Morir
Morir es un proceso diurno que acontece estando en una habitación cerrada, donde la luz penetra únicamente a través de las imperfecciones de la carpintería, de los marcos de puertas y ventanas. A medida que el día avanza la intensidad de luz disminuye y las líneas pierden grosor, hasta finalmente desaparecer con la llegada de la noche.
Durante los últimos años mi familia ha sufrido un número de pérdidas en una proporción dramática de tiempo. Una situación que me llevó a vivir la muerte como algo habitual. Fue el último caso, sin embargo, el que me empujó a una profunda reflexión. Era la primera vez que alguien moría ante mí.
Por un tiempo intenté sin éxito esquivar ese momento en mi memoria, hasta que cedí, viendo que iba a cargar con aquel recuerdo el resto de mi vida y no tenía más salida que digerirlo y aceptar la radicalidad de ese instante entre ‘respirar’ y ‘no respirar’.
Después de abordar el tema desde diferentes perspectivas, y descartado por poco terapéutico un nuevo estudio científico sobre la muerte, opté por la metáfora, tratando de dotar de entidad temporal a ese acto, el de ‘morir’, que parece oficialmente no existir.
Simplemente quise ponerme en la piel de la persona que había compartido conmigo su último aliento. Entré en la habitación y la acompañé en la soledad absoluta de ese tránsito entre vida y muerte, viendo juntos apagarse todo.
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Texto: David Querol
Sección: #ArtPhotoBCN