos a denunciar pseudociencias que sí tienen un impacto serio como la negación del calentamiento global, ¿o no?
Para ser honesto, hasta hace una semana, nunca me había pasado por la mente escribir una entrada sobre los defensores de la Tierra plana, sencillamente porque me parece una de las creencias más ridículas del mundo actual. Tan ridícula que en un hombre del siglo III a.n.e. se sentiría avergonzado. Si esto es así, entonces ¿por qué hay un número creciente de personas que creen que viven en una mega-conspiración donde toda la ciencia está al servicio de una élite malvada que quiere hacernos creer que la Tierra es esférica, como los demás planetas comunes y corrientes? Sostengo que ésta es una clara señal del fracaso de la educación y la divulgación científica, y por tanto, un tema más importante de lo que algunos creemos.
Tierra plana, una tragicomedia
En un excelente artículo del año pasado, el divulgador de la ciencia Martín Bonfil Olivera contaba que, hace unos años, hablar de gente creyendo en la Tierra plana era visto con mucha incredulidad (enlace del original):
"hace unos diez años, en los cursos que constantemente imparto sobre cómo escribir de ciencia para un público general, cuando en la sección dedicada al combate a las seudociencias (una parte importante, aunque poco apreciada, de la labor de divulgación científica), solía mencionar la existencia de personas que creen que la Tierra es plana, e incluso le mostraba a los alumnos la existencia de una “Sociedad de la Tierra Plana” (Flat Earth Society). Su reacción era de absoluta incredulidad: no podían concebir que hubiera gente que realmente creyera tonterías como esa."Pero en poco tiempo el panorama ha cambiado. No solo sabemos de youtubers, actrices y deportistas que se declaran terraplanistas en la actualidad, sino que además el año pasado hubo un Congreso Internacional sobre la Tierra Plana en Carolina del Norte, con alrededor de 500 asistentes. El congreso fue noticia internacional. Hace nos meses también nos reíamos con la noticia de un hombre que había construido su propio cohete para demostrar que la NASA y todo el mundo nos mienten sobre la esfericidad de nuestro planeta.
Un nivel similar de tragicomedia se puede observar en el sitio web de la Sociedad de la Tierra Plana (aquí la nueva página), en especial en su sección de "preguntas frecuentes". La página asegura, antes que cualquier cosa, que no es una página de broma y que están hablando en serio (tal vez tratando de dejar en claro que no están usando la ley de Poe). En seguida ofrece algunas "razones" por las que creen que la Tierra es plana (lo que incluye que, como no podemos ver la curvatura del planeta, entonces es plano), y también nos ofrecen tres posibles explicaciones de por qué alguien estaría interesado en adoctrinarnos con la esfericidad planetaria:
*Para mantener la legitimidad: durante la Guerra Fría, simulamos el alunizaje. Poco después se dieron cuenta de que la razón por la que no podían alcanzar la luna se debía a la planitud de la Tierra. Estaban atrapados en una mentira y tenían que continuar o perder legitimidad de nuestros gobiernos. Incluso hoy todavía nos aferraríamos a esta mentira debido al papel que juega la ciencia en nuestro gobierno dominante.
*Para ocultar la verdad de la Biblia.
*Para obtener poder y dinero: al desviar los presupuestos espaciales y negar al mundo los recursos de la Antártida, ganan una cantidad considerable de poder y riqueza.Que conste que son humildes, y aceptan que no saben cuál es la respuesta correcta y que no podrá saberse hasta que caiga la "conspiración planar". Con posibles causas como "ocultar la verdad de la Biblia", no estoy seguro cómo esperan que se tome en serio la página. Pero aún hay más. La página le niega el mérito a Eratóstenes de haber calculado la circunferencia del planeta; asegura que los satélites y la EEI no existen y lo que vemos en realidad son pseudolitos (falsos satélites) colocados en el cielo para engañarnos; niega la existencia de la gravedad, de la llegada del hombre a la Luna y la teoría de la relatividad de Einstein; afirma que la Tierra es un disco plano infinito (así nos ahorramos la pregunta de: ¿qué hay o qué sostiene a la Tierra entonces?), y hasta presentan los "cálculos" para una Tierra plana infinita.
La foto que la NASA no quiere que veas.
Y como es usual de otros grupos pseudocientíficos, abusan de la filosofía para escapar de preguntas de sentido común: ¿por qué la Tierra sería el único planeta plano? No responden a la cuestión, pero exponen el problema de la inducción tal como Karl Popper lo explicó de manera didáctica, como si éste pudiera justificar una creencia evidentemente injustificable: "puede pasar toda su vida viendo solo gansos grises. Esto te llevaría a suponer que solo hay gansos grises. Por supuesto, al día siguiente puede despertarse y ver un ganso blanco. La Tierra, en esta analogía, es el ganso blanco."
El uso aparente de matemáticas, la negación del conocimiento bien establecido, la retórica que se hace pasar por preguntas profundas y la conspiración paranoica ayudan a que esta pseudociencia se venda ante el público como un verdadero reto al "conocimiento establecido" o Stablishment científico. Si le agregamos a la apelación a las creencias milenarias (junto con algo de fundamentalismo religioso), la apariencia de esta creencia ante las personas que no saben responder con exactitud a cómo saber si la Tierra es esférica es la de algo rebelde, anti-sistema, y que en verdad nos ayudará a entender realmente en qué clase de mundo vivimos.
Es ahí donde pienso se encuentra el fracaso de la educación en ciencia. Antes de profundizar en ello, debemos saber cómo surgió este movimiento anticientífico.
El terraplanismo es un creacionismo
No se trata sencillamente de refutar la creencia en la Tierra plana. Para eso hay varios artículos así como videos que no dejan espacio ni siquiera a la posibilidad de un mundo plano. Por ejemplo el artículo de Natalie Wolchover en LiveScience, la investigación de Daniel Loxton en Skeptic; en español el genial artículo de Jordi Pereyra en Ciencia de Sofá, los irónicos comentarios de Carlos Chordá en La ciencia es bella, De videos podemos contar la explicación de Carl Sagan sobre cómo Eratóstenes concluyó que la Tierra es redonda (un fragmento de la serie Cosmos), las diez razones por las que sabemos que la Tierra es redonda del canal Minuto de Física, o la manera de probar uno mismo que la Tierra no es plana de Javier Santoalalla en Date un Vlog, aunque para mi gusto, quien ha explicado mejor el por qué la Tierra no es plana es José Luis Crespo Cepeda con sus tres videos en QuantumFracture:
Material que refuta la Tierra plana hay, creo yo, de sobra. La respuesta de un terraplanista convencido es la clásica afirmación ad hoc de la conspiración que busca mantenernos en las tinieblas. Tampoco hace falta debatir con los creyentes de la Tierra plana, pues como bien sabemos, eso es darle prestigio y fama a alguien que no lo tiene. De hecho, como bien nos ha mostrado la historia, confrontar a charlatanes y magufos siempre trae consigo un efecto contraproducente. A nivel individual, los verdaderos creyentes solo ven reforzada su creencia, y a nivel colectivo los promotores de la pseudociencia ganan notoriedad, prestigio y algunas veces recursos para sus proyectos.
En el primer caso muchos de nosotros lo hemos experimentado a la hora de hablar con la vecina o la tía que cree en la curación por cuarzos, en fantasmas o en vírgenes apareciendo en tortillas quemadas. En el segundo lo vimos al menos en dos debates célebres contra magufos: el primero, hace ya 27 años, con el afamado caso del ovni del eclipse. Los especialistas de verdad, de la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica (SOMIE) debatieron con Jaime Maussán y su pandilla sobre lo que ahora sabemos fue solo el planeta Venus mal enfocado por las cámaras noventeras. El resultado: un debate televisado por once horas y el inicio de la oleada ovni de los 90s, así como la inauguración de la carrera de ufólogo de Maussán, con todo y un programa para difundir misterios que continúa al aire hasta nuestros días. El segundo caso, más reciente, el debate entre el divulgador Bill Nye vs el creacionista Ken Ham en 2014. El resultado: aunque todo mundo (excepto los creacionistas) aceptó que Nye ganó el debate, la publicidad que recibió el Museo de la Creación (que fundó Ham) fue enorme, así como los donativos, que al final le permitieron financiar su siguiente atracción de la ignorancia: una réplica del arca de Noé con proporciones bíblicas exactas, hoy día el mayor parque temático en EEUU que promueve el creacionismo junto con una sección que niega el calentamiento global.
Hay que comprender que el terraplanismo solo es otro ejemplo moderno de la irracionalidad. El movimiento terraplanista moderno no es heredero de los antiguos teóricos de la Tierra plana (ni siquiera de los pocos que postularon esta idea en la Edad Media, época en la que se daba por supuesta la esfericidad de la Tierra), sino de autores fundamentalistas religiosos de mediados del siglo XIX. El más famoso fue Samuel Rowbotham quien en 1849, bajo el pseudónimo de "Parallax", escribió el boletín Zetetic Astronomy (que transformó en libro en 1864) e inventó el "método" de la astronomía zetética donde modela a la Tierra como un disco plano con el Polo Norte en medio y el Polo Sur como una clase de muro de hielo que rodea todo el disco; los planetas, la luna, el sol y las otras estrellas giran alrededor de la Tierra, y todos estos objetos se encuentran relativamente cercanos a la Tierra (el Sol y la Luna, de hecho, se encontrarían a la misma distancia). Este es el modelo que a día de hoy sostiene la Sociedad de la Tierra Plana.
Rowbotham, un fundamentalista cristiano y curandero que dejó la escuela a los 9 años de edad, era sin embargo un excelente retórico. Se enfrentó en varias ocasiones a astrónomos profesionales, dejando en el público una auténtica sensación que la "ciencia establecida" estaba equivocada. Luego de la muerte de este estafador profesional, sus seguidores continuaron su legado. Lady Elizabeth Blount estableció la Sociedad Universal Zetética que buscaba "la propagación del conocimiento relacionado con la Cosmogonía Natural en la confirmación de las Sagradas Escrituras, basado en la investigación científica práctica", asociación que continúo hasta bien entrado el siglo XX, aunque con menor influencia. Las ideas de Rowbotham y la Sociedad Universal Zetética fueron apoyadas por la Iglesia Católica Cristiana (una secta evangélica de Illinois) y promovidas por su estación de radio. Tal vez el pupilo más célebre del estafador terraplanista fue William Carpenter, un impresor y escritor que incluso debatió públicamente con el co-autor de la teoría de la selección natural, Alfred Russel Wallace.
La Sociedad Universal Zetética estaba en decadencia y casi olvidada, hasta que en 1956 el activista Samuel Shenton fundó la Sociedad Internacional de la Tierra Plana como heredera directa de la asociación de Lady Blount y las enseñanzas de Rowbotham. Shenton era un orador del pequeño público que disfrutaba sobre todo el ofrecer charlas para niños y jóvenes en plena época de la carrera espacial, asegurando la planitud de la Tierra. La sociedad de Shenton se presentaba a sí misma como una asociación secular (una táctica que evolucionó en el creacionismo en general para evitar la acusación de adoctrinamiento religioso). Luego de la muerte de Shenton, en 1971, la presidencia de la sociedad pasó a Charles K. Johnson, un fanático religioso que negaba el alunizaje de las misiones Apollo, que además tenía una lucha persona contra los científicos pues, creía, éstos buscaban la religión con la ciencia. Johnson logró hacer que la sociedad creciera, llegando a conseguir hasta 3,500 miembros, aunque para 1997 no había forma de probar la existencia de todos los miembros debido a un incendio en la casa de Johnson. La sociedad cayó en el olvido hacia 2001 cuando Johnson murió.
Pero la era de internet traería una renovada sociedad terraplanista. En 2004, Daniel Shenton resucitó la Sociedad de la Tierra Plana lanzando un foro y un sitio web con este nombre. En octubre del 2009 se dio el relanzamiento de la asociación con su renovado sitio web y con la creación de la Flat Earth Wiki, la enciclopedia terraplanista. Así es como llegamos a nuestros días: sin nada de ciencia ni investigación, pero sí mucha religión disfrazada de crítica anti-sistema. Muchos consideran que es precisamente el sospechosismo hacia las instituciones lo que impulsó enormemente este movimiento.
Terraplanistas y cultura científica
Elon Musk: "¿Por qué no hay una Sociedad de Marte Plano?"
Sociedad de la Tierra Plana: "Hola Elon, gracias por
la pregunta. A diferencia de la Tierra, se ha observado que
Marte es redondo. ¡Esperamos que tengas un fantástico
día!"
El chiste se cuenta solo.
Podríamos menospreciar este incidente como un caso de fundamentalismo musulmán donde un par de fanáticos religiosos están dentro de una universidad. Pero no podemos ignorar que existen youtubers que promueven la conspiranoia de la planitud de nuestro planeta, con más de 25 mil seguidores. Esto significa que en ciertos grupos y lugares del mundo, algunos terraplanistas son incluso más famosos que los científicos más populares a nivel regional. El terraplanismo, junto con los demás movimientos anticientíficos de nuestro tiempo, surge o crece en nuestra época precisamente porque tiene todas las condiciones necesarias para hacerlo: se tiene una sociedad donde ya no hace falta preguntarse los por qué's de la enseñanza básica, sino que se aprende de memoria y de manera acrítica; se cuenta con redes sociales que ayudan que hasta la más ridícula afirmación tenga la posibilidad de volverse viral; se cuenta con un alto grado de desconfianza hacia las instituciones, incluyendo a la ciencia, por la aparente barrera entre el mundo de la gente común y el de las comunidades de académicos, políticos, y administradores de gobierno. Esta desconfianza facilita la creación de las teorías conspiracionistas más fantasiosas y más imposibles de refutar gracias a su vaguedad y a su autodefensa en la paranoia; se cuenta además con una sociedad que ha aprendido a valorar la libertad de expresión, aunque sin conocimiento ni información adecuada, ésta resulte hueca.
Preguntarse "¿cómo sabemos que el planeta no es plano?" es una pregunta legítima que muchos no sabemos cómo responder para que no quede ni una duda. En este sentido es que ha fracasado nuestra educación: no solo con saber en cómo sabemos que la Tierra es una esfera, sino cómo sabemos que el calentamiento global ocurre por causas humanas; cómo sabemos que los alimentos transgénicos son seguros; cómo sabemos que las vacunas combaten enfermedades y no las causan; cómo sabemos que existe el sida y que éste es causado por el VIH; cómo sabemos que la evolución es un hecho del mundo natural, y que los seres humanos formamos parte del reino animal; cómo sabemos que la historia ocurrió tal como se nos dice y no nos están inventando el Holocausto; cómo sabemos que la NASA y otras agencias espaciales alrededor del mundo han mandado personas al espacio, e incluso ha habido hombres en la Luna. Estas preguntas no son vistas con la insistencia que merecerían en las escuelas, los periodistas científicos ya no se concentran en estos temas porque no se está hablando de nuevos descubrimientos, y ciertamente no parece que estén dándose a escuchar los divulgadores científicos con la suficiente fuerza.
Luego de tomar consciencia que el terraplanismo es solo la punta del iceberg de la anticiencia moderna, ¿podemos darnos el lujo de seguir ignorándolo? Tal vez aún no está tan extendido como aparenta en redes sociales (donde unos pocos pueden hacer mucho ruido), pero sí es una llamada de atención lo bastante escandalosa como para pensar y preguntarnos: ¿qué estamos haciendo mal, como para que una generación vuelva a creer en ideas que ni siquiera un hombre del siglo III a.n.e. creía?
SI TE INTERESA ESTE TEMA
* "¿Merece la pena discutir con los defensores de la pseudociencia?", artículo de L. Jiménez, en El blog de Centinel.
* "What the Flat-Earth Movement tells us?", artículo de Steven Novella en NeuroLogica Blog.
* "Is the Earth Flat?", artículo de Daniel Loxton en Skeptic.
* "Flat Earth" y "Modern flat Earth societies", entrada de la Wikipedia en inglés.