Si hay un escritor que me ha conquistado con sus novelas ese es Dan Brown, un tipo que descubrí casi de casualidad cuando "El código Da Vinci" era un best-seller y yo sin enterarme.
Soy un lector cotidiano, eso sí, muy rarito para los libros, así que es difícil que me termine gustando una novela que me ha comprado fulanito o me ha recomendado menganita... Si la empiezo a leer, la acabo, pero me quedo con el mal sabor de boca de decir, no me ha gustado, pero tenía el compromiso adquirido de leerla... y malditos compromisos...
Lo dicho, allí por el 2005, en mi segundo viaje a Paris, tengo que hacer un tercero cuando pueda, la encargada del grupo en visitas y excursiones, no paraba de hablar de "El código Da Vinci", en plan: "si os acordáis de tal pasaje... pues es justo por donde estamos pasando" o "Dan Brown hace una simbología de dicho cuadro en el Louvre que lo podrás encontrar en la sala tal" y "en el libro se menciona una pirámide invertida, a ver quién la encuentra".
Y basta con que alguien esté así todo el día y que cuatro asientan, bien porque la hubieran leído o para quedar de estar en la onda, aunque no sepas de que va el tema... Basta con eso, para que yo pase automáticamente de leer ese libro y me ofrezca a otras lecturas...
En este caso la casualidad hizo que a mí vuelta a España, me topase con una edición especial del libro, en el que se adjuntaban fotografías de cada lugar que visitaba el protagonista. Obviamente esa edición costaba el doble que el libro normal de pasta blanda, pero me dio igual...
No fue por las recomendaciones de la encargada de nuestro grupo de excursiones, más bien que soy muy seguidor de dos temas en concreto que se reflejan de gran manera en el libro, la ciudad de París y de la vida de Leonardo Da Vinci y llegado de ese viaje, me pareció divertido sentir de primera mano lo vivido por el supuesto protagonista del mismo... un tal Robert Langdon que al a postre es conocido tanto por los lectores empedernidos, como por su trilogía de películas de las cuales hablaremos.
En verdad, me gustó el libro y encontré uno después del mismo autor "Ángeles y Demonios" el cual disfruté como un enano y terminó surgiendo el enganche.
Pero vamos al tema, ya que he conseguido relacionar a Dan Brown conmigo, que menos que presentároslo...
1) ES HIJO DE UN FAMOSO MATEMÁTICO
Tiene un punto en común con su padre, sus profesiones y dedicaciones, no estaban relacionadas con los libros, pero son mundialmente conocidos por estos últimos. Richard G. Brown se ganaba la vida como profesor de matemáticas en el instituto privado Phillips Exeter Academy y donde dio clases al menos a Dan, pero llegado el día empezó a escribir libros sobre algebra avanzada con los que ayudó a muchos jóvenes prometedores en el mundo matemático, haciéndose un nombre conocido a nivel mundial por este aspecto.
No es que dejara de lado su vida como profesor, pero su status se agrandó a través de sus escritos y no por sus enseñanzas en las aulas, de hecho algunos de sus libros cuestan seis veces más en el mercado que las novelas de su hijo...
No sólo domina el mundo matemático, sino que es un hombre versado en las ciencias, mundo que inculcó a sus hijos y que quedó grabado sobremanera en Dan.
Richard también era de proponer acertijos y pequeños problemas deductivos a sus hijos a la hora de celebrar los cumpleaños de sus hijos o las fiestas
Es por ello que en sus novelas generalmente los protagonistas, en especial Robert Langdon, creen en la ciencia como base para explicar todas las dudas que surjan. Todo lo que pasa en este mundo merece tener una explicación y si no se tiene, es porque no se sabe todavía, no porque no exista...
En todas sus novelas nos deja ese poso de ver las cosas desde un punto de vista científico, en contraposición con la religión, de la cual de alguna forma se mofa dudando de una deidad inventada que sirvió a sus seguidores para lucrarse tanto de poder como económicamente, ergo la religión es una mentira que sirve para ese fin.
2) ...Y SU MADRE FUE UNA FERVIENTE CRISTIANA
Connie Brown era cantautora de música religiosa y tanto Dan como su hermano cogieron ese camino para sus estudios, me refiero a la música, no a la religión... Gregory se gana la vida como compositor y arreglista de música clásica y de Dan ya descubriremos su faceta musical en el siguiente apartado...
He aquí de donde saco ese sempiterno tema en sus novelas de la lucha entre la ciencia y la religión (forma de pensar paterna y materna) donde claramente debió vencer las ideas paternas de madera épica.
Me gustaría saber dos cosas, la primera ¿por qué Dan tiene tanta inquina, graciosa, pero no deja de ser inquina contra la religión siendo algo tan importante para su figura materna? Y nos lleva al segundo interrogante, sabiendo lo que opina su hijo de su fe y en parte de su vida, ¿estaría orgullosa de sus novelas tomándolas desde el punto de vista fantástico, fue su primera crítica, o directamente ni las quiso leer?. Sea como fuere, Connie falleció en la cama agarrada mano con mano a su hijo mayor.
A la segunda pregunta no os puedo responder, a la primera, puede deberse a que empezó a distanciarse de la religión en la época de instituto con su padre, en su internado durante el tiempo libre se interesó en demasía por libros científicos que explicaban grandes interrogantes de la sociedad que los religiosos resolvían con la palabra fe. Y pensó que si eres capaz de conseguir los resultados, la fe deja de existir en todos los sentidos... "De niño fui profundamente religioso, pero llegó un momento en el que dije: esto que me cuentan en la iglesia carece de sentido. Al mismo tiempo se me despertó la idea de que hay algo mucho más grande ahí fuera".
3) CASI LO DEJA TODO POR TRIUNFAR EN LA MÚSICA...
En la Universidad Amherst College de Massachusetts decide estudiar la carrera de literatura. Tras licenciarse en ello, y sin dejar la música atrás participando en el coro de la Universidad, se muda a España para complementar unos estudios sobre Historia del arte en la Universidad de Sevilla, completando su trayectoria estudiantil en 1986 tras conseguir los grados superiores de literatura e historia.
Pero un giro radical le apartó de ese camino y se centró en autoproducirse una casete en España con canciones infantiles en español y crear su propio grupo junto a un amigo: Piropo. Se fueron a Madrid para promocionarlo pero fue un auténtico fracaso, según palabras de Brown porque: "en esos momentos los españoles sólo escuchaban a un grupo llamado Mecano, a Miguel Ríos o Víctor Manuel".
El caso fue completamente distinto en Estados Unidos, donde terminó siendo un gran negocio y Dan invirtió en crear una discográfica llamada Dalliance, sacando en 1990 un nuevo disco titulado "Perspective" en formato cd y dirigido a un público adulto y no a prepubers.
Un año después se lanza a Hollywood para impulsar definitivamente su carrera musical, iniciando una relación con una mujer once años mayor que él, Blythe Newton, cuyos contactos podrían impulsar su carrera, cosa que no terminan de conseguir, y se vuelve con ella a Nuevo Hampshire para impartir en un instituto clases de español, sin dejar de lado la idea de triunfar en la música...
Antes de seguir avanzando en su vida y descubrir como terminó haciendo libros que vende como churros, debemos tomarnos un kit kat, con un detalle que he mencionado y no quiero pasar por alto...
Tras sus estudios de literatura, viajó a Sevilla con la excusa de estudiar Historia del Arte y se quedó viviendo un lustro en España (1980-1985). Previamente la conocía porque con 16 años estuvo viviendo un verano en una casa de intercambio en Gijón: "Quiero mucho a España, es el primer país extranjero que visité. Vine con 16 años un verano en un programa de estudios de intercambio, pasé un verano con una familia, fue fantástico. Estudiaba español, me iba con los amigos a la playa y al ser muy pálido me llamaban "el fantasma". Lo decían en broma, pero herían mis sentimientos y me sentía inseguro, de esa experiencia saqué a Silas, el asesino albino del Código Da Vinci"
A saber que hubiera sido de él si su casete de canciones infantiles y su grupo Piropo hubieran triunfado en nuestro país.
Pese a ello, y como hemos dicho domina el castellano, lo hemos dejado siendo profesor en un instituto de Nuevo Hampshire impartiendo esta asignatura, demostró tener grandes lagunas sobre la cultura de nuestro país y es por ello, aunque luego me explayaré, nunca he leído su primera novela, "La Fortaleza digital" escrita en 1998 y publicada en papel en el 2006 y, por el momento me sigo negando a hacerlo siendo el único libro que no he leído de él, porque ni siquiera lo he querido iniciar.
Quizás se desquite de ello tras subsanarlo en Origen, con otras ciudades como Bilbao, Barcelona, Madrid o de nuevo Sevilla las cuales no se hasta que punto conoce, pero sin duda parece dejarnos en mejor lugar a unos anfitriones de cinco años de su vida. Dan ha confesado que ha vivido también Barcelona y que suele ir algunas semanas cuando puede allí y que le afectó mucho los atentados que sucedieron allí porque son zonas por las que suele transitar.
Fue en ese momento cuando en unas vacaciones que le sirven como días libres en el trabajo y desconexión de su proyecto musical, cuando llega a sus manos un libro de intriga que a la postre cambiaría su vida: " La conspiración del juicio final" de Sidney Sheldon.
Dan vio una oportunidad en ese sentido, tenía una gran formación literaria, grandes ideas sobre conspiraciones y novelas de intriga donde implantar juicios de valor entre ciencia y la religión, e incluso localizaciones estupendas en diversos lugares del mundo, juntando dicho coctel saldría la fórmula mágica de todos sus libros, pero su embrión terminaría siendo "La fortaleza digital" (1998), que terminaría siendo conocida a nivel mundial en el 2010 y sentó como un gran jarro de agua fría en España.
Dan Brown localizaba parte de esta novela en Sevilla, cometiendo errores graves de localización (a la Giralda se asciende por escaleras, cuando existen rampas o que el Ayuntamiento de la ciudad se encuentra en la Plaza de España), de productos típicos (llega a decir que en Sevilla la bebida por excelencia es el zumo de arándanos) y se refiere en varias ocasiones a España en general como un país tercermundista, donde la policía es fácilmente sobornables, los hospitales huelen a orina, los enfermos duermen en catres en lugar de camas y que un pulmón perforado era muerte segura, cosa que no ocurría en otros países con medicina mucho más avanzada.
La guardia civil es el único organismo de orden y seguridad en el país y trasladan a los arrestados en motos hasta la cárcel, cosa que está penada si se hiciese de ese modo. Todos los españoles somos unos maleducados y somos groseros y nos reímos en la cara de los forasteros, además de decir que la prostitución es ilegal (lo es el proxenetismo).
Un auténtico despropósito de principio a fin con el que el autor consiguió que mucha gente de aquí terminara por dejar de leer sus libros y tuviese fuertes críticas cuya respuesta del autor fue: "De igual modo que mi ciudad natal en Estados Unidos, Sevilla tiene aspectos maravillosos y otros que no lo son tanto. Como novelista, procuro destacar por igual los elementos negativos como los positivos para dotar de intensidad a la trama".
Del mismo modo, subrayó que ama España y Sevilla y que estudió una carrera allí, cosa que la propia Universidad se encargó de desmentir diciendo que nunca ha estado matriculado como alumno, a menos que haya realizado alguno de sus cursos de verano...
El caso que con la Fortaleza Digital consiguió un suculento contrato de 10.000 dólares a cambio de escribir varios libros de ese estilo, cuya idea era venderlos no en formato libro, sino como experiencia digital subida en la red.
6) EL TRIUNFO DEL CÓDIGO DA VINCI
Y llegamos al punto que Dan Brown tiene cuatro novelas en una página web que puedes leer previo pago mínimo de cada una. Un negocio por aquellos tiempos al alza que las editoriales usan con aquellas novelas con las que los editores dudan de sacar provecho en su formato físico y con ello abaratar costes. "La fortaleza digital" (Digital Fortress, 1998), "Ángeles y demonios" (Angels & Demons, 2000), "La conspiración" (Deception point, 2001) y el Código Da Vinci (Da Vinci code, 2003), ninguna pasa de los 20.000 lectores, hasta que en la más nueva ven un potencial como para sacarla en formato de papel.
La controversia con algunas secciones del cristianismo y una costosa publicidad que incluía exponencialmente con su fama: entrevistas con el autor, difusión privilegiada en librerías, traducción del libro a 44 idiomas, 36 millones de copias, páginas web especializadas en el tema, pequeños juegos y crucigramas relacionados con el libro, foros y demás... consiguieron que dan Brown pasará de ganar 10.000 dólares por las cuatro novelas, a 250 millones de dólares limpios hasta el día de hoy sólo con "El código Da Vinci".
Mientras este éxito crecía de forma tan desmesurada, el autor decidió dejar sus trabajos y centrarse únicamente a la profesión de escritor de libros, consensuando con su esposa el no tener hijos para centrar todo su tiempo en crear libros y aprovechar el tirón.
7) EL ORDEN DE SUS NOVELAS Y COMO NOS FUERON PRESENTADAS
Este es un punto a comentar, porque cuando tienes 4 novelas escritas y subidas a la red y en formato físico triunfa la última, puedes hacer dos cosas seguir el orden preestablecido o sacar una estrategia comercial publicando en el orden que mejor te convenga y creando otro hilo temporal.
Así que aunque los años en los que se publicó en internet son los que deberíamos tener en cuenta, en formato libro fueron diferentes.
Otra cosa curiosa y que poca gente sabe es que Dan Brown sacó dos libros cómicos al mercado que a día de hoy están o descatalogados o son difíciles de conseguir:
187 MEN TO AVOID: A SURVIVAL GUIDE FOR THE ROMANTICALLY FRUSTRATED
WOMAN (1995) que no fue traducido a ningún idioma y en el que Brown se hizo pasar por mujer firmando el mismo con el pseudónimo de Danielle Brown.
THE BALD BOOK (1998), escrito junto a su esposa Blythe Newton, que al principio estuvo muy metida en ayudar en los proyectos a su novio y posteriormente marido, pero con el paso de los años ha ido buscando sus hobbies para sacarse su propio dinero aunque su marido sea ostensiblemente rico.
8) HÁBITOS DE TRABAJO TREMENDAMENTE ESTRICTOS Y PECULIARES.
Cuando tiene que escribir una novela, Dan comienza su día a las 4 de la mañana. "Trato de pasar del estado de sueño a mi escritorio lo más rápido posible. Lo bueno de escribir a las 4 es que realmente no hay nadie más que te escriba por correo electrónico. Iré a la cocina, tomaré un batido de espinacas y un poco de café, iré directo a mi oficina y trabajaré entre seis y nueve horas, dependiendo de la cantidad de energía que tenga. Mucho de esto es editar lo que escribí el día anterior. Podría estar delineando, podría estar escribiendo. Solo depende de lo que ese día requiera".
Cada hora, su ordenador está programado para que se apague automáticamente durante un minuto, lo que obliga a Brown a descansar al menos sus ojos frente a la pantalla. También se toma algunos descansos más extensos en ese porrón de horas, que aprovecha para hacer algunas flexiones, abdominales o colgarse bocabajo y meditar en esa posición durante un rato.
Además admite tener como todos los escritores bloqueos mentales y que lee continuamente lo que ha escrito, tirando todo lo que no les gustaría a sus lectores y empezando de nuevo donde lo había dejado, declarando que suele tirar 10 hojas por cada página escrita.
9) CONTROVERSIAS CON LA IGLESIA Y CON SUS COLEGAS ESCRITORES
Pienso que gran parte de su triunfo como escritor se lo debe haber cabreado a la iglesia, de hecho para que "El código Da Vinci" se convirtiese en el éxito de masas, tiene que empezar con un gran impulso, si bien lo aprovecharon después con una estrategia de marketing brutal.
No entiendo tampoco el mosqueo de la iglesia con un simple libro, al fin y al cabo es una historia ficticia, y manuscritos que pongan a parir las religiones hay miles.
Los más críticos me dirán que la escisión entre Jesús y Dios, la creencia a partir de los cuadros de Da Vinci que el hombre estaba casado con María Magdalena, según la biblia con trabajo de meretriz, que esta apareciese en el cuadro de "La última cena" o que encima tuvieran descendencia a través de una hija llamada Sara portadora con su sangre del santo grial, puede escocer, no se si tanto como las críticas feroces a la riqueza del vaticano, o dónde son capaces de llegar el cristianismo como para proteger sus intereses, e incluso cuestionar la autoridad de la misma...
Son temas que no se cuáles habrán hecho más daño a todas esas órdenes religiosas que pedían la nulidad del libros y la quema de sus ediciones, a simple modo, si lo vemos desde fuera y objetivamente, sigue siendo una historia, que mezcla realidad y ficción y que cada uno marque la línea sobre el que creer o que tomar como parte del argumento, pero en un juicio, nunca podría salir culpable Brown por su imaginación y, como me pasa a mí con "La fortaleza digital", si no estás de acuerdo con lo que vas a leer, tan fácil como no comprar el libro o leerlo.
Pero si la iglesia y sus fieles se empeñan en enfrentarse a lo que llaman un libro vacuo que se lucra de mentiras y exige su censura, a su vez está haciendo que los lectores lo compren en masa por la curiosidad antes de que eso pudiera darse. Parte de los 36 millones de libros vendidos hasta ahora, a parte de una brutal y feroz propaganda tras el ataque eclesiástico, es culpa de ese ataque.
Por otro lado está la mofa de sus propios colegas, que atacan descaradamente sus incongruencias y fallos históricos para resaltar que si por lo que le aclaman tiene errores, imagínense si nos centramos en la trama como tal obviando todos estos datos que aporta el autor, siendo algunos de ellos auténticas falacias. Por ende, entienden que si se entienden sus libros como narrativa histórica naufraga por diversos datos incorrectos, si la miramos desde el punto de vista de novela de intriga, también naufraga porque mucho del peso de la misma incide en los datos históricos y la intriga es como el Guadiana que aparece y desaparece hasta nuevo aviso. También le tachan de poco original porque en la mayoría de los casos en sus novelas se nos presenta un caso que si se llega a dar es fatídico para un gran número de personas, tienen a un protagonista que hace de funciones de un arquetipo de Indiana Jones (tipo de estudios aburrido que al final es un héroe aguerrido), una chica atractiva de turno que se ofrece de acompañante y una trama donde la ciencia gana a la religión o a la secta que sea, muchos giros radicales y un final feliz con solución recurrente.
Pero como se defiende el propio Dan: "Tú cuando ves una película de James Bond sabes que siempre va a salvar a la chica del malo, pero lo importante no es QUÉ va a hacer, lo que se vende es CÓMO lo va a hacer, por eso sigues yendo al cine cada vez que estrenan una."
Otro toro con el que tuvo que lidiar con el resto de escritores fue la controversia surgida por plagio, el código Da Vinci fue a los tribunales de mano del escritor Lewis Perdue (2005) por supuesto plagio en sus obras "La Hija de Dios" y "el legado de Da Vinci" del que Brown salió airoso con una sentencia que decía: Un observador lego, razonable y medio no concluiría que El código de Da Vinci es substancialmente semejante a La hija de Dios. Cualquier elemento levemente semejante está en el nivel de lo genérico o de las ideas de difícil protección. Mismo caso ocurrió con Michael Baigent y Richard Leigh (2006) en "El enigma sagrado. Sangre santa, santo grial", pero Random house, editorial de los libros de Brown, compró los derechos de este libro y la cosa no llegó a los tribunales.
10) ROBERT LANGDON SE CONVIERTE EN UN ICONO
De alguna manera su personaje de "El código Da Vinci" se convirtió en seña de identidad de sus libros, de hecho "La fortaleza digital" y "La conspiración", a las dos únicas obras de Brown donde él no aparece parece faltarles algo tanto a la trama como con la identificación de los personajes.
Langdon parece ser el alter ego del propio escritor y, si me aprietas más, para mí es la persona que le hubiera gustado ser a Dan.
Nacido un 22 de junio en Nuevo Hampsire como su autor, pero con un año más que él (1963), se nos presenta a un profesor de iconología y simbología religiosa de la prestigiosa Universidad de Harvard que, curiosamente es un firme defensor de la ciencia ante la religión, la cual lleva estudiando toda su vida. Además es escritor de los siguientes libros: , The Symbology of Secret Sects The Art of the Illuminati: Part 1, The Lost Language of Ideograms, Religious Iconology, Symbols of the Lost Sacred Feminine y Christian Symbols in the Muslim World
Su nombre, en realidad su apellido, proviene de John Langdon, diseñador gráfico, pintor, escritor y profesor de tipografía en la Universidad de Drexel, de cuyo trabajo hemos podido ver algunas cosillas en los dos primeros libros en los que sale Robert: los famosos ambigramas de "Ángeles y demonios" que también aparecen con menor repercusión en "El código Da Vinci".
A través de los libros hemos podido saber diferentes cualidades sobre él:
"En El código Da Vinci se describe como un Harrison Ford con chaqueta de Tweed y además se dice que su voz, según sus compañeras femeninas de la Universidad, es como terciopelo en los oídos. En El símbolo perdido, Robert Langdon es descrito con un excelente estado físico (gracias a los largos en la piscina de la universidad que realiza cada mañana). En Inferno se aclara que es apuesto, alto y con abundante cabello castaño, además de ser una persona muy educada y de buen corazón. En Ángeles y demonios, Langdon es descrito como un hombre de unos cuarenta y cinco años, con un físico envidiable (debido a que, gracias sus cincuenta largos al día en la piscina de Harvard, aún conserva el cuerpo de nadador de su juventud), y con lo que sus compañeras llaman "un atractivo erudito": espeso cabello castaño con toques de gris, voz profunda y cautivadora, sonrisa alegre y espontánea de un estudiante, ojos azules penetrantes y de metro ochenta. También se menciona que posee tres amores: la simbología, el waterpolo y su soltería, y que su vestimenta habitual es un jersey de cuello alto, un reloj de Mickey Mouse edición coleccionista y su chaqueta de tweed".
Y ya le hemos podido disfrutar en 5 aventuras diferentes: "Ángeles y Demonios" (en realidad su primera aventura que nos han querido vender como segunda al salir publicada tras el primer best-seller), "El código Da Vinci" (que aunque nos la vendan como la primera novela de Langdon, en el propio libro sale una pequeña reseña de lo sucedido en Ángeles y Demonios), "El símbolo perdido"(2009), "Inferno" (2013) y "Origen" (2017)
El hecho de tener entre manos un libro que haya triunfado, no indica que realizar un film sobre él produzca el mismo efecto, así que hay que asegurar al menos que el proyecto caiga en buenas manos.
Columbia Pictures para la productora y la distribución, un prestigioso director como Ron Howard, una banda sonora compuesta por Hans Zimmer y un elenco de actores muy reconocible, Tom Hanks como Robert Langdon acompañado por Audrey Tautou (Amelie), Ian McKellen (El señor de los anillos y X-Men), Jean Reno (León), Alfred Molina (Spider-man 2) o Paul Bettany (Los Vengadores).
También ayudó que el libro es muy adaptable a la película, pareciendo casi un guion y dando detalles exactos de los lugares donde suceden cada cosa, lo cual facilita mucho a la hora de rodar.
El presupuesto de 125 millones de dólares fue una gran inversión con respecto a la recaudación que superó los 758 millones en el año 2006... Y cuando algo así da pasta y teniendo más libros con el personaje...
En el 2009 sacaron Ángeles y demonios que si bien no consiguió las mismas cifras que su antecesora, casi cuadriplicó la inversión (133 millones a 485). Si me dieran elegir, hubiera apostado fuerte por este film, pero no quiero adelantar un spoiler de este post, deberéis seguir leyendo, pero... la cagaron. Grandes actores de nuevo como Ewan McGregor (segunda trilogía de Star Wars), o Stellan Skarsgard (Thor y Los Vengadores), Zimmer en la música y Howard en la dirección, pero cambiaron parte del argumento y con ello el final del libro y para mí fue una decepción tremenda, tanto que no la he querido volver a ver.
En el 2016 sorpresivamente apostaron por Inferno, una película que funciona muy bien como libro, tampoco quiero spoilear más otro punto del post, pero que no imaginas como película, porque si algo tiene el libro es el constante movimiento de los personajes y muchísimos giros argumentales, cosa difícil de plasmar en dos horas de película sin que el espectador se pierda o queden cabos inconexos en medio. La película no me disgustó pero se encuentra a años luz del libro, de nuevo cambiar la mentalidad del antagonista e incluso de la compañera de Langdon es cargarte mucho la magia del libro e incluso la sensación de entender porque las cosas se hacen de ese modo, quedando más brusco e incoherente, sobre todo porque de nuevo cambias el final de la película radicalmente... Esta vez el presupuesto fue menor que las anteriores (75 millones consiguiendo 228), completaron la trilogía Hanks, Zimmer y Howard cada uno en sus funciones y se le rodeó a Langdon de rostros conocidos, pero no tanto como Felicity Jones, que triunfó con otro film de ese año: "Un monstruo viene a verme" u Omar Sy (Intocable).
Según los expertos de más a menos, aunque han seguido dando beneficio, en mi opinión una muy buena: "El código Da Vinci", una imperdonable "Ángeles y Demonios" y otra que ni fu ni fa pero que se puede ver para pasar el rato "Inferno" y un mensaje claro, si vas a hacer una película basada en un libro: RESPETALO.
12) MI RANKING DE SUS NOVELAS.
Si tengo que opinar de mejor a peor sobre los libros de Dan Brown, lo tengo claro:
1) Ángeles y Demonios, sin duda para mí su mejor novela, la disfruté como un enano tanto por su temática, por los ambigramas con los que me obsesioné, los acontecimientos (del libro, no de la peli) que me dejaron perplejo y fascinado, necesitaba leer más, como por su final inesperado, muy diferente a la película.
2) Inferno, hay momentos que peca de demasiados giros drásticos argumentales, algunas veces el bueno es malo, al siguiente capítulo al revés, y otra vez las cosas cambian y te puede volver en algún momento loco, pero juntar la Divina Comedia de Dante, las explicaciones del inframundo, la historia en si y el final, son sublimes. Me encanta que cuando termines un libro haya cosas que te descoloquen como no ver al antagonista como el malo.
3) El código Da Vinci, a priori debería ser la más clara de mis favoritas porque toca dos cosas por las que siento predilección Paris y Leonardo Da Vinci, pero como todo el libro da muchas vueltas, me sentí muy identificado con él porque te has movido por los lugares donde transcurren las historias de los protagonistas, cosa que hizo repetir mi lectura, algo que no suelo hacer con los libros.
4) Origen, no parece una novela ni de Dan Brown ni de Robert Langdon, le falta mucha más acción y como que parece que la trama no avanza, pero me llamó poderosamente la atención todo el debate de dónde venimos y a dónde vamos y me encantó el personaje de Edmond Kirsch, quizás mi favorito de sus novelas. Al igual que en el código, que conozcas los lugares en los que están los protagonistas y hayas estado allí te hace empatizar mucho con la historia.
5) El símbolo perdido, me gustó pero quizás salvo por Langdon no conseguí que me atrapase del mismo modo que cualquiera de las otras cuatro anteriores, quizás la masonería y que se desarrolle en Estados Unidos le quitan ese efecto que el resto de novelas que le superan tienen, ya sea por la trama que tocan o los lugares donde se desarrolla.
6) La conspiración, me pasó prácticamente igual que con El símbolo perdido, pero al menos este tiene una trama más atrayente y a un Robert Langdon que hace que el libro en cuestión gane enteros, recuerdo que si el resto de libros de Brown me duran apenas una semana de lectura, en este caso me costó bastante más con claros síntomas de querer dejarlo sin ser un mal libro, simplemente no existe esa química que tengo con el resto de sus novelas.
7) La fortaleza digital, simplemente está en último lugar porque no me lo he leído, siempre pensé que Brown amaba España y esta novela, aun siendo la primera de 1998, se nos presentó en el 2010 de muy malas maneras y críticas por las páginas donde ponía pestes sobre nosotros. Hubo un artículo que puso hasta los documentos con los textos como prueba y tuve oportunidad de leer y pese a tener todas sus anteriores novelas me prometí no leerla.