- De nuevo, la imagen es obra de SiKa.
También conocido como: “Yo me paso el PEGI por el forro de los ovarios”.
- Las mujeres no-gamers prefieren hablar con una dependienta antes que con los chicos
Contribuirás a que las nuevas generaciones de jugones se echen a perder- Las mujeres no-gamers creen que los videojuegos rezuman testosterona
- Los hombres asumen que la chica está en la tienda para hacer bonito
- Los adultos creen que los dependientes de una tienda están ahí para hacer de canguros
- Los niños creen que los dependientes lo saben todo
- Los niños creen que los dependientes no saben nada
Después del relativo éxito que tuvo el primer capítulo (“Las chicas también saben de videojuegos”), publicado ya hace 12 ó 13 años, aproximadamente, he decidido terminar una de las entradas que tenía a medias sobre mis experiencias en la venta de videojuegos.
Situémonos: en época de navidades del 2013, con el Grand Theft Auto V recién salido del horno y petándolo en ventas, una mujer entra en la tienda. Nada fuera de lo común.
2. Contribuirás a que las nuevas generaciones de jugones se echen a perder
-Quiero un juego de “pesetrés” para mi hijo -pide la clienta.
-¿Qué edad tiene?
-Va a hacer 13 años.
“Todos los niños de esa edad se llevan el Grand Theft Auto V”, piensas. Y das gracias a un poder superior (¿Sephiroth?) por que la mujer no haya venido buscándolo, como tantas otras madres a las que poco les importan tus advertencias relacionadas con el PEGI.
-Mire, este juego es muy divertido -le enseñas el Little Big Planet-, y puede jugar con sus amigos en Internet, o con ustedes en casa.
-Uy, pero esto es muy infantil y no le va a gustar -frustra tus ilusiones de que el chaval juegue sanamente a algo que tú misma disfrutaste como una enana no hace tanto-. ¿No tienes el Mario?
Piensas en varias cosas que contestar, pero acabas resumiéndolo todo en dos grandes ideas. Punto 1: Mario no existe en plataformas que no sean de Nintendo. Punto 2: ¿¡En qué mundo Little Big Planet es un juego más inmaduro que Mario!?
Escoges el punto 1.
-Es que Mario sólo existe en las consolas de Nintendo, señora.
-Ah -parece molesta-. Pues vaya. Entonces, dame el GTAV ese, que lo tienen todos sus amigos y lo quiere.
Haces un esfuerzo por no caer de rodillas en el suelo mientras gritas dramáticamente con el puño en alto (¡cero dramatismo!). En su lugar, tratas de arreglar la situación ofreciéndole otro juego que, si bien no está recomendado para su edad, la violencia que muestra es mucho menos gratuita.
-¿Por qué no se lleva el Uncharted? Es una saga muy buena, hay acción, la historia es muy interesante -al menos, la del 1 lo era-, y es muy cinematográfico.
-No, no -la señora hace muecas-. No me pongas cosas raras. Dame el GTA ese.
Intentas explicarle que su niño se irá de putas, consumirá droga y practicará la violencia gratuita. Pero las leyendas son ciertas y, de labios de la señora, sale la frase: “Yo, mientras se calle y me deje tranquila…”.
Bad end: el cliente siempre tiene la razón, así que terminas entregando el juego solicitado.
Obviamente, os hablo de una madre en concreto. No hablo de esta situación como algo común, sino que os la he explicado porque me dejó patidifusa. Por otro lado, siempre recordaré al niño que venía con su madre en busca, precisamente, del GTAV. El pequeño, de entre 8 y 10 años, aproximadamente, se echó a reír cuando le expliqué a su madre de qué trataba el juego. Ésta, escandalizada, le propinó con una soberana colleja, alegando que la había tenido engañada, y el niño cambió su estado de humor automáticamente. Yo me gané una constante mirada de odio por su parte el tiempo restante que estuvo en la tienda.
En otras ocasiones, tanto padres como madres, a sabiendas del tipo de juego que iban a adquirir para sus hijos (seguimos hablando del GTAV), se responsabilizaron diciendo que sólo les permitirían jugar cuando ellos estuvieran presentes. Sea verdad o no, por lo menos, tuvieron la decencia de intentar justificarse.
En cualquier caso, no os vayáis a pensar que considero la saga GTA como una lacra para los videojuegos, o algo por el estilo. Tampoco creo que un niño de 13 años no pueda jugarlo. Sin embargo, como norma general, no puedo recomendárselo. Probablemente, haya muchos chiquillos de esa edad lo suficientemente maduros como para diferenciar entre la realidad y la ficción y para no dejarse influenciar por esta última. Yo misma empecé a jugar a Resident Evil con 11 años y, bueno, he salido bastante normal. Gamer, cosplayer, blogger y youtuber wanabe, pero bastante normal.
…¿No?
Si tienes algo que añadir, me encantará leerlo.
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