Revista Psicología

Darse cuenta y vivir

Por Eredolosi @redolosi
    "Me fuí a los bosques porque quería vivir sin prisa, quería vivir intensamente y sorberle todo su jugo a la vida. Abandonar todo lo que no era vida, para no descubrir,  en el momento de mi muerte, que no había vivido." N.H. Kleinbaum
   El pasado lunes, 21 de noviembre, el blog cumplió un año. Aunque llevaba días o semanas con el diseño, organización y demás, la primera entrada se publicó un 21 de noviembre de 2010. Empecé con mucha ganas este proyecto y ahora 365 días después siento que me ha aportado bastante y sigue llenando mi ilusión para seguir.
    Cuando miro atrás, siento que este año ha pasado rapidísimo y tengo una sensación de que estos meses han fluido demasiado deprisa, quizás sea, porque vivimos en una época donde la percepción de la brevedad del tiempo es una realidad.
    Esta fugacidad trae a mi memoria una de las premisas básicas de la terapia Gestalt que es el "darse cuenta". Este concepto significa entrar en contacto, natural, espontáneo, en el aquí y ahora, con lo que uno siente y percibe. La capacidad de darse cuenta, podría describirse como la melliza desdibujada de la atención. Para Fritz Perls, creador de la Gestalt, el "darse cuenta" es más difuso que la atención, implica una percepción relajada y es llevaba a efecto por la persona total.
Para este enfoque terapéutico existen tres zonas del darse cuenta:
  1. El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con objetos y eventos que se encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este momento veo, toco, palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de por sí ante nosotros. En este momento veo mi lapicero deslizándose sobre el papel formando una palabra, escucho el ruido de los carros pasando por la avenida, huelo el perfume de una joven que pasa por mi lado, siento el sabor de una fruta en mi boca.
  2. El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con eventos internos, con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones musculares, movimientos, sensaciones molestas, escozores, temblores, sudoración, respiración, etc. En este momento siento la presión de mi dedo índice, mayor y pulgar sobre mi lapicero al escribir; siento que deposito el peso de mi cuerpo sobre mi codo izquierdo; siento mi corazón latir, que mi respiración se agita, etc.
  3. El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia (ZIM): Esto incluye toda la actividad mental que transcurre más allá del presente: todo el explicar, imaginar, adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticiparse al futuro, etc. En este momento me pregunto qué haré mañana en la mañana, ¿será algo útil, bueno?. En Gestalt todo es irrealidad, fantasía. Aún no es el día de mañana, y no puedo saber y decir NADA acerca de ello. Todo está en mi imaginación; es pura y simple especulación, y lo más saludable es asumirlo como tal.

    Cómo podemos observar esta terapia centra su atención en el ahora, en entrar en contacto con nuestro presente. Pasamos mucho tiempo preocupados en cosas, situaciones o momentos futuros que quizás nunca lleguen y ahogamos con esos pensamientos, el presente que tenemos. Ser conscientes de este instante, notar nuestro alrededor, sentir a las personas con las que nos encontramos nos ayuda a aprovechar este tiempo tan fugaz.
    Para finalizar comparto unos versos, que al igual que los que inician este blog, son de N.H. Kleinbaum y pertenecen a la película "El club de los poetas muertos", protagonizada por Robin William que en 1990 que se llevó el oscar al mejor guión. Es un film extraordinario y profundo que merece la pena ver. 
"Soñamos días de mañana que nunca llegan. Soñamos una gloria que no deseamos. Soñamos un nuevo día  cuando ese día ya ha llegado. Huimos de una batalla en la que deberíamos pelear.
Y sin embargo dormimos.
Esperamos la llamada  sin adelantarnos a ella. Basamos nuestras esperanzas en el futuro cuando el futuro no es más que vanos proyectos. Soñamos con una sabiduría que evitamos cada día. Llamamos con nuestras plegarias a un salvador cuando la salvación está presente en nuestras manos.
Y sin embargo dormimos.
Y sin embargo dormimos. Y sin embargo rezamos. Y sin embargo tenemos miedo."



Carpe diem quam minimum credula postero...



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