Revista Medio Ambiente

Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las "fake news"

Por Davidalvarez
Hacía tiempo que no publicaba un artículo para el curso de ética periodística, quizás porque muchas de las noticias que me iba encontrando, aunque merecedoras de uno de ellos, solían repetir los mismos argumentos y tópicos de otras ya comentadas anteriormente. Pero hoy, tras un vistazo matutino a los titulares de la prensa patria, encontré un artículo que merece figurar por derecho propio en un lugar destacado de este curso: "Un hombre sobrevive al ataque de un oso refugiado durante un mes en una cueva". 
Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las
El primer medio español en sacar esta noticia, a las 18:48h de ayer, 26 de junio, fue el informativo digital de Tele5, una cadena de televisión que al igual que los anuncios de Securitas Direct, se esfuerzan diariamente en mostrarnos el mundo apocalíptico en el que vivimos, donde asesinos en serie recorren las calles y entran en los domicilios con la única intención de abrirnos en canal y decorar las paredes con nuestras vísceras. Y por supuesto, una noticia en la que un terrorífoco oso no se contenta con matar a su víctima sino que se regodea con su tortura, no podría faltar de ningún modo.
Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las
Pero como era de esperar, la noticia se hizo viral y a primera hora de la mañana de hoy, Alexander y el oso ya figuraban en la primera plana de muchos periódicos nacionales: ABC, La Vanguardia, La Razón, y otros muchos medios más. Tampoco podían faltar los diarios locales, entre ellos el diario asturiano El Comercio. La Nueva España aún no lo ha publicado, seguramente porque estará investigando en estos momentos el árbol genealógico de Alexander en busca de un pariente asturiano.
Al leer la noticia, que cada medio aderezaba con su personal dosis de pimienta, me voy enterando de la historia de Alexander. Alexander se encontraba en la localidad rusa de Tuva cuando fue atacado por un gigantesco oso pardo, que en vez de matarlo y devorarlo en el acto, le partió la espina dorsal y lo trasladó a su guarida con la intención de conservarlo con vida para comérselo cuando el hambre le apretara más adelante. Durante un mes, y según cuentan estos medios con todo lujo de detalles, Alexander permaneció postrado en la cueva sin poder moverse, sin comer e hidratándose exclusivamente a base de beber su propia orina.
En un principio la noticia me recordó a la película de "El Renacido", pero claro, en aquella la osa no atacaba por hambre, sino para defender a sus crías y por otra parte no parecía que el enfurecido animal tuviera ninguna intención de dejar a Leonardo di Caprio con vida para merendárselo a media tarde.
Luke Skywalker usando su sable láser para liberarse de la trampa del Wampa
Pero de pronto recordé una escena de una película que sí tenía una sospechosa similitud con la escena de Alexander y el oso. Es la escena de "El Imperio Contraataca" en la que Luke Skywalker, que por aquel entonces pasaba unos días en el helado planeta de Hoth, fue atacado por un Wampa mientras estaba de excursión. El Wampa, al igual que el oso de Alexander, no se lo comió, lo dejó con vida pero colgado del techo de su cueva, reservándolo como plato principal para la cena. 
La diferencia entre Luke Skywalker y el pobre Alexander es que este último no tenía un sable láser, que hubiera sido treméndamente útil en ese caso, ni mucho menos tenía La Fuerza, ese campo de energía que nos rodea y nos penetra y que une a la galaxia. Alexander solo disponía de su propia orina, que no podía desperdiciar salpicando al oso, ya que era su único sustento, así que se quedó atrapado en la cueva hasta que la suerte quiso que los perros de unos cazadores lo descubrieran y fuera rescatado.
Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las
No hace falta decir que tras un mes de penurias y una dieta extricta a base de orina, el aspecto de Alexander cuando fue rescatado daba pena y dolor. Tal como describe el ABC era "Un zombi humano". Todos pensaron que estaba muerto, ya que tenía el aspecto de una momia, eso sí, como nos describe la noticia de Tele5 tras un giro dramático y melancólico, "abría los ojos dejando entrever su tonalidad azul".
Fue en ese momento cuando Alexander, olvidándose milagrosamente se su gravísima lesión medular, movió un brazo y pronunció su nombre. En un principio solo era capaz de recordar ese detalle, pero tras ingresar en el hospital y cambiar la dieta de orina por una de suero, se soltó y narró a propios y extraños sus peripecias con todo lujo de detalles, e incluso y tal como nos cuentan en el ABC "según ha explicado el propio Alexander, el oso no lo mató porque quería comérselo más adelante". Alexander había aprendido a interpretar las intenciones y pensamientos del oso, algo sorprendente y a la vez misterioso.
Aquí hay algo que no cuadra

No se puede negar que esta historia merecería por derecho propio estar en la cabecera de todos los informativos como un ejemplo de resistencia humana, de superación personal, e incluso como el caso de una dieta de adelgazamiento exprés que realmente funciona.
La única pega es que la noticia es falsa, y quizás los redactores de los medios que la han publicado (La Razón, ABC, La Vanguardia, El Comercio, Semana, Cadena Cope, y muchos medios más) tanto nacionales como extranjeros, deberían preguntarse si les merece la pena caer tan bajo, publicando toda la basura que les llega de las agencias, independientemente de que se sean tan estúpidas como en este caso.
Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las En la foto que ilustra el artículo de La Razón, Alexander ha mutado y se ha replicado
Cualquiera que tenga la más mínima idea de biología (aunque la lógica podría bastar en este caso) debería suponer que no puedes sobrevivir un mes hidratándote exclusivamente a base de tu propia orina. En primer lugar porque lógicamente, cualquier líquido que es ingerido, excretado y vuelto a ingerir, se iría absorbiendo paulatinamente, por lo que en este caso, tras un par de meaditas no saldría nada. Aparte de eso, y sin falta de conocer las propiedades de la absorción de líquidos, lo que no nos explican en ninguno de los artículos es el procedimiento por el cual un lesionado medular puede ser capaz de recoger su propia orina y llevársela a la boca. Una de dos, o Alexander es en realidad el álter ego del negro del WhatsApp o el oso, aparte de precavido y ahorrador, tenía conocimientos de dinámica de fluidos y urología y fue capaz de sondar a Alexander y colocar el otro extremo de la sonda en su boca y así cerrar el circuito.
Independientemente de todas estas cuestiones médicas y de supervivencia, no hay datos acerca de casos de osos que guarden a sus presas con vida como una fuente de alimento para el futuro. Si es cierto que hay animales que lo hacen, como algunos insectos y arácnidos, por ejemplo, pero los osos pardos pueden enterrar a sus presas una vez muertas para consumirlas luego, pero desde luego no las inmovilizan con la intención de preservarlas con vida para comerlas en el futuro.
Buscando la fuente original

La primera estrategia para descubrir si una noticia es cierta o es un caso de "fake news" es buscar si se repite en varios medios distintos. En este caso, he hecho esa búsqueda y he comprobado que la mayoría de los periódicos nacionales y muchos extranjeros, algunos de prestigio, publicaban la misma noticia. Eso podría inclinar la balanza y hacernos creer que realmente se trata de una noticia cierta: "si todos lo dicen, será verdad".
Es entonces cuando tienes que pasar a la segunda estrategia, que consiste en preguntarte a ti mismo si esa noticia puede ser cierta, en este caso particular se me ocurren dos preguntas:
¿Es creíble que un hombre con una lesión medular sobreviva un mes en una cueva bebiendo su propia orina? 
¿Es creíble que un oso sea capaz de atacar a un ser humano con la precisión suficiente para causarle una lesión medular y de esta forma mantenerlo con vida hasta que le entre el hambre?
La respuesta a ambas preguntas es la misma: NI DE COÑA
Un medio medianamente serio lo primero que tendría que haber hecho es buscar la fuente original de la noticia y no fiarse de lo que les llega desde las agencias, si tienen la mínima sospecha de que sea una noticia falsa. Si hubieran hecho eso, habrían descubierto que esa noticia apareció por primera vez en el diario ruso Eurasia Daily, a donde les había llegado un video del supuesto Alexander por mensajería telefónica, de ahí pasó al periódico ruso pero escrito en inglés The Siberian Times. En unas pocas horas, la noticia saltó a los tabloides ingleses, siendo el primero el Daily Mail. Cada uno de ellos iba añadiendo nuevos detalles a la historia, todos ellos inventados, que poco a poco iban aderezando la historia, ya que os recuerdo que lo único que llegó al Eurasian Daily fue un video de unos pocos segundos. Por ejemplo, el Daily Mail fue el primero que se inventó la historia de que nuestro querido Alexander se mantuvo vivo a base de beber su propio pis. 
Desde los medios anglosajones y en menos de 10 horas, la noticia corrió como la pólvora, publicándose en infinidad de medios de todos los continentes, pero ninguno de ellos se detuvo a verificar si era cierta, solo copiaron y pegaron. Si hubieran dedicado tan solo unos minutos habrían llegado a la fuente original y habrían comprobado que toda la historia es falsa y que realmente se trataba de una campaña publicitaria de una cadena de videos virales, tal como se confirma en este enlace
Y ahora viene la pregunta del millón, ¿cómo es posible que yo, en menos de 10 minutos y desde el ordenador de mi casa, haya desentrañado este montaje y ninguno de nuestros periódicos nacionales haya sido capaz de hacerlo? La respuesta es muy sencilla y obvia, porque no les importa, porque actualmente lo menos importante para la mayoría de los medios de comunicación no es que una noticia sea cierta o falsa, lo importante es ser los primeros en publicarla y por supuesto, que los lectores hagan el mayor número de clics en sus noticias para que los ingresos publicitarios se incrementen. 
Como colofón os dejo los párrafos finales del artículo publicado en La Vanguardia para que os deis cuenta del nivel que hemos alcanzado.
Curso de ética periodística: Alexander, el oso feroz y las
"Esta vez, no fue fantasía, sino realidad"
NOTA: algunos medios ya se han dado cuenta de que se trataba de un caso de "Fake News" y están cambiando los titulares, con 24 horas de retraso, cuando la basura ya se ha espolvoreado convenientemente. 

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