Este blog no se caracteriza por las fotos hiper molonas y lo sabemos, pero hoy, nos tenéis que perdonar por plantar una foto de Instagram. Estas son las cosas que pasan cuando te pones a experimentar en la cocina...que no sabes que el resultado va a ser tan rico que merece ser compartido.
Así que, debemos dar gracias a esta receta a las ganas de comer curry y a las pocas ganas de ir al súper chino a por leche de coco. Y sí, podría decir que sustituímos por leche evaporada para que quedara más ligero, que es verdad, pero no nos engañemos...en esta casa no somos muy de operación bikini :P
Ingredientes:
2 puerros
3 zanahorias
1 manzana golden
1 calabacín
1 cebolla
300 gr de espinacas frescas
un puñado de pasas
300 ml de leche evaporada o nata
2 cucharadas de curry en polvo
sal
pimienta
aceite
arroz o cuscús para acompañar
Preparación:
1. Rallamos o picamos finos los puerros, zanahorias, el calabacín, la cebolla y la manzana y doramos en una sartén con un chorro de aceite de oliva. Si prefieres triturar la salsa, puedes cortar en trozos más grandes.
2. Agregamos las espinacas, rectificamos de sal y pimienta y mantenemos al fuego hasta que las espinacas estén hechas.
3. Añadimos el puñado de pasas, el curry y removemos bien para que se mezclen todos los ingredientes.
4. Añadimos la leche evaporada (o nata), removemos y dejamos hervir hasta que la salsa espese un poco.
5. Servimos con arroz hervido o cuscús.
Como hice mucha cantidad, al día siguiente le añadimos unos dados de pollo dorados en la sartén, un chorrito de leche y dejamos hervir unos minutos hasta que el pollo terminó de cocinarse. Y ya, para terminar de aprovecharlo, trituramos la mezcla y preparamos unas quesadillas de pollo al curry....pero eso, os lo cuento otro día ;)