Danzas de palos en Gallegos, por los Sagrados Corazones

A finales del mes de agosto, coincidiendo con la Festividad de los Sagrados Corazones, el pueblo segoviano de Gallegos reúne a los vecinos en torno a un Festival de Danzas al que acuden todos… ¡y tanto! Las nuevas generaciones ya se han comprometido con la danza tradicional, por lo que los danzantes de Gallegos tienen asegurada, por el momento, su permanencia entre el panorama de cuadrillas serranas segovianas. Es en este contexto en el que los danzantes “de primer año” muestran al público el primer paloteo que aprenden: La Cachucha, de fácil ejecución y sencillez coreográfica. En esta ocasión, los cuatro nuevos danzantes se sumaron al grupo de danzas de mujeres, formando dos grupos integrados por ocho personas cada uno.

La segunda cita, la más importante, la tendrán el primer domingo de octubre, en plenas fiestas del Rosario, donde estos danzantes se sumarán a la cuadrilla habitual y danzarán más piezas del repertorio de danzas de palos que conserva Gallegos. La jornada será larga, puesto que los actos previstos se desarrollarán durante la mañana y la tarde, día en el que junto a ellos participará de la fiesta la figura del “zorra”, actual maestro de danzas.

El repertorio de las danzas de palos de Gallegos lo conocen bien, Los Galleguillos, dulzaineros y tamboriteros que aunque residen en Madrid, han participado en los 28 años del Festival que se han cumplido en el 2013. El sábado 24 de agosto, fue un un verdadero placer ver la invitación expresa que hicieron a Juan Gil, tamborilero de 87 años, para compartir con ellos dos piezas. Ligados a una de las Casas Regionales de Castilla y León en Madrid, el repertorio de las danzas interpetadas por Los Galleguillos y que bailaron las mujeres y el grupo de los más pequeños, recorrió Burgos, Zamora, Valladolid y Salamanca. Los paloteos, que se danzaron de cara al público, segovianos y del repertorio consevado en Gallegos,  fueron “La Bailá”, y “La Cachucha”. En el primero de ellos se combina una parte bailada a ritmo de jota y otra parte danzada, y sólo participaron las mujeres; en el segundo, los cuatro danzantes “de primer año” se afanaron en demostrar que hay que aprender despacio, y que para el Rosario, ya falta muy poco.

Os dejo dos imágenes. La primera, un instante del paloteo “La Cachucha”; la segunda, Los Galleguillos con el tamborilero Juan Gil en el centro. A todos, les veré de nuevo en las fiestas de la Virgen del Rosario.