Atún enlatado - Slick alocada
Mientras por un lado los miembros de Jefferson Starship se mostraban sumamente complacidos con los resultados de "Earth", no ocurría lo mismo con los de Hot Tuna. De trío blusero en sus comienzos, el "atún caliente" luego saltó a la sartén del hard-rock y sus conciertos en vivo eran verdaderas jam-sessions de varias horas de duración. Cuando en 1978 salió a la venta el doble en vivo "Double Dose" grabado en agosto del año anterior, Kaukonen y Casady ya habían tomado rumbos distintos, lo que señalaba el fin de la banda... al menos por el momento y después de casi 10 años de carrera continua.
Por su parte, Jefferson Starship desoyó las quejas de Balin y se embarcó en una gira europea allá por junio del '78. Mala jugada, porque durante un par de conciertos en Frankfurt, Alemania, el grupo se las vio negras. Los embates del alcohol en la figura de Grace Slick alcanzaron su pico máximo cuando en la primera noche ni ella ni la banda salieron al escenario. El público se encargó de comunicar su ira con los consabidos destrozos en el local. Para la segunda noche Jefferson subió al escenario... pero una visiblemente embriagada Slick enardeció a la audiencia cuando, además de cantar, profirió frases obscenas e hirientes todo el tiempo. Nueva batahola. Consecuencia: Kantner invitó a su "ex" Slick a abandonar la banda. La prensa de la época citó repetidamente a Slick vociferando "No quiero volver a tocar con ustedes jamás!". También dio cuenta de la magnitud de los daños que el furioso público ocasionó a los equipos, que ascendieron a un monto estimado en 150.000 dólares."Para mí es casi inconcebible la idea de tocar sin una voz femenina, -se le escuchó decir a Kantner por entonces-. Tener a una mujer que canta es como saber que detrás de mí está el guitarrista o el bajista, miembros indispensables en toda banda". Sin embargo, pronto tendría que lamentarse también de perder sus voces masculinas, porque en octubre del '78 Balin se marchó del grupo, casi al mismo tiempo que el baterista Johny Barbata sufría un serio accidente que habría de alejarlo de la actividad durante mucho tiempo.
Cuando todo parecía indicar que Starship debía detener su motor para otra buena mano de pintura, Kantner, Sears, Chaquico y Freiberg votaron por la continuidad. Por empezar, en el banquillo de la batería se sentó un grande: el inglés Aynsley Dunbar. A sus 33 años de entonces, Dunbar ya era un prolífico veterano con antecedentes de lujo: de John Mayall a Frank Zappa y de Jeff Beck a David Bowie y Lou Reed, hasta había capturado el ojo de Robert Fripp para ocupar en 1970 la vacante de Michael Giles en King Crimson. Mientras, el cantante Mickey Thomas se aprestaba para dotar a Jefferson de una voz exclusivamente masculina, por primera vez. El alejado Balin sorprendió a unos cuantos con su próximo paso: la ópera-rock "Rock justice", la cual relata el juicio de una estrella que nunca logró escribir un hit. La obra fue estrenada a fines del ’79 en San Francisco, incluyendo a Balin como productor. Por entonces, el cantante aún seguía firme con sus posibles compromisos junto a sus viejos compañeros: "Tal vez les escriba una canción y entonces me dan trabajo de nuevo", deslizó por ahí.
El modificado Jefferson Starship volvió pues a la carga con su álbum "Freedom at Point Zero", editado en noviembre de 1979 y llegado a la Argentina en mayo del año siguiente. Fiel a la acostumbrada performance de la banda a la hora de cobrar dividendos, el LP ganó el status Disco de Oro y entró justo en el Top Ten del Billboard 200, lo que prueba que la ausencia de Slick podía sentirse... pero no tanto.
Los '80 con sus retornos, reuniones y demás
Sin embargo, no habría de transcurrir mucho tiempo para que Slick tentara tibiamente su nueva bienvenida en la banda. Su participación en un solo tema del siguiente álbum "Modern Times", de 1981, fue la llave que le permitió abrir plenamente la puerta para volver a ser una integrante estable de Jefferson Starship. Así lo demostraron los álbumes que prosiguieron la cadena de Discos de Oro, "Winds of Change" (1982) y "Nuclear Furniture" (1984), aunque en este último el baterista Donny Baldwin sustituye al emigrado Dunbar.
La nota la dio Paul Kantner poco después de la edición de "Nuclear Furniture", cuando dejó la banda y dictaminó por vía legal que la misma no prosiguiera bajo los nombres Jefferson Starship o Jefferson Airplane. Sus miembros restantes, sin duda escasos de inspiración, la denominaron simplemente Starship.
Como Starship a secas, con sesionistas y sin reemplazante de Kantner, el grupo editó tres álbumes más, "Knee Deep in the Hoopla" (1985, Disco de Platino y 7º puesto en los charts), "No Protection" (1987, Disco de Oro y 12º puesto en los charts) y "Love Among the Cannibals" (1989). Mientras el segundo ya no contaba con el aporte del bajista Sears, para el último Grace Slick tampoco formaba parte de la banda; el disco cortó la racha de oros y platinos cosechados hasta entonces y posicionó muy lejos de los puestos de privilegio del Billboard 200.
Finalmente, la banda se disgregó, la RCA se apuró a lanzar el consabido álbum recopilatorio y Starship a secas no volvería hasta 1992, aunque solamente de la mano de su cantante y bajo el nombre Starship featuring Mickey Thomas, agrupación que sigue en carrera hasta el día de hoy.
Con Jefferson Starship y sus miembros originales, sin embargo, el panorama sería distinto. Pero antes y ya que estamos con las reuniones de fin de siglo, digamos que el otro spin-off, Hot Tuna, también regresó junto a sus fundadores y aún sigue grabando discos y celebrando conciertos. La primera reunión entre Kaukonen y Casady tuvo lugar en 1983, aunque fue evidente que el nuevo material enmarcado en el heavy metal no convencía a sus fans y esta reencarnación sucumbió pronto. Fue en 1986 que Kaukonen-Casady regresaron a su repertorio clásico acústico y desde entonces han venido alternando entre shows acústicos y eléctricos -que ocasionalmente contaron con la presencia de Kantner, Slick y otros invitados- con resultados convincentes.Otro que sigue en danza es Jefferson Starship desde 1992, ante el resurgimiento que ideó Kantner junto a sus viejos compinches Jack Casady y Papa John Creach (que moriría poco después) y otros músicos. Con el tiempo, también se unirían Marty Balin y, esporádicamente, Grace Slick y David Freiberg. Hoy, Jefferson Starship sigue de gira con Kantner, Freiberg y Baldwin, además de la cantante Cathy Richardson y otros, lineamiento en el que de vez en cuando también aparece Balin.
El único que, aparentemente, ya quedó en el recuerdo es el viejo Jefferson Airplane. Poco después de la ruptura de Jefferson Starship en 1984, Kantner, Balin y Casady se reunieron en lo que llamaron KBC Band, con la cual editaron un álbum en 1987. Al año siguiente, un concierto de Hot Tuna en el Fillmore de San Francisco congregó en el escenario a Kantner, Creach y Grace Slick. La reunión echó raíces y en 1989 Jefferson Airplane revivió junto a Slick, Kantner, Balin, Kaukonen y Casady, con la edición del álbum epónimo "Jefferson Airplane" y una exitosa gira. Sin embargo, el reencuentro de todos los miembros originales (excepto el baterista Spencer Dryden) sería sólo una experiencia del momento.
Mayores de 50 abstenerse!
Nunca exenta de los avatares generados por el consumo de drogas y alcohol durante buena parte de su vida, Grace Slick ha sido asidua visitante no sólo de los calabozos californianos, sino también de las clínicas de desintoxicación. Hoy por hoy esa etapa parece superada y Slick concentra su energía en el dibujo y la pintura, habiendo diseñado las portadas de algunos álbumes y participando en numerosas exposiciones de arte.
Tras la efímera reunión de Jefferson Airplane en 1989 manifestó retirarse de la música, convencida de que "todos los rockeros de más de 50 años se ven estúpidos y deberían retirarse". Sin embargo, desde entonces ha pecado de transgresora a su propia norma, porque de vez en cuando se la ha visto en el escenario cantando uno que otro tema junto a sus viejos compañeros de andanzas. Sabido es que el que nació con la música adentro raramente la abandona del todo pero, aunque fiel al adagio, Grace Slick basa su vida presente en otras manifestaciones del arte y apenas si escucha música.
En 1998 doña Grace publicó su autobiografía en papel y una versión abreviada como audiobook, nueva modalidad que no pocos famosos vienen siguiendo. Hoy, a los 72 años, vive tranquilamente en Los Angeles junto a su hija y su yerno. Lleva un pasar reposado, pinta, dibuja, limpia su casa y va al almacén. Problemas de salud le impiden permanecer de pie más allá de unos pocos minutos.La recia estampa de esa cantante de "voz gélida y penetrante" blandiendo el micrófono de sendas bandas emblema de los '60 y '70 se va diluyendo en el tiempo para dejar paso al mero recuerdo. No hay duda de que Grace Slick conforma el reducido grupo de Damas Progresivas que engalanan el rock. Más que eso, es una de las pioneras, que a mediados de los '60 irrumpió decidida en un terreno por entonces sólo reservado para hombres. "Cantaba con la fuerza y la rabia que las mujeres temían expresar en esa época, -confesó en una entrevista reciente-. Pero la rabia no estaba dirigida a los hombres, sino al conformismo y las normas que se aplicaban sólo a nosotras". Para quienes están convencidos de que era una sex-symbol, ella se encarga de desilusionarlos. "¿Yo sex-symbol? Siempre pensé que era fea. Mis piernas eran cortas, mi pelo muy rizado y tenía una vista pésima. Sólo era buena para recobrar la compostura y ser yo misma". Y cuando cualquier entrevistador insiste en hacerle notar lo importante que es, una vez más ella contempla sus logros con humildad y simpatía: "En realidad no lo soy. El rock and roll se nutrió de la música de todos. Es un gran guiso que ha cambiado con el tiempo. Yo simplemente fui uno de los ingredientes".
- Damas progresivas II: Jefferson Airplane/Starship - Parte I
- Damas progresivas II: Jefferson Airplane/Starship - Parte II
- Damas progresivas II: Jefferson Airplane/Starship - Parte III
- Damas progresivas II: Jefferson Airplane/Starship - Parte IV
- Damas progresivas II: Jefferson Airplane/Starship - Parte V