Dato primitivo 4 _ 1781: CASO GOYA es el título de la muestra que la Fundación Lázaro Galdiano (Madrid) acoge hasta el 28 de febrero.
Un proyecto conjunto de Montserrat Soto y Áurea Martínez en formato de video-instalación.
Con motivo de la celebración del primer centenario del palacio que sirve de sede tanto a la Fundación Lázaro Galdiano como al Museo, el Ministerio de Cultura ha querido realizar un encargo excepcional a Montserrat Soto y Áurea Martínez: una video-instalación en la que Francisco de Goya se convierte en protagonista y reivindica al pintor creativo frente al pintor de encargo.
¿Paradójico, no? Un encargo donde se reivindica el valor del pintor creativo...Sea como fuere, hoy mucho del arte que vemos es por encargo, y es una de las principales fuentes de ingresos para los artistas.
Hablemos ahora de la video-instalación. En ella se narra como la Junta de Fábrica del Pilar decidió en mayo de 1780 proseguir la decoración de las cúpulas en torno a la Santa Capilla del Pilar, y fue el día 23 de ese mismo mes, cuando se acordó que las que quedaban pendientes junto con sus correspondientes pechinas, fueran realizadas por Goya y Ramón Bayeu, bajo la dirección de Francisco Bayeu, el cual ya había pintado dos bóvedas. En octubre Goya y Ramón Bayeu presentaron sus bocetos, junto a otros de Francisco para dos de las bóvedas que fueron juzgados con éxito. De manera que Goya comenzó su trabajo, pero pronto surgieron desavenencias con Bayeu, que deseaba acuerdo y uniformidad estética en el proyecto que afectaba a toda la decoración pictórica del templo mientras que Goya, contando con la aprobación de los bocetos, entendía que no debía someterse a la supervisión de aquél y no aceptaba sus correcciones. Desavenencias que terminaron en un enfrentamiento que motivó una solicitud de Bayeu a la Junta, para que «le eximiesen y exonerasen de responder al desempeño de la obra, por lo que toca a su cuñado». Fue en el mes de diciembre cuando la Junta de Fábrica «acordó y previno que el Sr. Administrador de Fábrica vea con frecuencia al dicho D. Francisco Goya y su pintura, y se le advierta lo que se le notare defectuoso». Es decir, el trabajo de Goya paso a ser muy controlado por la Junta de Fábrica.
En marzo de 1781 Goya presento el boceto para la Sala Capitular del Templo del Pilar, y las tensiones aumentaron de nuevo. Los miembros de la Junta no aprobaron los bocetos, y además manifestaron que el público había quedado poco satisfecho con la pintura anterior y que no deseaban exponerse a otra nueva censura, extremo que comunicaron a Francisco Bayeu.
Montserrat Soto y Áurea Martínez muestran una video-instalación, que rememora un episodio concreto en una fecha y lugar concreto. Abril de 1781 en la calle del Coso, 11 de Zaragoza. El espectador observa desde la habitación contigua cómo Francisco de Goya, furioso y agraviado, valora la evolución de su acto creativo y rechaza todo tipo de intromisión en la obra que ejecuta por encargo de la Junta de Fábrica de la Basílica del Pilar de Zaragoza: la pintura de la cúpula Regina Martirum.
Goya reclama la libertad en el desarrollo de su trabajo porque de otra manera entiende que renunciaría a la dignidad de artista y se expondría «a no poder hacer uso de su talento».
Exposición de Francisco de Goya a la Junta de Fábrica del Pilar de Zaragoza.
Goya conversa con su amigo Martín Zapater, que le asesora en la redacción de una carta destinada a Matías Allué, Administrador de Fábrica del Pilar. Tras la discusión que mantiene con Zapater, en la que no cesa de reivindicar al pintor creativo frente al pintor de encargo, Goya, siguiendo los consejos de su fiel amigo, se doblega y acepta los cambios que le exige la Junta.
Nota de prensa de la exposición.
Duración: 10min y 25 segundos. Pases cada 15 min. Entrada gratuita.