El polvo de diamante es una metáfora que se usa mucho para describir una nube de minúsculos cristales de hielo situados a nivel del suelo.
Se puede formar en cualquier lugar del mundo en el que la temperatura esté por debajo del punto de congelación. Los diminutos cristales de hielo aparecen cuando se da una inversión térmica; el aire más templado que hay sobre el suelo se mezcla con el aire más frío que está debajo (el aire más frío suele estar por encima).
El vapor presente en el aire más templado hace que aumente la humedad relativa en la superficie fría y, si se llega a cierto nivel, aparece el polvo de diamante.
A diferencia de la niebla, que está formada por miles de gotitas de agua en el aire, el polvo de diamante no suele reducir la visibilidad y crea efectos ópticos muy vivos, como halos alrededor del Sol y otros fenómenos increíbles que se deben a las formas geométricas definidas de los cristales, que desvían la luz hacia distintas direcciones.CIENCIA-2
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