Curry (picante) de coliflor y patata. (#elAsaltablogs)

¡Y venga a pasar los meses sin que apenas nos demos cuenta!

Hace apenas 4 entradas estábamos asaltando el blog de Gallecookies, y una vez más nos encontramos en el último domingo de mes.

Cómo, ¿que aún no sabéis quién es el bloguero asaltado, robado, despojado y desvalijado? Pues ni más ni menos que el carismático Capitán Rábano del blog ¡Con un Par de Guindillas!

Ya le habíamos robado una receta en el pasado, mucho antes de participar en el reto que Gastroandalusí nos propone cada mes (unas berenjenas szechuan que acompañaban unas tiras de pollo al curry) pero nos habíamos quedado con las ganas de rebuscar más a fondo en las despensas del Capitán.

Y he aquí que hemos encontrado una receta para la que teníamos todos (o casi) todos los ingredientes, y qué me ha servido para gastar la coliflor que me dio un día el vecino de su huerta y que aún no había pensado cómo gastar. No tenía cúrcuma así que hemos añadido solo el curry y ras el hanout, hemos sustituido las chalotas por una cebolla pequeña, el cebollino por rabos de cebolleta, y la ralladura de lima por ralladura de limón. Mostaza sí tenía, pero se me ha olvidado echarla, jajjaa. Así soy yo.

La coliflor como sabéis es uno de los vegetales con menos aporte calórico, al no contener hidratos de carbono, ni proteínas, ni grasas. Sin embargo, es rica en otro tipo de nutrientes, como diferentes tipos de vitamina B, ácido fólico y minerales.

En conjunción con la patata y la leche de coco se convierte en una receta equilibrada, y de sabores suaves con toques exóticos más intensos. Buenísima y totalmente recomendable.

¡¡Al ataqueeeee!!

Ingredientes: (para 2 personas)

• 1 coliflor mediana
• 4 patatas pequeñas
• 1 pimiento verde
• 1 cebolla pequeña
•  1 lata de leche de coco
• 1 chile rojo
• 1 cucharadita de curry
• 1 cucharadita de ras el hanout
• la ralladura de 1 limón
• 1 rodaja de raíz de jengibre fresco
• 2 rabos de cebolleta
• sal y aceite de oliva

Elaboración:

Pelamos y cortamos las patatas en cubos pequeños y la coliflor en ramilletes. Cortamos el pimiento en tiras y picamos la cebolla finamente.

Ponemos en una olla a fuego lento la leche de coco y en ella ponemos a cocer las patatas durante 10 minutos con la olla tapada.

Mientras tanto aprovechamos para partir la cebolla por la mitad y picamos ambas mitades finamente, manteniéndolas separadas. Pasados los 10 minutos, incorporamos a la olla, una de las mitades de la cebolla, el pimiento, la coliflor y las especias.

Removemos bien y tapamos de nuevo. Dejamos cocer a fuego lento 15 minutos más.

Mientras esperamos, picamos finamente o rallamos el jengibre fresco y la piel del limón. Abrimos el chile rojo y le quitamos las semillas para controlar el picor del plato, lo picamos o cortamos en tiras.

El Capitán se olvidó de contarnos cuando teníamos que incorporar estos ingredientes, (¿o yo no lo he encontrado? ¡Capaz soy!) así que hemos elegido saltear el jengibre fresco junto con la otra mitad de la cebolla y el chile rojo en una sartén con una cucharada de aceite de oliva. La ralladura de limón la hemos añadido directamente en crudo junto con el salteado picante a la olla.

Rectificamos de sal, removemos mezclando bien, y esperamos a que nuestras verduras estén tiernas (sin que se nos haga un puré).

Ya sólo queda ponerlo en dos platos y decorar los mismos con los rabos de cebolleta cortados finos.

Una receta sana, fácil, rápida y deliciosa ¡De 10!

¡Un placer asaltarle, Capitán!

:D

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